Tenía 17 años cuando la conocí, su nombre era Rubí su belleza me hizo pensar en ella toda la noche. A la mañana siguiente decidí hablarle por primera vez me presenté y la invite a un helado, no pensé que aceptaría mi invitación pues nos acabamos de conocer, ese día fue muy alegre para mí conseguí su número de teléfono y hablabamos todos los días posteriores sobre cosas que pasaron en el colegio, libros que leímos, gustos, comida, etc.