Nian Xiaomu: —¡¡...!!
¿Era eso lo que ella había querido decir?
Nian Xiaomu levantó la cabeza para mirar a las personas que la rodeaban. Todos ellos parecían estar de acuerdo con lo que Xiao Liuliu había dicho y, como resultado, guardaban silencio.
Incluso Yu Yuehan miraba a Nian Xiaomu con una cara inexpresiva, como si estuviera considerando si debería dejar que ella le devolviera el beso...
La parte más aterradora era la quietud en la habitación.
El cuerpo de Nian Xiaomu se congeló en su asiento. Muy rápidamente, Xiao Liuliu se deslizó de sus brazos, corrió hacia Yu Yuehan y lo arrastró hasta plantarse frente a ella.
Sonriendo como si hubiera hecho un gran trabajo, frunció los labios y dijo: —Hermana bonita, Papi está aquí. ¿Quieres besarlo?
Nian Xiaomu: —¡¡...!!
Mirar a la figura alta que estaba frente a ella hizo que Nian Xiaomu temblara en su asiento y casi se cayó de la silla.
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