Capitulo 26: *Gruñido*

*"Podré ser el malo, pero jamás el monstruo"*

— Anónimo

Nunca supo ni sabrá cuando nació, donde nació ni nada de sus inicios de su vida, solo un día estaba avanzando lentamente por el bosque más lluvioso que podía ser, ya había perdido la noción del tiempo, de su vida, del hambre y demás cosas normales en su cuerpo, solo tenía conciencia que debía vivir, pero nunca como.

Estaba tan fuera de si que no sabía que era cada cosa.

Árboles, rocas, plantas grandes y animales grandes solo eran cosas molestas y estorbosas, cosas pequeñas de su tamaño y aún más en miniatura, eran cosas inservibles.

Solo era él contra la necesidad conciente de seguir adelante, no sabía por qué, no sabía para que, no sabía ni siquiera en qué condiciones estaba su cuerpo, solo quería avanzar. Avanzar y avanzar aún cuando fue tomado de los costados… ¿Costados?

—Mira, mira, Aisha, mira esto

—¿Qué? ¿...que demonios? !suelta eso¡

—No, ¿Por qué? Es muy lindo

—!¿Lindo?! ¿!Esa cosa te parece muy linda!?

—¿A ti no?

—!Por supuesto que no! ¿¡Quien le diría lindo a un Mykure hecho zombie!?

El supuesto Mykure abrió la boca ligeramente y gruñó como si tuviera una fuga de aire en los pulmones.

»¿Ves? Ni puede exhalar o respirar normalmente

—Claro que si, así es como tratan de intimidar… además de oler feo, ya eso tiene, ¿Puedo llevarmelo?

—Por supuesto que no, estás loca si crees que un infectado de ese tipo estará con nosotros.

—... Mmmhm… !Ah¡

La chica hizo aparecer una frazada y la rodeó por todas partes del cuerpo del Mykure, menos el hocico y cara.

»¿Y así?

—¡Que no!

Y momentos después estaban acampando mientras el Mykure estaba amarrado a un palo como un caballo para entrenar carreras, claramente aún continuando sin detenerse sin importarle que el lazo se hiciera mas pequeño cada vez en cafa vuelta.

»¿Por qué siempre haces esa cara?

—Por que me gusta como te pones cuando aceptas

—... Te odio

—Lo sé

El Mykure seguía en lo suyo, sin prestarles atención, solo escuchando por qué si, solo mirando un poco con la sola poca conciencia que tenía, pero sin interrumpir su inevitable caminata sin sentido.

—... Pero aún así, acepto que es curioso, ¿Cómo es que esa cosa se infectó? No sé supone que son casi inmunes a todo?

Preguntó un sujeto caucásico de pelo rojizo rizado, de armadura sencilla, una espada larga apostada a un lado, ropa normal y una expresión de haber estado en varias batallas, una cicatriz en la parte baja del ojo y un parche en el otro.

—Por eso se me hace algo muy lindo, está peleando por seguir vivo aún en ese estado… veo que el virus sigue aún cuando se supone es para los humanos… qué ironía

Una Konaouku cubierta del cuello hacia abajo únicamente con un gran abrigo color beige con volantes rojos, marcas negras, era demasiado sencillo, incluso en las mangas extendidas hasta las manos, todo en un grosor al parecer no molesto para ella de piel morena clara, el rostro cual humano con apenas rasgos felinos como los ojos rojos los colmillos, las garras y la sensación juguetona pero seria, lo raro en ella es que no media lo promedio de los Konaoukus normales, era alguien bastante primedio de altura, ni que decir sobre el moño característico de su especie en la ropa o que decir de los ojos, pues ella tenia un ojo color rojizo y el otro color negro, teniendo heterocromia.

El par de aventureros estaba en búsqueda de trabajo, ya sea de sicarios, guardaespaldas, lo que sea, los estragos de la guerra dragón estaban en apenas su auge, todo el desastre llevado por semejantes bestias que usaban los poblados y cualquier sitio grande y rocoso como ring de lucha, hacia que las cosas y conseguir las cosas sea una tarea de muerte, ya sea por una bala perdida, la caída de un dragón o simplemente el fuego mágico, este último creando enfermedades y desastre más que lo anterior.

Así que ellos siendo quienes no tienen a donde ir, decidieron hacer eso solo para sobrevivir, nada de asentarse en algún lugar, siempre se daban noticias como las anteriores o ataques de otros bandidos y grupos que solo querían sobrevivir a la fuerza.

Ambos estando acampando en aquel bosque lluvioso pero resguardados de la lluvia debajo un árbol gigante.

—La comida de ese centauro es deliciosa— dijo el chico

—¿Y no le dolió al centauro?

—¿Las hamburguesas normales son deliciosas?

—... Eso es racista, pero cierto… te toca hacer guardia— dijo ella estirando los brazos después de comer

—Ok, nada más no ronques… y trata de alejar esa cosa de mí

—Esta asegurada, no te preocupes… ¡Y no ronco tan feo!

—Solo por qué no te escuchas no significa que no lo hagas

El Mykure seguía solo caminando, con la parte izquierda de su cara totalmente podrida, una pierna con apenas músculos y una expresión horripilante… pero aún así sin detenerse.

Habían pocos campamentos grandes, todos resguardados fuertemente por vigilantes entre puestos de vigilancia y en los alrededores.

Podías ver a sobrevivientes, gente sin hogar, todos desesperados por tener a donde ir, donde comer y más que nada, esperando que todo termine.

—Igual que en todos lados— dijo ella mirando su alrededor

—Y tu con tu maldito zombie

—!Hey, eso es despectivo¡ Déjalo en paz, al menos se comporta

—Solo por qué le pusiste un bozal y le cubriste más las extremidades… de milagro no lo rompiste

—Hehe

—...

Así era el día a día de ellos, huyendo de peleas sin sentido entre dragones en el camino al siguiente lugar, regateos y trabajos para seguir vivos, todo para poder avanzar y esperar a que todo termine de "buena manera"

—Mm~ mmmhm~~~~ está comida es deliciosa— dijo la Konaouku con gusto

—Gracias gracias, el sazón está en las especias— respondió su compañero halagado por ello

—Vaya, esa experimentación de comida y sabores vale la pena

Le arrojó un poco de carne al Mykure, este la ignoró y siguió en lo suyo.

»Algun día

El borde del bosque era algo silencioso, habían pocos insectos y animales en aquella área, todo por lo que ha sucedido, tampoco era como si fueran los últimos o únicos en huir de ese tipo de guerra, ni que decir sobre la comida, era bastante escaza por lo mismo.

—...

—...

Así que un movimiento brusco en el bosque a plena media noche era totalmente extraño.

Los dos se levantaron rápido y tomaron sus armas, menos la Konaouku que colocó las mangas de su ropa y sus garras se extendieron, del humano solo tenía una espada.

Alrededor era solo más que árboles que arbustos así que era complicado saber de dónde venía el sonido… para solo después un cuerpo aparecer justo encima la fogata, apagandola de golpe y tomándoles por sorpresa.

—¿!Qué de…

Inconscientemente el humano tomo a la Konaouku y el cuerpo sin identificar y los llevó a la copa del primer árbol que encontró, ella no entendía eso, pero aquel sonido se hizo más fuerte hasta ser un grupo de soldados extraños.

—No está aquí…

—Hay una fogata recién apagada, significa que también habían otros aquí, debieron huir cuando escucharon lo que hacíamos

—Son demasiado rápidos, eso está bien, con que no le hayan encontrado es mejor, sigan buscando

Un paladín junto a un grupo de soldados normales aparecieron, hablaron eso y volvieron a separarse, el grupo de tres menos uno que estaba inconsciente miraron eso, después hubo un cambio, la Konaouku cargo con ellos y dando saltos entre los árboles se alejaron de ahí lo más rápido que podían.

Estando a máximo 20 kilómetros ella se detuvo volviendo al bosque por necesidad.

—¿Por qué trajiste a esto?— preguntó ella descansando sin gritar pues apenas tenía fuerzas para hablar

—No… no se, solo, fue impulso y por como se veían esos tipos creo que no querían que nadie se enterase, vez, ahora todos andan con lo que les conviene…

El humano se acercó a quien tenía y le dió vuelta… pero lo que vió lo dejo algo aturdido e intrigado.

»¿Que es?

—... No lo sé, pero deberíamos

Y enseguida sin previo aviso, una mano lo tomó de su brazo.

El estar frente a frente lo que era él claramente lo había asustado lo suficiente como para recordar claramente como se sentía el miedo en el principio de su vida.

—Aahh… por favor… te imploró… no dejes… dejes que lo vuelvan a tomar…

—¿T-tomar? ¿Eh?

Y con su otra mano saco dos cosas, una esfera, un mapa y un libro.

—Se los suplicó… lleven esto a… a dónde pertenece, todo… todo volverá a la normalidad… se los suplico… no dejen que ellos rompan el mundo… se los imploro

Después su mano bajo y casi cayó, pero fue sostenida por la Konaouku, está solo lo miró y después aquel extraño ser murió frente a ellos.

—... ¿Ok? Eso… eso fue raro…

Aquel humano seguía con las dos cosas que le dió el ahora muerto.

»Una esfera con humo negro y un libro extraño… ¿Qué hacemos?

La chica seguía mirando al muerto descansar al fin.

—Primero, enterrarlo, segundo… no lo sé

Después de hacerlo e incluso que el Mykure intentase comerse un poco de la piel del fallecido seguían pensando en eso.

—¿Crees que se pueda vender algo de esto?— preguntó el hombre

—¿En esta época donde te matarían por una mazorca? No sé, tu dime

—Mmm, no lo digas tan directamente… ¿Crees que?

—No es seguro, pero por otro lado… no vendría mal saber que es esto, ¿Que tal si encontramos algo?... Claro lejos de esos tipos que lo venían persiguiendo

—... Bueno, de algo hay que morirse

Preparándose nuevamente, miraron el mapa y se dispusieron a irse.

En parte del camino ella intentó siempre tratar de hacer que él Mykure hiciera algo más que caminar, pero sus intentos siempre eran ignorados.

Un día de aquellos, los tres estaban en uno de tantos puestos y campamentos de refugiados, todo transcurría con normalidad, la gente regateaba, los guardias al pendiente ensu turno y los extraños paladines hacían rondines buscando algo.

—Es extraño, ¿Cómo supieron que tendríamos que venir aquí?— preguntó el hombre al ver pasar al mismo paladín de esa noche

—Puede ser cualquier cosa, incluso que ese mapa no fuera el único…

Y lo sintió, dió un lado adelante y el Mykure salió volando, pero su compañero no tenía tanta suerte.

Lo vio forcejear con otras personas mientras peleaba por no ser sujetado, ella se movió rápido y trato de atacarlos, pero fue controlads enseguida por otra Konaouku.

—¡¿Qué?!

—Solo dejate caer

Y después sintió que algo se incrustaba en su muslo, era una jeringa que al verla fue retirada después.

—...

—No te preocupes, no podemos matarlos, no deben morir

Escuchando eso cayó al suelo, el Mykure se acercó a ella, pero no sabía si por preocupación o simplemente para morderla.

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Repentinamente siente todo, algo lo rodea, no sabe cómo llegó ahí, solo sabe que debe salir de ahí, sus sentidos se agudizan al maximo para al menos saber que está pasando pero algo los bloquea, solo puede escuchar como si estuviera debajo el agua, no tiene la sensación típica de la humedad, aumenta más los sentidos y solo escucha una cosa.

**---Adelante**

Pelea por respirar, pelea por moverse pero a pesar de ordenar a su cuerpo hacerlo, no siente una conexión completa con el, como si algo estuviera en medio, algo incrustado a la fuerza que es como un gran muro liso que no puede escalar.

Pero lo intenta, los ruidos ahogados son más apresurados pero así como escucha cada vez más fuerte, también siente como esa misma pared o al menos su estructura empieza a ahogarlo.

No sabe por qué, no sabe la razón, pero intenta escapar, pelear, de todo por no caer nuevamente en eso... Algo lo espera alguien lo espera, no sabe quién, pero siente muy en el fondo que a pesar de salir de ahí, su fin está cerca y ella está ahí esperando, esperando desde hace mucho tiempo.