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16. FLASHES

POV JESSICA

Cuando llegué al orfanato, lo primero que hago es dirigirme hacia el despacho en el que estaba la directora del centro y le conté que quería adoptar a Madison a lo cual me dio unos papeles para que me leyera, que eran unas condiciones que tenía que cumplir y que si tenía cualquier duda la llamase o fuese a verla, y de paso le pregunte si me podía llevar a Madison a dar una vuelta, que la traería por la mañana temprano. Después de mucho rato, logré convencerla de que la traería de nuevo y que la chica estaría bien.

Al salir del despacho de la directora veo como Madison viene acompañada por un señor, al parecer ya se había metido de nuevo en líos. El señor entró dentro del despacho para hablar con la directora mientras nosotras esperábamos fuera.

"Pensé que no te vería hasta la semana que viene." dijo Madison con una gran sonrisa en su rostro "Pues estás equivocada. Ahora, ¿me vas a decir en qué lio te metiste esta vez?" pregunté, sentándome a su lado "En ninguno, solo que una de las chicas se quería meter conmigo, y puedes tener por seguro que no iba a dejar que eso pase ni de coña, por lo que puede ser que le tirase de los pelos."

"Esa niña es de lo peor." dije, negando. Madison siempre tenía problemas con la misma niña y aún no logro entender por qué las personas que dirigían todo esto no hacían nada "Eso mismo le dije al subdirector, pero no me cree según él por qué soy demasiado conflictiva y ella es una niña buena." dijo bufando "Bueno, no te preocupes que pronto alguien te querrá y te irás de este sitio."

"Llevo esperando toda mi vida y realmente no tengo esperanza de que alguien me adopte, todo el mundo quiere niños pequeños." respondió, encogiéndose de hombros "Ya verás que no es tan así y dentro de nada tendrás una familia." aseguré con un plan formándose en mi mente "Me gustaría tener tu optimismo Jessica."

"Sabes que soy la persona menos optimista del mundo." respondí riéndome "Pero cuando dices algo no sueles fallar." murmuró "Eso es una gran mentira, pero bueno, te tengo un regalo." dije, con una gran sonrisa en mi rostro "No es mi cumpleaños para tener un regalo." dijo, con el ceño fruncido "¿Y quién dice que tiene que ser tu cumpleaños para tener un regalo?" pregunté, elevando una ceja "Pues no sé, ¿todo el mundo?"

"Pues el mundo se equivoca. ¿Quieres verlo?" pregunté y ella asintió. Saqué la entrada del bolsillo y se la pase. Quedó mirando para ella durante unos minutos y luego pasó a abrazarme tan fuerte que casi me podría dejar sin respiración. "¿Esto es cierto?" cuestión, pasando a mirar para mí "Si te refieres a que vas a ir a un concierto de Carla, sí, es cierto." respondí "¡¡¡¡GRACIAS JESSICA!!!!" exclamó "Aún queda una sorpresa más."

"¿Más?" preguntó sorprendida "Sí, pero eso tendrás que esperar a llegar al piso." informé con la sonrisa todavía en mi rostro "Madison, pasa." Antes de que entrase le dije que no se metiera en ningún lío más, a lo que me contestó que no me prometía nada, pero sé que no iba a hacer nada. Estuve esperando por diez minutos más o menos, y cuando salió del despacho, empezamos a andar al piso para encontrarnos con los demás.

Por el camino todo fueron risas hasta que llegué al piso y medio discutí con ellos porque decían que yo sabía hablar italiano, y yo no tengo la menor idea de italiano, pero que equivocada estaba. Al parecer sí que sabía y no me daba ni cuenta. Después de eso, todo volvió a ser risas y ayudé a Santi a terminar de hacer la comida, más que nada porque no logré convencerlo de que me dejase hacerla a mí, que él ya había hecho bastante.

También me pareció bastante graciosa la reacción de Madison al darse cuenta de que en el piso estaba la mismísima Carla, la cantante que tanto admiraban Miky y ella, y ella era bastante amable, lo cual acabé por centrarme en ayudar a Santi con la comida.

"¿Quieres que te haga un zumo?" preguntó Santi no muy lejos de mí "Puedo hacerlo yo sola si quiero, gracias. Además, no quiero molestarte más." respondí sinceramente "No tengo problema, de verdad. Me gusta hacer zumos." dijo con una gran sonrisa en su rostro "¿Es una afición rara que tienes y de la cual no tengo ni idea?" pregunté, elevando una ceja "Me acabas de pillar, me avergüenza tener un hobbie así.""

"Pues no tienes de que avergonzarte, es un hobbie como otro cualquiera. A mí por ejemplo me gusta dibujar, y no me gusta que los vea nadie." admití "Pues es una pena, porque realmente dibujas muy bien." dijo "No me digas que Miky me volvió a coger los dibujos." pedí "No, sólo lo digo porque antes hacías lo mismo, y también recuerdo lo que al principio te costaba enseñarlos, pero eso cambió con el tiempo."

"¿Te puedo hacer una pregunta?" cuestioné sin mirar para él "Te concedo hacerme otra pregunta." bromeó y no pude evitar que apareciese una sonrisa en mi rostro, era gracioso cuando se lo proponía, estoy segura de que eso atraería a muchas personas, ¡a mí me atraía! "La pregunta debe ser complicada si la tienes que pensar tanto." dijo con la sonrisa plantada en su rostro "No, sólo estaba pensando."

"A veces me gustaría saber qué es lo que pasa por tu cabeza." murmuró más cerca de lo que había estado hace unos segundos "Nada interesante la verdad, la cuestión es, ¿por qué antes me llamaste amor?" pregunté con curiosidad "Porque como te dije antes, es la manera en la que hablamos los italianos." contestó "Ella no lo hace, y es italiana también."

"Por lo general, Carla va llamando a la gente querida o querido." admitió "Entonces debo suponer que tú vas llamando a todo el mundo amor." dije "No exactamente." respondió rápidamente "Entonces no entiendo." dije un poco confundida "Te lo explicaré cuando nos vayamos a Italia." dijo "¿Te vas a Italia y no me pensabas decir nada?"

En eso me giro hacia la puerta de la cocina y veo a Madison parada en la puerta con lágrimas rodándole por los ojos. "No sé por qué me fie de ti si eres igual que todo el mundo, Jessica." dijo Madison completamente enfadada "Madison, escúchame..." empecé

"Yo no tengo nada que escuchar de ti. Me largo de aquí." dijo "Ni se te ocurra..." Pero ya no me dio tiempo a decirle nada más, porque salió corriendo del piso y yo no dude ni un segundo en seguirla. Una vez llegamos a la calle, Madison iba a cruzar la calle sin ni siquiera fijarse, y para mi suerte, logré alcanzarla antes de que cruzase la calle.

"¡¡¡¡SUELTAME JESSICA!!!!" gritó "No hasta que me dejes hablar contigo." respondí firmemente "No tienes nada que hablar conmigo, al fin y al cabo, te vas a ir y no volverás." dijo, soltándose, pero no marchándose "¡¡¡¡Es que eso no pasará Madison!!!!" dije exasperada "Eso dicen todos, pero después de la nada desaparecen... Pensaba que tu serías la que estaría ahí siempre que te necesitase."

"¡¡¡¡Y lo voy a estar, porque tú te vendrás con nosotros!!!!" En eso se queda mirando para mí con cara de sorpresa y confusión, pero no logro entender por qué piensa que la voy a dejar aquí, supongo que no es la primera vez que alguien se acerca a ella y de la nada desaparece, pero yo le había prometido que la cuidaría, y no rompía mis promesas.

"¿Qué acabas de decir?" susurró "Lo que escuchaste, quería que fuese una sorpresa, pero te lo diré en este momento. No nos iremos sin ti porque tú vendrás con nosotros..." repetí "Pero en el orfanato no me dejarán ir." murmuró "No lo permitirían en caso de que siguieses viviendo ahí." respondí con una pequeña sonrisa en mi rostro "¿Me estás diciendo que me escape del orfanato?"

"¿Qué? No, te irás de allí porque tengo pensado adoptarte, obviamente no seré tu madre, pero puedo ser tu hermana como lo he sido hasta ahora y Miky también." respondí "¿Me quieres adoptar?" susurró, con lágrimas empezando a acumulársele en los ojos "Es la única manera de sacarte de allí y llevarte a Italia, además, te mereces más que nadie el salir de allí. Eres una gran chica y esa chica que se mete contigo no lo hará más, y tu dejarás de meterte en tantos líos como lo estás haciendo en el orfanato."

Madison acabó por abrazarme con lágrimas corriendo por su cara y yo le devolví el abrazo, porque todo lo que le había dicho era cierto, no iba a dejarla allí sola, la quería como si fuese mi hermana y ella, junto a Miky, eran las únicas personas que estuvieron conmigo en todo momento y no los iba a dejar por nada del mundo, por mucho que tuviese una familia, porque ellos también eran parte de mi familia desde hace cuatro años, y así se quedaría.

"Gracias, Jess." agradeció "¿Por qué?" pregunté a pesar de que me hacía una idea de por qué me agradecía "Por todo y perdóname por lo de hace un rato." se disculpó "No es nada, puedo llegar a entender el porqué de que reaccionaras así. Ahora vayamos a casa antes de que se aparezca Miky por aquí."

Estuvimos un par de segundos abrazadas y nos íbamos a ir al piso cuando al darme la vuelta veo que Santi está parado en el portal del edificio con una gran sonrisa, lo que hace que automáticamente aparezca una gran sonrisa en la mía.

"Ese chico está bueno." dijo con la sonrisa todavía en su sitio "¡¡¡¡Madison!!!!" exclamé "Es la verdad Jessica, pero no te preocupes que no pienso dejarte sin novio." aseguró y ahora fruncí el ceño "¿De qué hablas? ¿Sabes algo que no sepa yo?" pregunté con curiosidad "No, no sé nada, pero se te ve que estás coladita por ese chico. Desde que te conozco no te he visto así con nadie."

"Eso no es..." empecé, pero esta negó "Sí, si lo es, pero no te preocupes, no te lo quitaré, es hora de que te centres en ti misma antes que en nosotros. Ahora, con tu permiso, me voy al piso a ver a Carla. Aún no me puedo creer que conoces a Carla." dijo emocionada "Realmente no la conozco."

"En algún momento lo hiciste, pero bueno, me voy." Antes de que pudiese decir algo, se fue corriendo hacia el edificio mientras yo me quedé plantada mirando para este. ¿Qué yo estaba coladita por Santi? Creo que no es para tanto. Vale, puede ser que este más bueno que cualquier chico que conociese en este tiempo, que sea gracioso y que me atrae, pero eso no quiere decir que esté coladita por él, o eso es al menos lo que yo pienso.

"Se te ve pensativa. ¿Está todo bien con la chica?" preguntó Santi "Sí, ya lo arreglé." dije "Siento haber dicho que venías a Italia, no debía haberlo dicho en ese momento." se disculpó y negué "No te preocupes por eso, ya está todo arreglado." respondí "¿Y qué vas a hacer con la chica?" preguntó con curiosidad "¿Hacer de qué?" devolví la pregunta "Bueno, conociéndote no la vas a dejar aquí..."

"Obviamente que no la voy a dejar aquí, la voy a llevar conmigo a Italia." respondí "Pero hasta donde tengo entendido está en un orfanato." dijo confundido "Y lo está, pero eso será por poco tiempo." respondí con una gran sonrisa en mi rostro "Creo que en este momento no tengo ni la menor idea de lo que puedes estar hablando."

"Estoy hablando de que adoptaré a Madison." desvelé "¿En serio?" preguntó "Sí, no quiero dejarla aquí sola, la quiero mucho y, además, no quiero que se meta en más líos en el orfanato." dije "Se ve una chica con mucho carácter." dijo "Y lo tiene, por eso no quiero que se meta en más líos."

"Eres una gran persona Jessica." respondió este con una sonrisa en su rostro "No lo soy, solo hago lo que todo el mundo haría." dije, encogiéndome de hombros "Eso no es cierto y lo sabes." contestó, elevando una ceja "Como quieras, pero que sepas que no me convences." dije "Eso es porque eres una chica demasiado terca.

"No te lo niego, lo soy, y eso no va a cambiar." respondí riéndome y en ese momento pasa una chica que se queda mirándolo fijamente y que hace que me ponga de mal humor, por lo que lo cojo del brazo y me quedo mirando a la chica que se había parado.

"¿Puedes dejar de mirar a MÍ novio?" Con esas palabras, la chica se va y la cara de Santi es de asombro, pero la sonrisa que se le formó en el rostro no podría ocultarla por nada del mundo. "¿A que vino eso Jessica?" preguntó intentando contener una sonrisa "Te estaba mirando descaradamente, ¿de verdad es eso lo que querías? Porque si es así la voy a llamar ahora mismo." aseguré a pesar de que no me chistaría demasiado hacerlo "No, claro que no, pero eso pasa a veces."

"Oh vaya, que modesto saliste." dije, rodando los ojos "Puede ser que suene a que me creo el más guapo de todo el mundo, pero ya te adelanto que no me importan las demás, solo me interesa una solo chica." dijo y fruncí el ceño "No será la que te dejó plantado ¿verdad?" pregunté "No me dejó plantado, se tuvo que ir por trabajo y se tuvo problemas."

"Y no contactó contigo para decirte ni siquiera como estaba." protesté "Porque no podía." repitió lo mismo que me había dicho ayer "Oh, vamos, eso no me lo creo." dije "Puede ser que ahora no te des cuenta, sólo espero que más adelante no digas lo mismo." respondió "¿Conozco a esa chica?" pregunté con curiosidad "En parte."

"¿Cómo en parte? La conozco o no, no hay otra opción." contesté, un poco confundida por su respuesta "Es complicado de explicar." aseguró "Mi vida en este momento también es complicada, creo que eso podré entenderlo." informé "Ahora no te lo puedo contar..." 

"Está bien, no me conoces de nada como para contarme tus cosas, pero que sepas que te escucharé en caso de que necesites hablar." dije a pesar de que estoy más que segura que no me iba a gustar demasiado lo que me contase "Gracias, lo aprecio, pero sí que te conozco." dijo con una sonrisa en su rostro "No a la Jessica de ahora, conoces a la de hace años, y desde mi punto de vista he cambiado."

"Ahora te tengo que hacer una pregunta." dijo "¿Cuál? Sabes más de mi vida que yo misma." respondí riéndome "En este momento puede ser, pero no puedo saber qué es lo que ha pasado hace un momento por tu cabeza." dijo "Nada, sólo que me parecía molesto que se quedase mirando tan descaradamente hacia alguien, una reacción de lo más normal."

"Una reacción de lo más normal de una persona celosa. ¿Estás celosa de que se paren a verme, Jess?" preguntó con una sonrisa empezando a crecer en su rostro "¿Yo?, ja. Ya te gustaría." dije a pesar de que era cierto "Entonces ¿a qué vino eso de deja de mirar así a mi novio?" pregunté "Es la única manera en la que se me ocurrió en que dejaría de mirarte de esa manera."

"Estoy casi convencido de que lo hizo por tu cara de mal humor. Parecía que te lanzarías a ella y le arrancarías los pelos." dijo riéndose "Eso no es cierto, eres un exagerado." respondí, rodando los ojos "Oh vamos, sabes que es cierto lo que te estoy diciendo." respondió "No, no lo es."

Empecé a andar hacia el interior del edificio porque en este momento Santi estaba empezando a sacarme un poco de quicio, ¿qué estaba celosa porque una tipa cualquiera se paró a mirarlo descaradamente para él en plena calle? No, no lo estaba... o bueno, puede ser que estuviese un poco celosa, pero eso Santi no lo tenía por qué saber.

"Oh venga, no te enfades Jessica, lo digo en coña." dijo, siguiendo mi paso "Lo que te pasa a ti Santi es que eres de esos chicos que consiguen a todas las chicas que se proponen, eres demasiado creído y te crees la gran cosa del mundo, pero me encargaré yo misma de hacerte ver que no es así."

Intenté decírselo lo más sería que podía, pero no pude, porque en realidad no estaba hablando en serio. Me encantaba la forma de ser de Santi, era una de las cosas que me atraían de él aparte de lo evidente que se puede ver a simple vista, obviamente. Ese cuerpo uno no se lo podía perder por nada del mundo, pero lo que más me gustaba de él era su carácter y forma de ser.

"Auch, que sepas que eso me hizo daño en el fondo de mi pobre y creído corazón, Jess." dijo llevándose la mano al pecho y fingiendo que realmente le había dolido de verdad "Alguien tenía que hacer un pequeño daño para que te bajes de esa nube de chico popular que tienes." 

Nos reímos y no tardó nada en alcanzarme. Fuimos juntos al piso riéndonos y hablando de todo y de nada a la vez, y en cuanto entramos por la puerta, tres cabezas se giran en nuestra dirección. La mirada de Carla y Madison decían claramente lo que no decían con las palabras, pero decidí ignorarlo y fui a la cocina para tomarme el zumo que me había hecho antes Santi. Debo admitir que estaba muy bueno, pero de la nada aparecen imágenes que pasan rápidamente por mi mente y no tengo ni idea de que es lo que quiere decir.

En ellas puedo ver que Santi y yo estábamos juntos en una habitación y el me daba un beso que, al parecer aceptaba encantada de la vida. Nunca había estado en esa habitación y no sé qué es lo que estaba pasando, pero salgo de ellas en el momento en que noto unas manos a cada lado de mi cara y me permiten ver de cerca unos ojos verdes que no tuve la oportunidad de ver tan de cerca como en este momento.

"¿Estás bien? ¿Te hiciste daño?" preguntó en tono preocupado "¿Qué?" cuestioné un poco confundida "Si te encuentras bien, estás un poco más pálida y se te cayó el vaso al suelo." dijo y negué para despejar todas las cosas que habían aparecido de la nada en mi mente "Sí... sólo necesito refrescarme la cara... ahora vuelvo."

"¿Segura que te encuentras bien?" preguntó todavía con tono preocupado "Si, no te preocupes." aseguré y salí de la cocina y me dirigía hacia el baño. Mientras salía de la cocina pude ver a Miky, Madison y Carla en la puerta mirando en nuestra dirección, y estoy casi segura de que me preguntaron algo, pero en este momento necesitaba estar un momento a solas para entender que mierda es lo que había pasado en mi mente y sobre todo si era cierto, porque no quería hacer daño a Santi por nada del mundo, era un chico especial que no se merecía que le hiciesen daño y sentía que tenía que protegerlo contra todo lo que pudiese hacerle daño.