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El Ultimo Sol Naciente

Versión en español del fanfiction The Last Rising Sun. Alek Gusev es un investigador científico de alto nivel que creó uno de los mayores inventos de la humanidad. Sin embargo, el destino quiso que esta misma creación destruyera todo lo que conocía, matándolo en el proceso. Ahora se ha reencarnado en el Mundo Shinobi sin sus recuerdos. ¿Qué ocurrirá en la nueva vida de nuestro protagonista? Vol. 1-3 : Toda la historia de Naruto. Vol. 4 : Fate/Zero Vol. 5 : Lord El-Melloi II Case Files Vol. 6 : Fate Stay Night (Próximamente) Vol. 7 : NieR:Automata (Próximamente)

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Capítulo 162: Ser o no ser.

Madara miró el cadáver de Danzo sobre la mesa de piedra y suspiró. Este viejo le había dado muchos problemas al clan Uchiha durante mucho tiempo y al final ha obtenido lo que merecía. Muerto sobre la fría mesa, Shimura Danzo. Madara sonrió por un segundo y acercó su mano a la cara del anciano.

"Llegó la hora de recuperar lo que, por derecho, le pertenece al clan Uchiha"

Sin embargo…

"... Hm…" Frunció el ceño. "¿...qué es esto? No Hay nada…"

El ojo derecho de Danzo ya no estaba. Alguien se lo había arrancado y eso por alguna razón encendió las llamas de la ira en su corazón. Inmediatamente recordó lo que pasó hace unos minutos y golpeó la mesa de piedra.

"Ese maldito mocoso…"

-Entrando al País de la Lluvia-

Se movilizó a gran velocidad sobre el lomo de Okamikaze. Se relajó bastante después de lo que hizo, se sintió mucho mejor, se sintió… mejor que cualquiera. Con una leve sonrisa, miró un frasco de vidrio que tenía en la mano. Allí estaban dos ojos, ojos carmesíes como la sangre.

'Los ojos de Shisui-san ahora me pertenecen. Este es mi regalo de parte de Itachi, pero sinceramente no sé qué hacer con esto' Negó con la cabeza. Ahora tenía un Mangekyo Sharingan solo para él, un regalo de alguien que odió desde hace mucho tiempo. Aunque lo perdonó, seguía sintiendo un poco de ira al recordarlo. Bueno, al final solo fue alguien al que usaron como un chivo expiatorio. La culpa recae más sobre los altos mandos de Konoha. 'Entonces, ¿qué debo hacer con estos ojos…?' Mirando el frasco con el ceño fruncido, se tocó la cara con dolor. Él había perdido la luz en sus ojos no hace mucho, estaba completamente ciego, pero, como estaba en las memorias de Itachi, si se implanta estos nuevos ojos… ¿Qué pasará?

Toru sintió que perdería el Shigan si lo hacía. Para él, el Shigan es más valioso que un Sharingan, pues tiene esa mística habilidad de otro mundo para asesinar de un tajo. Pero esto no era así, el Mangekyo de Shisui tiene el genjutsu más fuerte, si él tuviera esto…

'Se ve diferente…' Okamikase miró de reojo a Toru. Rápidamente notó el cambio en la personalidad del muchacho. Ahora este chico parecía tener demasiada confianza en sí mismo. Bueno, eso no es malo, pero la forma en la que esto lo hace actuar es repugnante. Tan solo hace unas horas Toru lo elogió y lo trató con amabilidad, pero ahora, después de invocarlo, le dio órdenes como si fuera una mascota. 'Un maestro así es lo peor que pudo haberme pasado' 

Okamikase es un viejo a fin de cuentas, más viejo que Okamitsuki. El vivió la época en la que el clan Ōkami aún tenía contratos con humanos y, para su mala suerte, en esa epoca le tocó un maestro que lo trataba como si fuera basura.

Si este mocoso humano también iba tratarlo así, era mejor matarlo que dejarlo vivir, pero…

'Delirios de grandeza, jejeje. Es un niño después de todo' Sonrió al recordar su pasado. El no es un santo que digamos, en su juventud fue más bien un demonio con apariencia de lobo. Era un desgraciado total, así que no podía culpar al chico de sentirse tan poderoso después de completar su venganza. 'Pronto lo entenderá. El precio de la venganza…' Bien dicen que el diablo sabe más por viejo que por diablo.

Y esto iba a afectar a Toru más que la muerte de sus amigos, pero por el momento, este chico se estaba enfocando en qué hacer con estos ojos. Después de recordar todo con claridad, sintió un poco de asco al imaginar tener unos ojos que no son suyos en su rostro. 

"Ya les encontraré un uso después" Guardó el frasco y permaneció en silencio. Nada le iba a quitar este momento de satisfacción. Mató al tipo detrás de todo y esto llenaba su corazón de una extraña emoción que nunca había sentido. Se sentía grandioso, mejor que cualquier persona.

-Konohagakure-

Las heridas del ataque de Pain a Konoha aún seguían presentes. Todos los aldeanos trataron de reconstruir lo que se había destruido tanto como sea posible. Todos ayudaban a todos, en especial los Jounin de esta aldea, quienes hicieron lo posible para recuperar las cosas más importantes que hayan sobrevivido a la devastación del Shinra Tensei de Pain.

"Felicidades por tu ascenso, Ino" Frente a ella, Shikamaru levantó la mano, saludando a la chica. Él miró los alrededores y asintió con la cabeza. El estaba supervisando algunas cosas que su padre, Shikaku, le encargó, pero como ya terminó, ahora se dirigía a dar su informe. Sin embargo, se encontró con Ino.

"Si… gracias…"

"Ahora qué ambos somos Jounin, después de todo lo que pasó con Toru, seguramente tu padre querrá que te unas a nuestro escuadrón, pero eso sería un fastidio. Ya tenemos a Hakuto para darnos problemas"

"Eso fue grosero, Shikamaru. También para Hakuto. Y no importa lo que mi padre quiera, él es demasiado extraño. Es agobiante"

"Bueno, como sea. Tengo que ir a hablar con mi padre. Hay cosas que aún están jodiendonos a todos, así que hay mucho trabajo que hacer. Lo cual es mucho más fastidioso que tenerte en nuestro equipo"

"Ha~. Me honras con tus halagadoras palabras"

"Buen sarcasmo. Adiós"

"Si. Adiós"

Shikamaru se fue y dejó a Ino mirando los edificios que podían verse destruidos completamente. Aunque, para ayudar a aquellos que se quedaron sin un hogar, Yamato se encargó de crear casas provisionales.

Ella caminó entre la destrucción y miró al cielo. "Debería ser aquí…" miró al suelo y recordó que está era la ubicación exacta del antiguo departamento de Toru. Cada vez que recordaba a ese chico, sufría como nunca. El se atrevió a hacer todas esas cosas por el simple hecho de querer que todas lo odien. ¿Qué quiere lograr con eso? Pero en fin, ella está tratando de superar eso, aunque inconscientemente siempre tenía a ese chico en su mente. Incluso llegó a este lugar sin darse cuenta.

Observó las cosas destruidas hasta que vio una caja que había sobrevivido a la destrucción. Bueno, sobrevivir es mucho decir para lo que quedaba de la caja. Con curiosidad la abrió y había muchas cosas rotas dentro, pero pronto sus ojos se abrieron un poco al ver algo en especifico.

Era una foto dañada. Allí estaban… la familia principal del clan Asahi. Kitamura (Asahi) Kenji, Asahi Kyoko y…

"Toru…"

La foto estaba rota justamente en una parte del rostro de Toru, el ojo derecho del chico. La otra parte de la foto si estaba en la caja. Así que, Ino la tomó y juntó las partes. El rostro de Toru volvió a estar completo y ella tuvo recuerdos de hace tres años.

Era feliz y ni siquiera lo sabía, pero ahora todo eso está arruinado. 

'Naruto dijo que él se fue junto a la compañera de Pain. Eso quiere decir que posiblemente él esté en Amegakure…' 

Quitándose los pensamientos de la mente, Ino siguió ayudando a los demás shinobis. Aún debían buscar a los desaparecidos que posiblemente estén enterrados en los escombros.

-Amegakure-

Toru bajo del lomo de Okamikase al llegar al puente que conecta con Amegakure. Observó el gran pueblo por unos pocos segundos y luego regresó su mirada al lobo detrás de él.

"Ya no te necesito, al menos no por ahora. Puedes volver a tu aldea"

El viejo lobo miró la expresión del chico. Miró a través de sus ojos e hizo un rápido análisis. Así fue como una parte de él le sugirió algo. "Me parece bien" Asintió "Pero antes que nada, debo decirte una última cosa" 

"De acuerdo, adelante" respondió dándole la espalda.

"Ha~" Negó con la cabeza. Este chico aún no ha caído tan bajo, así que aún podía enderezarse con algunos buenos consejos, pero de ahí en más, él dejará que la vida misma se encargue de darle una buena patada al mocoso. "Escucha, muchacho. Recuerda lo que te voy a decir: En este camino al que llamamos vida, hay muchas piedras con las que tropezarás. Cada piedra será una experiencia diferente, cada experiencia cambiará tu forma de ver el mundo y la forma en la que verás el mundo determinará cómo vivirás tu vida. Algunas piedras te causarán dolor, otras te harán llorar y al final caerás al suelo, caerás en la oscuridad. Si entiendes lo que te digo, estás palabras se quedarán en tu mente. Yo ya estoy viejo, pero sé por qué te digo esto"

Al escuchar estos "sin sentidos" por parte de Okamikase, Toru dejó salir un suspiro. "¿Ya terminaste? Si es así, regresa a casa. Si Okaminaru ya se siente de buen humor, dile que estaré esperándolo"

El viejo Okamikase se decepcionó al escuchar la respuesta de Toru. 'Los jóvenes de ahora no saben apreciar los consejos de los mayores. Pero bueno, al final él entenderá lo que le he dicho. Ya sea tarde o temprano' Sonrió de forma irónica mientras el humo comenzaba a envolverlo. En retrospectiva, debió haberle dado una buena tunda al mocoso para que entienda que actúa como un imbécil, pero como él mismo anteriormente pensó, le dejara ese trabajo a la vida misma. 

Toru lo vio desvanecerse en el humo poco a poco, así que comenzó a caminar para entrar en Amegakure, pero…

"Deberás encontrarte a ti mismo. Debes descubrir quien eres, Asahi Toru"

Los ojos de Toru se abrieron y rápidamente miró hacia atrás, pero el viejo Okamikase ya no estaba.

"Otra vez con lo mismo…" En tan sólo un día, tres personas distintas le han dicho algo similar y el no entendía por qué esto le afectaba tanto. Es una estupidez.

Sin esperar más y mientras la lluvia le mojaba la ropa, Toru se quitó la bufanda y entró a la aldea. Metió las manos a los bolsillos y caminó bajo la lluvia sin ningún cuidado. Se sentía mejor que nunca, pues completar su objetivo le trajo gran satisfacción. El intentaba recordar los gritos de Danzo una y otra vez, porque de alguna manera lo hacían sentir a gusto. Sintió que… podía dejar ir el pasado.

Con una leve sonrisa, se acercó al edificio más alto de Amegakure y lo miró por unos segundos. El ha estado en este lugar por dos años completos y de alguna forma ha logrado familiarizarse con esta aldea bastante. 

"Seguramente Konan sabe que me fui. Bueno, no importa. ¿A quién le importa de todas formas? Preocuparse por pequeñeces daña las neuronas"

Bueno, Toru ya tiene las neuronas dañadas, así que no podía hablar así de los demás. ¿Quién era el que se preocupaba por "pequeñeces"? Pues él. Se volvió más hipócrita de lo que ya era antes. La muerte de Danzo le subió el ego, eso o simplemente ya perdió lo poco de cordura que le quedaba.

¿Qué importa? Nada importa. Ahora ese es su pensamiento. Una vez dentro del edificio, camino relajado y con las manos en los bolsillos. Ya no había nada de lo que él deba preocuparse, de ahí sus aires de grandeza y relajación.

"Saliste sin avisar. ¿Puedo saber dónde estuviste?" Se escuchó la voz de Konan.

Toru ni siquiera se dio cuenta de que ella estaba detrás de él. Con una sonrisa algo lúgubre, levantó los hombros y la miró a los ojos.

"¿Se supone que eso debe importarte? Deberías meterte en tus propios asuntos y dejar de meterte en la vida de los demás"

Hipocresía y arrogancia. Konan pudo ver eso en la mirada de Toru. Esto, hasta cierto punto, la molesta, pero ella es una mujer con una paciencia más grande que el planeta. Si debía soportar a un mocoso imbécil, pues no sería nada difícil. Aunque no pudo evitar preguntarse qué le pasó a este chico. Ayer era amable, más o menos, era bastante tranquilo y no hablaba mucho. Hasta parecía que le costaba responder preguntas, pero ahora respondió al instante, confiado de sí mismo.

Al final, Konan suspiró sin saber qué responder. 

"Mira como terminaron Nagato y Yahiko por ese simple hecho. Que idiotas"

Konan frunció el ceño y apareció delante de Toru. Esas palabras sí que la molestaron. "No se que bicho te picó, pero no permitiré que hables así de ellos"

Toru la miró a los ojos y negó con la cabeza. "¿Y que se supone que harás al respecto? Tampoco es que lo que estoy diciendo sea una mentira. Tengo la razón, ellos estaban mal. Y murieron por culpa de su estupidez"

"..." Konan bajó la mirada y apretó los puños. Ella era lo único que quedaba del verdadero Akatsuki. Nagato y Yahiko murieron porque querían traer la paz al mundo. Ella no podía permitir que alguien ajeno a esos hechos hable mal de los amigos que se sacrificaron por ella. Miró a Toru con severidad, después de eso. Sin embargo, recordó como este chico mató a Shimura Danzo. Él se estaba riendo, pero también parecía querer llorar. '¿Qué tan mal está Toru?' Se dijo a sí misma. Las heridas de la guerra cambian a las personas, pero Toru no ha estado en ninguna guerra, pero ha sufrido las causas de eso mismo. "Ellos querían lo mejor para el mundo, para nosotros" dijo con un tono serio. "Nagato y Yahiko querían terminar con este ciclo de sufrimiento sin fin. Y eso es algo que no entiendes. Así que, si te atreves a insultarlos otra vez, yo-"

"¿Qué harás exactamente? ¡¿Siquiera puedes hacer algo sola?!" Levantó la voz y se acercó a ella. "No, no puedes. Porque siempre fuiste la sombra de esos dos. ¡No eres más que una niña igual de estúpida que Nagato y Yahiko-"

*Slap* Repentinamente, Toru dejó de hablar. Ahora miraba hacia la derecha y tenía la mejilla enrojecida. Al mismo tiempo, Konan tenía levantada la mano frente a él, su mano temblaba y lentamente se convirtió en un puño.

Toru se quedó procesando esto por un momento. El cabello le cubría los ojos, así que era difícil saber qué expresión tenía en la cara. Aunque, viniendo de él, esa mueca inexpresiva siempre estaba pegada en su cara, por lo que no era sorpresa que no haya reaccionado a eso. 

'Me golpeó…' Lo recálculo en su mente. 'Duele…' y por alguna razón le dolía más que cualquier golpe que haya recibido. Fue entonces cuando se dio cuenta…

*Drip… drip…*

Cuando escuchó las lágrimas caer, cuando escuchó el llanto ahogado de la mujer frente a él, algo dentro de él lo hizo sentir fatal. Al instante, aquel recuerdo de su infancia regresó a su mente. La vez que estuvo entrenando junto a su padre, pero más que un entrenamiento, eso era una tortura. Aquel día, Kyoko intervino y golpeó a Kenji. Kyoko estaba llorando en ese momento y Toru la miró con confusión en su pequeño rostro. Aun así, Kyoko no quiso mostrarle a su hijo que en ese momento estaba llorando, así que se limpió las lágrimas, dejó salir un suspiro cansado y luego miró al pequeño Toru con una gran sonrisa en la cara. "Perdóneme, Toru-chan" dijo. Como si ella tuviera la culpa. 

Toru dejó colgar sus brazos y bajó la mirada. El no podía verle la cara a Konan, pero podía escucharla llorar. Ella no iba a sonreírle y pedirle disculpas como si nada hubiera pasado. Aunque Toru no puede verla por que está ciego, Konan está mirando a Toru con ira en su rostro, pero a pesar de eso, ella tenía lágrimas corriendo por sus mejillas. Su respiración era temblorosa, como si hubiese estado reteniendo sus emociones durante mucho tiempo.

'Yo… qué… ¿qué he hecho?' Su mejilla palpitaba por el dolor. Los silenciosos sollozos de Konan también eran demasiado notables en ese lugar. Debido a que miraba al suelo, se vio la ropa… Su ceguera no le dejaba ver, pero podía sentir los restos de chakra en su ropa… era la sangre de Danzo. Nuevamente se dio cuenta de que él mismo no era diferente de Danzo o de Sasuke. Aunque le dijo todo eso a Sasuke, solamente quería sentirse superior porque pensó que, ahora que había matado a Danzo, al fin su vida comenzaría realmente. Sintió que podía despegarse de su vida pasada y de su horrible infancia en este mundo para vivir una vida pacífica.

Se equivocó. Este no es un mundo normal como en su vida pasada. Esta no era su antigua vida…

"Tu…" Ella bajó la mano lentamente. "¿Quién crees que eres…?" Bajo la mirada para no ver la cara de este chico y… "¡¿Quién eres para hablar así de ellos?!"

Toru se mantuvo en silencio. Tenía los ojos abiertos, como si estuviera en shock. Esa pregunta otra vez, era esa misma pregunta.

¿Quién eres?

"Yo… yo…"

Toru no logró encontrar una respuesta para esa pregunta. Se tocó el cuello y se dio cuenta de que su bufanda no estaba. Se la quito, pero, ¿por qué?

"Yo… te debo una disculpa… lo siento…" Le dio la espalda y se dirigió a la salida, pero se detuvo antes de llegar a la puerta. "Lo siento, Konan…" y salió del edificio.

Ella solo levantó la mirada cuando Toru se fue. Ella no pudo verle la cara en ese momento, pero si lo hubiera visto… habría visto una expresión decepcionada. No decepcionada de Konan, decepcionada de sí mismo. Inevitablemente cayó de rodillas. Ella quería superar la muerte de sus viejos amigos, pero llegó Toru y arruinó el progreso que llevaba. Más que nadie, ella sabía que solo era la sombra de Nagato y Yahiko, y ella ya se había admitido a sí misma de esa forma, pero escuchar a otra persona decirlo la hizo enojar.

El Mundo es cruel con aquellos que buscan la felicidad…

-Afuera del edificio-

Inmediatamente cuando salió, subió a la cima del edificio y observó la aldea en silencio. La luz se ha perdido, solamente podía ver las líneas de muerte de todo. El podía ver el fin de las cosas, podía darles un fin a esas cosas, pero a pesar de ello, ya no podría ver el color de esas cosas. Se sentó y cerró los ojos.

¿Quién eres?

¿Qué eres?

¿Por qué… estás vivo?

Pensó en sí mismo y se agarró la cabeza con dolor. La luz del Shigan se intensificó en sus ojos y las pesadas y traumáticas memorias de su vida pasaron frente a sus ojos. Cerraba los ojos para no ver lo que más temía y se cubrió las orejas para no escuchar los gritos de las millones de almas que se aferraban a la suya. Fue por un breve segundo que los buenos recuerdos en esta vida pasaron en su memoria.

'Yo… yo…'

Volvió a abrir los ojos y estos se mostraron con su hermosa luz azul y roja. La X en el iris, a diferencia de otras ocasiones, giraba muy lentamente. 

'¿... Quién soy…?'

A pesar de que era un genio en biología, física, química y otros diversos campos de la ciencia, no logró encontrar una respuesta. Esa pregunta lentamente comenzó a repetirse una y otra vez en su mente. Estuvo a punto de clavarse los dedos en el cráneo hasta que sintió la cálida luz del sol tocándole el hombro. Es más, la lluvia se había detenido y las nubes abrieron pasó a la luz del sol, la cual iluminó de forma hermosa esta sombría aldea.

Pero el no pudo ver esto. Sin embargo, se levantó con un extraño y triste sentimiento, se sentía nostálgico. Fue tan nostálgico que cerró los ojos y dejó escapar un suspiro.

Aquel día… también había llovido…

***

El techo de la mansion estaba resbaloso y podía sentirse la humedad en el aire. Ya no era invierno, por lo que la nieve ya no cubría todo el país. En lugar del frío típico de Rusia, había un hermoso sol iluminando todo, pero en ese momento, un suceso trágico se llevaba a cabo. Las voces de personas desesperadas se escucharon, pero él no escuchó esas voces. Mientras caía al suelo… mientras lentamente aceptaba su inevitable muerte…

'Madre, hay algo que nunca pude decirte. Temía que no le tomases importancia…' El cerro lentamente los ojos. 'Siempre me gustaron las historias tristes. De alguna forma me sentía identificado con los protagonistas. Ellos luchaban para alcanzar la felicidad y en la mayoría de libros que leí, ellos lo lograban. Yo admiro a todos esos personajes porque nunca se rindieron y siempre soñé con ser como ellos. Quería ser como ellos… y al final yo… no soy nada. Mi final podrá no ser feliz, pero se que te hará feliz a ti, madre… adiós…'

Y al final cayó en el duro concreto del camino a un costado de esa mansion.

***

Abrió los ojos y el Shigan se apago. Sus ojos opacos no pudieron ver el hermoso paisaje y sintió un horrible dolor en su pecho.

'¿Quién… soy…?' Sasuke es un vengador, Naruto un héroe. Muchos saben su lugar en este corto camino llamado vida, pero el… "No lo sé…" el no lo sabia. Fue un mal hijo, fue un compañero de equipo, fue un amigo y también un enemigo, fue un criminal, pero ahora… el no podía encontrar esa respuesta. 

Si no sabes quien eres, ¿qué sentido tiene la vida? Toru se acercó a la orilla del edificio con eso en mente. Cerró los ojos una última vez y entonces se lanzó al vacío.

¿Quién soy? ¿Por qué existo? El nunca tuvo un objetivo real. ¿Qué sentido tiene seguir existiendo si no hay nada que él pueda seguir? 

Mientras caía, abrió los ojos y se mordió el dedo.

"¡Kuchiyose no Jutsu!"

¡Puff! Una nube de humo lo envolvió y luego, más abajo en el suelo, todo se rompió, lo que levantó una gran capa de polvo que, cuando se asentó, se pudo ver a Toru sobre el lomo de Okamikase.

'Parece que la vida lo pateo antes de tiempo…' El viejo negó con la cabeza y desapareció, dejando a Toru tirado en el suelo.

***

Al mismo tiempo, Konan se encontraba en el sótano del edificio, donde los cuerpos sin vida de Yahiko y Nagato descansaban. Ella juntó sus manos e hizo una oración para ellos. Sus manos temblaban al igual que sus labios, habían lagrimas secas en sus mejillas. Ella se prometió a sí misma reprimir sus emociones hasta que la paz en el mundo sea real, pero rompió esa promesa y ahora les pedía perdón a sus viejos amigos.

'Yo… no se que hacer…' Sin ellos, ella no es nada, o eso fue lo que pensó, pero inmediatamente frunció el ceño. Ella sabía que eso no es así. Simplemente las palabras de Toru lograron golpearla donde más le dolía y ahora estaba sensible por culpa de eso. 'Debería ver como esta…' El puede ser un excelente shinobi, pero sigue siendo un adolescente inestable. Así que ella decidió ser comprensiva.

Salió del sótano y subió las escaleras hasta llegar a la superficie. Cuando asomo la cabeza por la escotilla, vio a Toru pasar subiendo las escaleras. Ella entrecerro los ojos y lo siguió en silencio, pero cuando dio la vuelta a la esquina, el chico ya no estaba.

Aun estaba ese lugar en el que ambos suelen ver la lluvia, así que se dirigió relajada a ese lugar. 

***

Cuando llegó, encontró que la puerta estaba abierta. Con curiosidad la abrió y allí vio a Toru. La lluvia había cesado y el sol le tocaba el rostro al chico. Se veía más calmado que antes, pero eso no era así. Toru estaba sentado en el suelo. En un momento, comenzó a rascarse la mejilla, su rostro en ese momento era inexpresivo totalmente. Pero lentamente, el aumentó la fuerza en su mano y comenzó a lastimarse, sin darse cuenta, aparentemente.

Ella lo vio y se acercó lentamente, pero el chico comenzó a hacer lo mismo con ambas manos y la sangre salpicó en el suelo. Ella inmediatamente corrió hacia donde él y le sostuvo las manos.

"¡¿Qué estás haciendo?!"

Toru continuó mirando al frente por dos segundos y luego levantó la mirada lentamente. Sus ojos plateados eran completamente opacos a la vista de Konan, era como si a Toru le hubieran arrancado el alma. 

El chico no pareció verla, porque se quedó mirándola como si estuviera en shock. Ella lentamente le soltó las muñecas y Toru se miró las manos. 

"... yo… yo…" Se llevó las manos a la cabeza. Su respiración era lenta, muy lenta, pero esta respiración pronto aumentó su velocidad. Sudor frío cayó por su frente y cerró los ojos con fuerza. Su respiración llegó a un punto en el que era demasiado fuerte, él comenzaba a hiperventilarse. 

Y esto preocupó a Konan. 

"No… no…" Toru negó con la cabeza una y otra vez. Fue como si una gran multitud le estuviera arrojando piedras, solo que estas piedras eran los recuerdos de su vida pasada, los cuales aun le causaban dolor a pesar de que esta vez tenía una nueva vida. Realmente vio todos esos recuerdos como si estuviera viviendo el pasado, por lo que pudo sentir esas mismas emociones.

El chico estaba desesperado, o eso es lo que parecía. Sin embargo, a pesar de este extraño y triste hecho, ella pudo descubrir algo cuando vio a Toru en ese estado.

"Tranquilízate…" Lo tomó de las muñecas otra vez. "Tranquilo…" Ella se dio cuenta de que se preocupaba mucho por este chico. '¿Por qué eres así…? ¿Qué te tiene así…?' Ella de alguna forma quería entender a Toru, pero eso parecía ser mucho más difícil que conseguir la paz mundial. Aún así, este simple acto de Konan, trajo de regreso a Toru.

El Shigan en sus ojos volvió a activarse y finalmente pudo verla. Aunque sólo podía ver el contorno de su cuerpo, él sabía quién era. Él… podía reconocer esas hermosas líneas de muerte, porque ya las había visto tantas veces, que logro memorizarlas.

"Yo… te debo una disculpa-"

El intentó bajar la mirada, pero Konan se lo impidió.

"No. No más disculpas"

"Es que yo… yo solo-" 

Antes de que él pudiera terminar de hablar, Konan se acercó a él y le envolvió los brazos alrededor del torso. Bastante relajada, ella hizo que Toru apoyara la cabeza en su hombro y suavemente le acarició el cabello. Ella al final no entendía a este chico, ella no sabía por qué Toru era de esta forma, pero esto la hacía sentir muy preocupada. Si él iba a ayudarla…

"No vuelvas a hacer eso. No vuelvas a lastimarte de esa forma"

Un poco rígido por el repentino abrazo de Konan, Toru dejó de oponer fuerza en su cuerpo y miró al techo.

"Yo… ni siquiera sé por qué lo hice…"

Ella entendió las palabras de Toru. El caso de este chico es más grave de lo que parece, pero ella no podía entender qué fue lo que hizo que este niño sea de esta forma. ¿Por qué está tan corrompido? Se preguntó a sí misma dentro de su mente, pero al final, como todas sus preguntas, no pudo hallar una respuesta.

Pero aunque parezca difícil de creer, la respuesta es más sencilla y extraña de lo que parece. En su vida pasada, aquel fatídico día, Alek Gusev perdió su capacidad para sentir emociones, no, no fue así. Alguien le arrancó sus emociones y, de ahí en adelante, Alek vivió como un cascarón vacío con el único objetivo de salvar al planeta. Sin embargo, a pesar de que no tenía emociones, él estaba sufriendo aunque no podía sentirlo. Es por eso que, cuando Toru recordaba esa vida sufría tanto, porque al reencarnarse en este mundo, recuperó sus emociones, pero aún tenía las heridas de su vida pasada.

"Ya veo…"

Lentamente bajó sus brazos y le tocó las mejillas a Toru. Había un poco de sangre, él estaba bastante lastimado, pero por suerte solo era una herida superficial. Así que allí lo decidió, sus manos se cubrieron de un brillante color verde y las heridas lentamente comenzaron a cerrar.

Toru se quedó callado y en silencio. Volvió a pensar en lo que hizo y cerró los ojos.

"No lo entiendo…"

"¿A qué te refieres?" dijo ella, obviamente desconcertada por la repentina interacción de Toru.

"No entiendo por qué haces esto por mi. No tiene sentido. No sabes nada de mi, no eres cercana a mi, no me conoces… soy un extraño… Entonces, ¿por qué? Es un sin sentido abismal. Yo…"

Konan se detuvo un segundo y miró al suelo. 

"Entonces déjame conocerte"

"¿... qué?"

Toru levantó la mirada y por un momento sus ojos se iluminaron. Se sintió confundido, pero quería escuchar el por qué de esto.

"Dices que no te conozco y tienes razon. Entonces, déjame conocerte. Déjame conocer al verdadero Asahi Toru."

"..."

Toru… se quedó sin palabras otra vez. Ha perdido su lugar en este mundo y, a pesar de que la insultó a ella y a sus amigos fallecidos, Konan seguía a su lado. Aun con la luz de la muerte en sus ojos, miró a Konan a la cara.

"Yo… a mi…"

El no podía verla en ese momento porque la luz se había perdido en sus ojos. Sin embargo, Konan sonrió al ver el intento de comunicarse de Toru, para ella fue… adorable. 

"Adelante…"

"Me gustan las historias tristes…"

-Konohagakure-

"Otou-sama, necesito toda la información sobre ese día. Necesito saber todo…" 

Ella estaba junto a Hiashi dentro de una de las casas provisionales que Yamato construyó. Hinata aún recordaba el día de la destrucción de Konoha. Ella quería saber todo lo que pasó ese día, quería saber todo sobre Toru, para así… poder matarlo. Ella ya lo ha decidido, dejará el pasado en el pasado y mirará al presente. No quería sufrir más por culpa de un criminal. Aunque en el fondo le seguía doliendo todos los sucesos de estos últimos tres años.

Mirándola, desconcertado, Hiashi suspiro y desvió la mirada por un segundo a las personas ayudándose entre sí a reconstruir la aldea. Un pétalo dañado de Sakura cayó cerca de su pie y sonrió levemente. Tomó el pétalo entre sus dedos y lo miró detenidamente.

"Hinata, cada persona es un mundo diferente, por lo tanto, todos tienen mentalidades diferentes"

"Otou-sama, eso no es lo que pregunté"

"Lo sé. Te has vuelto muy sería y dedicada. Una parte de mí se siente orgulloso, pero la otra me hace sentir triste. Has crecido mucho, Hinata. 

"Otou-sama…"

"Hanabi ahora es chunin, también ha crecido mucho. Y hablando de ella, ahora mismo está ayudando a las personas. ¿Por qué no vas y le echas una mano?"

Ella estaba confundida. ¿Por qué su padre actuaba tan amable repentinamente? Él no es así, pero…

"Yo solo quiero saber…"

Hiashi levantó las cejas y luego sonrió.

"Te preocupas mucho. Solo por esta vez, te diré algo que tal vez te sirva. Hace nueve años, Sandaime Hokage me ofreció a Asahi Toru en adopción"

"¿...qué?"

"Hokage-sama me dijo que podía entrenarlo como un arma para nuestro clan, pero me negué. Pienso que Hokage-sama sabía lo que pasaría si Asahi Toru se alejaba de Konohagakure. Él se volvería en nuestra contra…"

"Pero eso no tiene sentido"

"Lo tiene, te lo aseguro. Imagina que asesinan a toda tu familia y que conoces a la persona que lo hizo. ¿No querrías buscar venganza? Estoy seguro de que entiendes, ya eres mayor, una Jounin de nuestra aldea"

Hinata agacho la mirada y recordó el como Toru asesinó a Hiashi. Ella sintió ira y quiso venganza al instante, pero ahora que su padre lo decía de esta forma, era verdad… a Toru le pasó lo mismo. Él quería que ella lo odie para el resto de su vida, para así no involucrarla con un criminal.

Entendió bien a lo que Hiashi se refería, pero no justificaba las acciones de Toru.

"Déjalo ir, Hinata. El ha abandonado todo lo que era. Ahora es alguien diferente y, según las palabras de Uzumaki Naruto, el ya no será un problema para la aldea"

"¡No puedo hacer eso! ¡Él es un asesino, un criminal! ¡No puedo dejar que ande a sus anchas así como si nada!"

"Hija mía, tú más que nadie entiendes que si lo matas, al final serás igual que el. No justifico las acciones de nadie, solo soy realista. Si quieres matarlo, adelante, no te detendré porque ese será el camino shinobi que has escogido, pero también tendrás que sufrir las consecuencias. También debo pedirte una disculpa por todos estos años, al final me di cuenta que no quiero que ninguna de mis hijas muera antes que yo. No soportaría ver a mi familia morir otra vez"

"Otou-sama… yo…"

"Solo piénsalo un poco, no te apresures. El tiempo se hará cargo de sanar tus heridas"

Hiashi se levantó y fue a ayudar a las personas con la reconstrucción. Esto dejó a Hinata indefensa y pensativa. Ella ya no sabia que hacer, este dolor, este odio, este amor…

-Al día siguiente, Amegakure-

Después de lo que pasó ayer, Toru se sintió un poco agobiado. Estuvo durante dos o tres horas charlando con Konan. Ambos hablaron de muchas cosas, mayormente sobre lo que les gusta y lo que no. A pesar de que ahora se sentía cansado, no pudo evitar pensar que esas horas junto a ella fueron relajantes. Ella logró calmar a este chico, pero aún así él seguía con esa pregunta una y otra vez en su mente.

¿Quién eres?

La respuesta aún estaba muy lejos. Así que decidió seguir con esto hasta encontrar esa ansiada respuesta. Y para eso…

"Ya he tomado mi decisión" Mirando las dos esferas de chakra en el frasco de vidrio, Toru entrecerró los ojos. En su mirada, la luz se ha perdido, pero él podía recuperarla implantando los ojos de Shisui en su cuerpo. Después de aquella charla, él tuvo la necesidad de poder ver a Konan otra vez. El no ha olvidado la apariencia de esa mujer, pero quería verla nuevamente.

Además, aunque estaba la gran posibilidad de perder el Shigan, obtendría el Genjutsu más fuerte. Así que…

"Si… es lo que haré…"

Se dirigió al laboratorio para pedir la ayuda de Akiko. Ella fue entrenada por Toru en distintos campos que al final terminó dominando sola, sin duda es una mujer prodigiosa. 

'El genjutsu más fuerte, la posibilidad de despertar el Susanoo…' Imagino las posibilidades y miró al frente con seriedad. 

Camino solo en la lluvia por algunos minutos hasta que se encontró frente al laboratorio, pero justo antes de entrar…

"¡¿...?!" Sus ojos brillaron en color carmesí y una fuente de chakra se conectó a la aldea. Toru miró hacia atrás y reconoció ese chakra. 

El dijo que volvería, él lo había dicho. Apretó los puños con fuerza y frunció el ceño. 

"Madara está aquí…" Al otro lado de la aldea, Konan pensó lo mismo.

Continuará…