¡Bang!

Serena Williams era una mujer hermosa y, aunque era bastante delgada, no se le podía llamar pequeña. Tenía cabello castaño oscuro, como Lex, y una piel clara que a menudo se bronceaba demasiado rápido. Pero sobre todo, era una mujer inteligente.

Aunque la inteligencia no era algo que se pudiera ver a través de la apariencia, algo en su semblante hablaba de una mente que superaba a todos sus pares. Su mirada, aunque enfocada en una cámara, parecía mirar desde la pantalla y observar fijamente a Lex.

—Me han informado que nadie puede encontrarte en el planeta —finalmente dijo—. Ni siquiera llamaste a tus padres antes de partir.

Lex tuvo que resistirse a que su labio temblara. ¿Era eso realmente lo importante en aquel momento? Pero una traza de decepción también llenó su corazón. Esa simple declaración era más que suficiente para saber que sus padres le habían estado ocultando secretos, por la razón que fuera.