Señores

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Murmuraciones resonaron nuevamente dentro de las filas de los soldados mientras los faes oscuros difícilmente podían creer lo que sus ojos estaban viendo.

—Lady Zanya —se acercó Cairus—, corrígeme si me equivoco, pero ¿esto significa que una manera de obligar a este tipo de monstruo a abrir la boca es cegándolo con luz?

—Así es, señor Cairus. La debilidad de este tipo de monstruo está en sus ojos. Una luz cegadora atravesará sus ojos tan dolorosamente que los hará rugir —respondió Zanya y el señor asintió, viéndose más allá de impresionado con sus métodos.

—Esta información... —miró a la Reina que estaba envuelta en la capa blanca detrás de los guerreros.

—Correcto. Nuestra reina es quien también nos enseñó sobre esto —dijo Zanya antes de que el señor pudiera incluso continuar con lo que quería decir. Luego hizo una leve reverencia ante él antes de dejar el círculo.