Capítulo 232: Los Hechizos de Comando

"No puede ser…"

Las tres marcas rojas en su mano, los Hechizos de Comando, se mostraron brillando tenuemente.

Sakura miró esto en su mano sin poder decir nada al respecto. Lo único que ahora podía querer saber es, ¿por qué? Esto no tenía sentido. Un día simplemente te despiertas y tienes tres Hechizos de Comando en tu mano izquierda, la prueba irrefutable de que ahora participas en la Guerra por el Santo Grial.

'Se supone que mi padre quiere ir a esa guerra… se supone que él me abandonaría para cumplir su sueño…'

Se suponía que ella se iba a quedar sola, pero estas marcas en su mano le estaban diciendo todo lo contrario.

Se dice entre los magus de la Torre del Reloj que el Santo Grial escoge a las personas que realmente necesitan algo, pues esta será la oportunidad de cumplir lo que tanto anhelan.

'Padre… ¿qué debo hacer…?'

Waver es un experto en estos temas. Él sabría qué hacer en este momento, pero, ¿cómo se sentiría ese hombre al ver qué lo que tanto desea se está cumpliendo a través de su hija? Eso era inconcebible. 

Waver ha sufrido mucho por esa guerra. Seguramente él le prohibiría a Sakura participar.

"Onii-san… ¿qué harías tú en este momento?"

Viéndose al espejo, abrió los ojos al recordar el pequeño orificio en su oreja izquierda. Allí va el arete que recibió como un regalo de parte de Toru. Entonces se dió cuenta de eso.

Ese arete es la reliquia de un héroe, el camino para traer a Toru de vuelta.

Para invocar a un Servant específico se necesita de un catalizador. El catalizador es el arete y el prana suministrado para la invocación es algo que el Grial les otorga a los siete Masters de la guerra.

Sakura ya había investigado mucho sobre eso. No había duda, ahora podía traer a Toru a su lado.

Sus ojos se llenaron de esperanza, pero el sueño de su padre también la desanimó.

"Lo siento, padre…"

Ella también tenía un deseo que cumplir, pero estaba dejando que su padre cumpliera primero su deseo, pero al final…

"Parece que seré yo primero…"

Ella quería de vuelta al chico que conoció hace diez años.

-???????-

Ha estado aquí durante mucho tiempo. 

Ha estado solo en un vacío blanco deprimente; solo con las voces susurrantes de las almas que se aferran con fuerza a su existencia.

El vacío blanco estaba muy iluminado, rodeado por una inmensa cama de flores del infierno blancas que parecían moverse al son del inexistente viento.

Él estaba callado. No movió ningún músculo de su cuerpo en mucho tiempo.

Su capa negra desgastada por las constantes batallas, su bufanda roja envejecida por el pasar del tiempo, aquella capucha que le cubre la cara, una cara que muestra una deprimente expresión afligida.

Está solo…

Solo en este lugar…

Para él ya nada importa, pues hace mucho perdió su esperanza. 

Ya no le queda nada por hacer. No ha dicho una palabra en todo este tiempo, en todo este vacío solitario que podría llegar a generar un eco misterioso.

…

…

Un ligero movimiento después de tanto tiempo.

…

Él está mirando el blanco cielo, pero la expresión afligida en su rostro no ha cambiado en lo más mínimo.

Sus ojos ya no tenían luz, eran completamente opacos y sin vida.

Este era su calmado y blanco infierno. 

Está era su tortura; su castigo.

'Estoy cansado…'

Pero incluso eso no importa. 

No importa si está casado. 

No importa si todo duele demasiado. 

No importa si la tristeza que siente es tan grande y horrible.

Nada importa…

Nada vale la pena…

Todo esto es tan…

'Aburrido…'

-Iglesia de Fuyuki, Japón-

"Parece que los arreglos para la guerra están progresando como es debido. ¿Es interesante, no?"

El hombre de mirada vacía, pero de sonrisa de labios fruncidos, lleno de confianza, caminó entre las bancas de la iglesia.

Detrás de él, sentado en una de las bancas con los brazos cruzados, un joven rubio de ojos carmesíes le respondió:

"Aún falta mucho para que todo comience. ¿Cuántos meses le das?"

"Tres o cuatro meses antes de que los Masters invoquen a sus Servants. Cómo hace diez años, Einzbern, Tōsaka y Matō serán las familias que el Santo Grial priorizará"

"Hm… hasta eso, todo será muy aburrido. ¿Ya sabes quiénes serán los Masters?"

"Tengo mis teorías. Una de esos Masters, por su puesto, será la última hija de los Tōsaka. Los Matō eligieron a su patético primogénito. Supongo que de los Einzbern se puede esperar cualquier cosa. El restó aún es un misterio para mí, pero la Torre del Reloj también tiene pensado enviar a alguien"

"Parece que todos andan muy entusiasmados. Se aferran a sus mundanos sueños sabiendo que no los van a cumplir. Es tan triste que da risa. Pero, Kirei, ¿no crees que hay gente interesante en esta ciudad? Sin contar los que se fueron, claro está"

"Todo dependerá de cómo se organicen los Masters. Mi trabajo por ahora solo es ser el juez de la guerra. Cuando todo comience a ir cómo queremos, entraré en acción"

"Y eso me deja la parte más divertida a mi, supongo"

"Efectivamente, Gilgamesh…"

-En algún lugar de Inglaterra-

En un lugar donde yacía la sangre de una bestia creada por la magia de un magus, Gray sostuvo una guadaña de colores extraños mientras partículas doradas se levantaban a su alrededor. 

Detrás de ella, Waver miró la escena fumando un cigarro. Este era el final de su misión en esta parte del país. Un culto de personas comunes adorando a un magus como si fuera un dios.

"Ese es el problema de las creencias humanas. Hay veces que incluso estas mismas creencias afectan a la sociedad como la conocemos. Sin duda es algo tan estúpido que en ocasiones es gracioso. Parece que esa persona tenía razón cuando dijo que la estupidez humana no tiene límite"

Pero eso no solo involucra a la gente común, sino también a los magus. Este magus que se creía dios usaba a sus propios seguidores para crear homúnculos horrendos. Lo peor de todo es que esa gente común aceptaba esos tratos por parte del magus pensando que realmente estaban sirviendo a dios.

En este mundo existen incontables dioses que alguna vez gobernaron la existencia. La meta de un verdadero magus es conocer el comienzo de todo antes de la era de los dioses, pero existen personas como Waver que se han alejado de ese objetivo. La muchacha que está frente a él, sosteniendo la guadaña sobre un charco de sangre, también tenía otros objetivos. Ella no es una magus, solo es una niña que creció en el campo bajo la crianza religiosa de su pueblo.

"Huh… esto es un desastre. ¿Quién se encargará de limpiar todo esto?"

La voz de Add resonó y Gray se percató de que su capucha se había caído, así que volvió a ponérsela para ocultar su rostro. Está vez Waver no se asustó al ver ese rostro, simplemente miró hacia otro lado para olvidarlo todo.

"Creo que ya hemos terminado. Hablemos con los dueños de la casa y vayamos a descansar. Me hacen falta unas pocas horas de sueño. No he dormido nada y estoy seguro que tú también piensas lo mismo, lady"

"Uh, si. Deberíamos volver"

Gray entonces caminó junto a su mentor dejando el cadáver del horrible monstruo atrás. Un monstruo con decenas de manos humanas y cabezas juntas en una sola masa asquerosa sangrante en el suelo.

'Mi mentor es una persona muy extraña…'

Comenzó su monólogo interno.

'Hay palabras que perturban su calma. Hay situaciones que lo tienen preocupado. Ahora que estamos alejados de casa, seguro está preocupado por Sakura. He pensado esto muchas veces, pero el mundo que me rodea siempre es extraño y lleno de misterios. Este padre y su hija no están exentos de esos misterios'

La guadaña redujo su tamaño y volvió a convertirse en el cubo Add. Cuando vio esto, metió a Add en la jaula para aves y siguió caminando y sintiendo el silencio de su mentor.

Ella lo miró por el rabillo del ojo y continuó.

'Me tiene a su lado para defenderse porque no puede hacerlo todo solo y él lo sabe. Los magus que he conocido hasta ahora no serían capaces de luchar junto a alguien y tal vez esa sea una de las razones del por qué a los demás les molesta que este hombre sea un Lord. Al final él solo hace esto para pagar su deuda y cumplir su sueño, incluso si sabe que su deuda nunca será saldada, creo que es por eso que prefiere no mencionar el caso. Es una persona extraña, después de todo…'

Lo que también le recordó a esa chica que se quedó en casa. Sakura también es extraña a su manera. Aunque esa chica es más del tipo amable y común, pero estando rodeada de todos estos excéntricos personajes, la convierte en alguien extraña.

'Desde que deje mi aldea siempre estoy descubriendo cosas nuevas. Siento que esto es algo importante para mí…'

Y siempre lo será.

-Londres, Reino Unido-

'Catalizadores… Shikigamis… Uh… ¿dónde estaba?'

Ella estaba buscando entre todos los libros de la biblioteca lo que se necesitaba para invocar a un familiar o, en este caso, un Espíritu Heroico como Servant. 

"¡Aquí estás!"

Sakura encontró lo que buscaba. Puso el libro en la mesa y de inmediato lo abrió y pasó las páginas con mucho entusiasmo.

'Los Servants son invocados con siete clases diferentes. Onii-san era de la clase Assassin. Si lo invoco yo, ¿puede aparecer con otra clase? Realmente no estoy segura'

Los orgullosos Saber, Archer y Lancer, el excéntrico Rider, el misterioso Caster, la bestia Berserker y el infame Assassin. En esta última clase están aquellos que en vida no pudieron ser considerados héroes, pero que sus nombres quedaron grabados en la historia del Mundo.

Ella frunció el ceño al recordar ese dato sobre los Assassin. Para ella Toru es un verdadero héroe, pero, de conocer su historia, ¿pensaría lo mismo? Nadie conoce más a Toru que él mismo; la verdad de todo lo que sus dagas y sus ojos aguardan, lo que esas manos desgastadas y esa mirada apagada ocultan.

'Hay días específicos en que las líneas ley son especialmente fuertes. Cuando estrellas específicas se alinean, la luna converge con una luz única. Todos los cálculos, con hora y fecha, arman lo que se necesita para que la invocación salga a la perfección.'

Una gran cantidad de prana también era necesaria y un montón de preparativos preliminares antes del ritual.

'Mi padre llegará dentro de dos días según me dijo anoche. Entonces, si busco un lugar adecuado podrá invocar a onii-san, teniendo en cuenta las fechas y horas, podré lograrlo. No hace falta invertir tanto tiempo en los preparativos, pero ese es el problema'

Con ese problema en mente, Sakura pensó en la habitación al final del sótano. En ese lugar ella ha estado entrenando su magecraft desde hace años. La habitacion ya esta impregnada con su maná y el prana de la ciudad. Aunque no lo parezca, la gente común hace que el prana fluya por el mundo, ya sea con pensamientos o lo que llaman "fé", pues eso es usado por los magus para su magecraft.

"Melvin pensó en todo, eh…"

Había que darle crédito a esa persona.

-En algún lugar lejano, hace siete meses-

Él quiere ser un héroe, un héroe que pueda salvarlos a todos.

A pesar de que ese es su sueño, a pesar de que realmente desea ser un héroe, solo tenía que hacer una cosa para lograrlo. Sin embargo, su cuerpo está cubierto de sangre ahora mismo y está rodeado por una docena de mujeres de cabello blanco y piel pálida cuyos ojos no se parecían a los de un ser humano. Todas vestían extrañas y elegantes ropas blancas que contrastan mucho con el gran castillo que se levantaba ante sus ojos.

"Emiya Shirō, vete si quieres conservar tu vida"

Dijo una de las mujeres sosteniendo una lanza.

'No podré lograr lo que deseo si muero aquí…'

Esa era la cruel realidad, pero él no quería rendirse. Aun miraba ese castillo hacia arriba, como si fuera el último camino hacia su victoria.

Él no va a rendirse, jamas lo hará…

"Volveré… volveré…"

Tambaleándose, se dio la vuelta y caminó lejos del castillo, pero otra de las mujeres le habló.

"Ya sabes por que aun no te hemos matado. Esta será la última vez que pongas un pie aquí. La próxima vez que vengas te mataremos de inmediato"

Shirō se detuvo. Bajo sus pies, esparcidas por el suelo, decenas de cadáveres de mujeres muy parecidas a las que ahora lo atacan se extendían en la escena. Todas esas muertes, algunas con horribles heridas de golpes y otras con flechas clavadas en sus cuerpos. En la misma escena yacía un arco roto por la mitad.

"Volveré… la salvaré… por que si no puedo proteger a mi familia… no podre ser el héroe de la justicia"

Hasta que eso pase él volverá una y otra vez…

-Fuyuki, Japón. En el presente-

Estaba en aquel almacén en el patio de su casa meditando en silencio con los ojos cerrados. En un momento abrió los ojos y levantó el puño frente a su rostro.

Con el ceño levemente fruncido, dijo:

"Trace on…"

Y brillantes líneas verdes aparecieron en su puño extendiéndose por todo su brazo. 

"Con esto será suficiente"

El brillo en su brazo se apagó y se puso de pie. Con su entrenamiento de la mañana terminado, salió del almacén para preparar el desayuno, pues en cualquier momento esa alocada mujer aparecería como una tormenta.

"Hoy hace bastante sol, eh…"

Un día bastante relajado en su vida. Y aunque él no pudo saberlo en ese momento, había una extraña mancha rojiza en el dorsal de su mano izquierda.

***

Se movió libre por su mansión. Ahora la expresión de su rostro era más seria de lo normal. Toda esta seriedad se debía a las marcas rojas que aparecieron en su mano.

'El momento se está acercando'

Tōsaka Rin, 17 años cumplidos, esa era ella. Ha crecido en todos estos años. Su apariencia en sí era radicalmente diferente a la que solía tener hace diez años, pues ahora ella tenía el desarrollado cuerpo de una mujer.

En su mano izquierda, la misma mano donde tiene los Hechizos de Comando, justo en su dedo anular, tiene un anillo de compromiso dorado con esa pequeña piedra. Aquel anillo finalmente le queda; el regalo de esa persona.

'Ahora es más que obvio a quien voy a invocar. Espero que Kirei ya sepa quienes son los demás Masters, aunque es obvio que no me lo va a decir'

Ahora ella tenía que buscar por su cuenta.

'Bueno… Es algo temprano. Ya debería prepararme para ir a la escuela'

Así como se prometió en el pasado, ella seguía siendo la misma chica perfecta a los ojos de los demás.

-Londres. La noche siguiente-

Era un lugar oscuro, pero levemente iluminado por la tenue luz del gran círculo mágico dibujado con mercurio en el suelo de piedra. Todas las mesas del lugar habían sido movidas por esta chica para tener suficiente espacio para realizar su invocación.

Tardó todo un día haciendo los preparativos para la invocación, pero finalmente pudo terminar todo a tiempo, así que se quitó el arete de la oreja y lo puso en un pequeño altar detrás del círculo y extendió la mano.

'El cántico es solo una formalidad para llamar al Servant, por lo que realmente no es necesario, pero…"

En sus ojos color violeta se mostraba su nerviosismo, pero eso no la iba a intimidar más. Levantó la mano izquierda y frunció el ceño.

"Quiero que me escuches, onii-san. Estas palabras solo serán para ti, todo lo que tengo para traerte a mi lado"

Este era su llamado para ese chico. Así la invocación comenzó. El prana comenzó a elevarse en la habitación y Sakura cerró los ojos antes de hablar.

A la luz de la luna en esa ventana en medio de la oscura noche,

el fantasma que detuvo mi corazón se presenta envuelto en misterio.

El círculo mágico aumentó su brillo y un espiral de viento comenzó a formarse en el centro del mismo.

Elegante y amable; letal guerrero que se esconde detrás de la reliquia sagrada.

Escúchame, por favor…

Escuchame llamarte en las profundidades de esa casa oscura…

Así, en medio de esa noche aterradora, aparece frente a mi ventana envuelto en tu extraño misterio.

Responde a mi llamado, oh, protector del equilibrio…

Vuelve a mi como siempre sueles hacer…

Responde a mi llamado, ¡Asahi Toru!

El espiral de viento comenzó a soplar con fuerza, el círculo mágico brilló con intensidad y una gran nube de vapor comenzó a salir de la luz.

'¿Lo logré…?'

Se preguntó ella mirando la reacción del círculo mágico. Casi un segundo después, todo ese vapor se juntó en el centro y explotó empujando a Sakura contra la pared quien, a la vez, dejó salir un quejido de dolor.

El vapor se extendió por toda la habitación cubriéndolo todo como una densa nube blanca, pero a pesar de eso aún pudo verse algo brillante en la tenue oscuridad.

Eran dos ojos extraños, arcoiris brillantes en la oscuridad.

Era él…

"Onii-san…"

En medio de la nube de vapor, la bufanda roja y la capa con capucha negra se mostraron, dando una continuación a la leyenda de ese héroe que ha perdido su camino…

Continuará…