Let's Dance (3)

—¿Usó magia?

—No

—Estoy segura que hizo trampa

—¿Ah, si? ¿cómo?

—... No lo sé, pero lo descubriré

—Dejalo así, fue un combate honesto

Los otros e incluso ajenos a esa plática se quedaron algo inquietos y sorprendidos por esa respuesta de quién resultó perdedor.

»Si, se que de mi boca salió eso, cuesta aceptarlo, pero creo que lo entiendo… esa chica está altamente entrenada para tomarse en serio una pelea, cuando dió un paso y notó que no hice nada, enseguida lo entendió

Rió un poco por la ironía.

»Me dejé llevar pensando lo que ella iba a hacer que simplemente no hizo nada y eso fue todo, realmente me tuvo desde el principio, bajó tanto su guardia que me desequilibró totalmente, estuvo a un nivel que uno siempre está acostumbrado a sentir las ganas de matar del otro... pero ella… dios mío, es la mejor derrota que he tenido en mucho tiempo

Podía verse feliz a pesar del resultado, había pasado por mucho y tenía cicatrices de batallas, pero nada como el recuerdo y forma en la que acababa de perder.

»ustedes, no se atrevan a perder antes de enfrentarla, valdrá la pena y si es posible, hagan lo que sea por ganar

Sus compañeros estaban serios y sabían que esas palabras estaban llenas de orgullo y deseo hacia ellos, cosa que nunca pensaron escuchar.

—De acuerdo, verás que podemos

Pero aunque en ese lugar todo seguía tranquilo, Zartemist miró a quien ahora se había enojado por solo ser humillada tan de golpe, aún cuando ni siquiera apenas se habían conocido bien.

—Nada como ver el orgullo lastimado de la realeza, me encanta la vista

El arma preferida y mejor manejada de Vixlex era como todos, la espada, más como todo privilegio y más al ser un reino mantenido a base de armas y fuerza, ella podía entrenar con lo mejor del reino, lo malo es que solo lo hacía por deber real, más no por necesitarlo, no lo creía necesario… hasta que pasó tanto lo del castillo como lo de Gabriele.

»Niña tonta— dijo Zartemist antes de irse

El día siguiente llegó y con eso el siguiente enfrentamiento un poco más temprano ya que como era esperado, los otros más fuertes habían logrado avanzar, aparte que lo más extraño es que ella no estaba mirando cada combate, solo terminó lo suyo y se fue de ahí.

Claro que hubo quienes pensaron que ella subestimaba a todo mundo, pero otros la miraron ver las peleas fuera de la arena, no sabían por qué era eso mejor que verlo de cerca…

«Al menos aquí hay movimiento normal y no me tenso tanto» pensó ella para tranquilizarse «me pregunto si realmente el asalto al castillo fue solo lo único que al profesor Azrael se le ocurrió hacer… bueno, sea otra cosa, tengo que ver por mi misma»

Repentinamente en el cielo una sombra pasó y todo mundo miró que fue eso, era un dragón además de otros detrás de este, los niños le apuntaron, otros solo lo ignoraron y unos cuantos miraron hacia donde se iba.

Antes de todo, gobernaría el pánico, pero con el pacto de no agresión que se respetaba, nadie podía hacer ni siquiera un llamado de atención por qué a menos que sea un desastre llamativo o un real ataque no te harían caso… claro que investigarán, pero sin llamar la atención innecesariamente. Más uno se detuvo y se mantuvo en el aire, Gabriele sabía que le estaba mirando, así que se movió a una calle oscura y apartada de la gente, ahí apareció alguien más.

—Señorita Gabriele, que sorpresa verla por aquí

—Hola, Sadler, vengo por un favor con el torneo, nada más

—Disculpe mi insistencia, ¿en serio?

—Totalmente, aunque anteayer al parecer a cierto general se le ocurrió hacer algo en el castillo, es totalmente ajeno a lo mío, lo prometo — dijo ella enseguida

—Confiare en usted por qué se que es verdad, de hecho, estaba haciendo rondines con el grupo que vió antes, estaremos ahí unas veces

—Ya veo, bueno, no quiero quitarte más el tiempo

—Hasta luego… antes, antes de irme, ¿puedo sugerirle algo?

—¿Que cosa?

—Al parecer la princesa es muy orgullosa y escuché que va a sacar un arma de los que perteneció a los héroes… si usted está en ello, tenga mucho cuidado

—Lo tendré, muchas gracias, más algo me dice que cierto lugar podría aprovechar ese movimiento pues ella está comprometida con el hijo del rey de ahí

—Los rondines son parte de la excusa, hasta luego

—Hasta luego, con cuidado

Sadler desapareció después y todo volvió a la normalidad.

—¿Por qué hablar así con el me tranquiliza más que estar sola? Tal vez la costumbre y las conspiraciones… tal vez…

Se fue a su lugar en la arena para esperar su turno. Mientras tanto, el Rey y la Reina de Yireila estaban hablando con Zartemist.

—Mi rey, no es por nada, se que es sabio y todo eso, pero honestamente lo voy a decir aunque no tenga autoridad para decirlo, lo que está pensando es estúpido, lo siento, ya lo dije, lo siento, es verdad — dijo Zartemist cuando se enteró sobre lo que dijo Sadler

—Tambien se que es estúpido, pero… es lo mejor para ella— dijo la Reina

Y ganas no faltaron de gritar, pero ya había dicho demasiado.

—¿Por qué?— la incertidumbre de Zartemist no cabía y no era como si no quisiera soportar decir eso y lo anterior

—¿Recuerdas cuál es nuestro lema?— preguntó el Rey

—Si, "Tiempos difíciles crean hombres fuertes, los hombres fuertes deben crear tiempos buenos tiempos, para no tener tiempos difíciles"

—Asi es… pero hay algo que nunca nadie se ha contado de esa frase… que la mitad es falsa… no es nada serio, solo algo igual de cierto

—Tiempos difíciles crean hombres fuertes, hombres fuertes crean buenos tiempos, buenos tiempos crean hombres débiles… — dijo la Reina con orgullo

—Hombres débiles, crean tiempos difíciles— Zartemist completó la frase—, ya lo entiendo… pero…

—Lo sabemos, cuál sea el resultado, es cosa de la tradición

—Entendido… pero debo advertirles, que ellos se lo toman demasiado en serio

—Es lo que esperábamos y gracias por la advertencia, lo sabemos muy bien

Zartemist se fue de ahí apenas satisfecha, no enojada pero si molesta por la forma en la que se llevaría a cabo todo.

—Y aún así no dudo que vaya a pasar algo más fuerte

El momento llegó, Gabriele estaba a un lado y al otro, estaba esa chica, decidida y más que nada, feroz, Gabriele por su parte miro su cintura.

—Disculpa

Era la primera vez que ella hablaba con alguien extraño y más en esas circunstancias. La chica fue tomada algo por sorpresa.

—¿Que pasa?

—Mi hermana usa un florete como el tuyo, es una buena arma para la agilidad, suerte

Ese halago casi sin sentido la hizo dudar algo, ¿era realmente su forma de explicar algo o estaba alardeando nada más?

Las dos caminaron al centro de la arena y como el día anterior, más gente estaba ahí, mirando y expectantes a lo que pasaría.

Dos guardias veían eso desde arriba de todos.

—¿Que opina la capitana?

— Dice que será fácil para la extranjera

—¿Entonces piensa que lo anterior solo fue suerte?

—Mas que eso, hasta los que van a ese lugar están apostando más a ella que a los nuestros… y honestamente si gana esto, será lo que haré

—Eso se consideraría traición…

—¿Y no vale ganar dinero? Si ellos lo hicieron sin remordimientos significa que lo sabían y lo saben

—P-pero la otra chica, es la que ha vencido a más personas, no tanto como los otros pero si…

—Solo hay que observar, más una cosa es clara, lo anterior solo fue apenas una probada, lo que viene ya es lo más serio que puede haber

Más aquella chica al acomodarse y prepararse replanteó su estrategia.

«Si ella dice eso… quiere decir que estoy algo en desventaja, no se que tipo de persona y estrategia esté pensando, pero igual no tiene que tomarme por sorpresa, no se si lo anterior fue suerte o si lo que dijo él fue cierto, lo único que importa…»

—!Comiencen¡

—... !ES MOVERSE PRIMERO¡

Cualquiera que haya parpadeado se perdió del gran paso hacia adelante que cortó la distancia como el disparo de una bala, fue tan rápido que el referí sintió y escuchó el silbido del aire.

Gabriele reaccionó igual y bloqueó el "disparo" al desviarlo, más no acabo ahí, la espada se curvó lo necesario para atacar por la espalda lo más rápido que podía. Pero aún así no dió en el blanco y la chica se retiró en un paso hacia atrás.

—No mentía

Un cambio muy rápido de manos impidió el "punto" si el impacto lo desvío por la derecha, su brazo usado no podría seguir bloqueando, así que rápidamente cambio el bloqueo con otra mano para poder alcanzar el punto de impacto.

—"El latigazo"— dijo Gabriele

—¿Lo conoces?

—Mi hermana lo ocupa mucho, debería darle las gracias por eso

—Interesante familia la que tienes

—No te lo imaginas, bien, ahora voy yo

Y se acercó no del mismo modo, sino más directo y un poco lento. La chica dió un paso hacia atrás y se preparó para un golpe desde abajo, lo que pasó después fue raro.

De un giro muy rápido, Gabriele se desprendió de su abrigo y lo arrojó hacia el frente con un poco de tierra en el suelo.

«¿Un escudo de distracción?

Después se escuchó el salto y se preparó… y siguió así. No sintió el aire en sus pulmones, pero el dolor en el estómago la dominó por completo pues cayó de rodillas, el abrigo cayó a un lado.

—Podía ir de frente y estaba dispuesta a eso, pero veo que fue una apuesta arriesgada— dijo Gabriele

Ella tenía sus cuchillos en el pecho y espalda, apostando a lugares donde estaban los nervios. Le ayudó a recuperar el aliento al doblar los pies hasta que lo logró y se fue, no sin antes tomar su abrigo desde el suelo.

Toda la gente vió eso y grito tanto de frustración como de impresión, claramente nadie se esperaba esa estrategia, usar ese tipo de escudos improvisados... era nuevo para todos ellos.

Gabriele está sentada y a lado de ella está la chica ya recuperada.

—¿Nunca le has ganado a tu hermana?

—De todas las veces, solo 3 he ganado— respondió Gabriele con sinceridad

—Ya veo

Ambas estaban hablando en los vestidores.

—¿Quieres ir a pasear? Me encantaría conocerte más

—Claro, no tengo nada más que hacer

No desaprovecharía la oportunidad de conocer a más gente ni de ir de turismo con alguien de ahí. Cosa que disfrutó mucho tiempo hasta la tarde.

—¿Y hay de todo?

—Bueno, puedes decidirlo, si quieres ser caballero o lancero, te prueban para saber realmente lo que más te convendría

—¿Y si es algo que no quiero?

—Pues como dije, es decisión propia, no pueden forzar algo como eso, además, estás pagando por el servicio, no puede haber quejas desde el principio, ¿verdad?

—Cierto

—Hasta parece que le estoy dando patrocinio…

—No importa, aunque me encantaría ir ahí, pero no tengo contactos para eso y mi familia está aquí así que…

—Ve un día de visita, te mostraré el lugar así como tú aquí lo has hecho conmigo

—Claro, me encantaría

Siguieron hablando de muchas cosas, así como el siguiente enfrentamiento que ambas sabían, Gabriele iba a tener.

—Basilio… es muy centrado, estoy segura que lo que hiciste, él no caería tan fácil, podía cortar tu abrigo, pero eso sería más difícil para mí esgrima — dijo la chica con confianza —, él por otra parte incluso habría hecho ráfagas de aire como si nada y no tendrías oportunidad, de la otra chica, bueno, es casi igual a ti, no habla y no podría decirte su modo de pelea, casi no hablamos entre nosotros y ella así que…

—Con eso es suficiente, muchas gracias

—De nada, me tengo que retirar, mucha suerte el día de mañana, la próxima te vencere

—Si, hasta mañana, lo espero con ansias

La princesa por otro lado no podía soportarse, no la calentaba ni el sol, solo seguía en su entrenamiento, incluso Zartemist la ayudó en eso, no había nada más que hacer.

«Niña tonta, no soy una niña tonta» era su único pensamiento

Lo que le pasó antes le había afectado, ser la hija del Rey, ser alguien que deberá tomaras riendas del lugar, un lugar donde la confianza y lealtad hacia aquellos que no fallan es lo importante, incluso se podría decir que la tradición de no hablar de algo que pasó dentro el castillo le salvó de volver la situación todavía peor.

No era alguien que supiera pelear desde que nació, era una chica que le fue inculcado el pensamiento de ser más fuerte y saber serlo, pero más allá, que aquel que no falle en algo necesario y acordé a su estatus, era signo y digno de confianza, más lo que ocurrió provocó en ella la necesidad de hacer lo necesario para que nadie ni aún enterado de lo que pasó, pensará que Vixlex no era apta para el Reino.

—Lo que es la presión de la realeza… me pregunto si realmente es necesario algo como esto— dijo Zartemist en voz alta—, pero algo es seguro, esto traerá problemas con Azrael… debería empezar igual a prepararme para casos como él, sería un error no hacerlo... ese es el punto al final de todo