Narrador
Todos se levantaron horrorizados ante la escena. Estaban por salir afuera, y lo hubieran echo si no hubieran visto lo que hizo el albino.
Con una rapidez aterradora, el chicos apuñaló al lobo en su garganta, abriéndola por completo. Cuando el lobo cayó al suelo, este lo tomo de la pierna y lo lanzo hacia los cerdos, y estos de inmediato empezaron a comérselo, siendo una escena sangrienta.
El menor intento limpiar un poco de la sangre de su vestimenta, pero al ver que lo estaba empeorando soltó un suspiro. sin saber que hacer volteo hacia la ventana de la casa, notando como toda la manada lo veia pálida. Este sin darse cuenta del por qué, simplemente los saludo agitando su mano mientras sonreía con una sonrisa tierna... Bueno, lo sería si su cara no estuviera cubierta de sangre.
El albino camino hacia la casa y entro en ella. Camino a la cocina y tomo un trapo húmedo, miro hacia el comedor y vio como todos lo observaban, a través de la isla de la cocina.
El albino empezó a pasar lentamente el trapo por su cara, sin saber el por que se veían un poco nerviosos y algunos aterrados.
- ¿Están bien?- pregunto algo preocupado-. Están muy pálidos...
El menor sin siquiera importarle algo, se sacó su buzo lleno de sangre, dejando ver su cintura descubierta por el levantamiento de su camisa.
- creo que tendré que tallar mucho esto...- susurro mientras metía la prenda en un balde y lo llenaba con agua caliente, para después tallar un poco. Después tiro el agua roja y volvió a llenar el balde, pero está vez agrego jabón para la ropa. Siguió limpiando la prenda, logrando salvarla por la sangre estar húmeda todavía.
- estaba pensando... Está noche podría preparar pizza casera, vi una receta en Internet y me llamo bastante la atención... ¿Les gusta la idea?- pregunto con una sonrisa, mirando a los demás.
Estos seguían un poco aturdidos por lo visto anteriormente, no sabían como reaccionar. un ser tan dulce como su omega era capaz de degollar de un movimiento a un lobo cuatro veces mas grande que el así de fácil... no era normal.
- ¿por... ¿por que no hiciste eso cuando yo te ataque?- pregunto aturdido el beta castaño de lentes.
- por que no sentí que fueras una amenaza, créeme, cuando algo me amenaza, dejar que salte sobre mi y me toque no es lo primero que hago- dijo en un tono profundo y frió, para después sonreír-. ¿les gustaría la pizza con extra queso?, dicen que no es bueno para el colesterol, pero aun estamos jóvenes... supongo.- soltó una risa al final.
El albino se volteo y comenzó a sacar unas cosas para la pizza, como la harina, la levadura que usaría, los moldes , la salsa de tomate, etc. para la masa, hirvió un poco de agua, lo coloco en una taza y coloco azúcar y sal, espero a que se enfriara un poco y le echo levadura al agua, tapando la taza. paso a la salsa, para lo cual corto cebolla y lo puso junto a salsa de tomate en una olla junto a un poco de condimentos. cuando la levadura estuvo por arriba del agua, lo puso en un bol con harina antes puesta. amaso un poco y lo dejo leudar tapado con un trapo. termino con la salsa y prendió el horno mientras esperaba los treinta minutos de la masa.
se sentó en la isla de la cocina, mirando como se encontraban el resto de la manada, notando que ya estaban mas relajados.
- lamento si lo que vieron los perturbo o cambio la imagen que tenían de mi, pero si no lo hubiera echo me imagino que saben que me hubiera arrancado la cabeza- dijo simple y con una sonrisa algo burlesca.
- no digo que estuviera mal, el intento matarte primero... es solo que lo hiciste tan rápido y natural que pareciera como si estuvieras acostumbrado a eso- dijo pasando una mano por su cuello la rubia.
- lamentablemente, me crié en un hogar en el cual tenia que estar alerta la mayoría del tiempo, supongo que mi reacción no es algo a lo que ustedes están normalizados a ver. lo lamento, me vi un poco insensible sin creer que los afectaría verdaderamente- soltó un comentario algo pasivo-agresivo sin darse cuenta.
- esta bien, agradecemos que puedas defenderte, si no estamos cerca no quisiéramos que te pasara algo, pero supongo que eso fue subestimarte- dijo parpadeando rápidamente el castaño, recién despertando de su pequeño trance.
- si... eres muy hábil y sabes defenderte... solo que no entiendo del todo porque se los diste de comer a los cerdos.- sonrió algo incomodo el delta castaño.
- ho... si, eso. no se porqué lo hice, creo que fue lo primero que se me ocurrió. es que antes de eso me había acordado que los cerdos comían de todo y cuando... ya saben... pensé que seria lo mas fácil... ademas de que no se enterrar cadáveres- dijo directo, siendo un poco tierno su pensamiento, pero aterrador el acto.
- oh, bueno... creo que estamos de acuerdo que esos cerdos los venderemos ¿no?, no quiero comer algo que se comió a otro de nuestra raza- dijo rápidamente el mitad albino.
- supongo que estará bien, yo tampoco quisiera...- finalizo el azabache de mechón rubio-. lo malo es que el carnicero nos sacara un ojo de la cara para que corte la carne y podamos venderla.
- ¿no saben como cortar cerdos?- pregunto extrañado.
- nadie sabe, normalmente los usamos para cuando tenemos visitas, y siempre hay alguien que sepa, por lo que no, no sabemos- dijo simple la beta de pelo rosa.
- ¡es super fácil!, solo hay que agarrar un cuchillo y lentamente cl-
- ¡esta bien!, no hace falta entrar en detalles, si quieres y puedes, te dejaremos encargarte de eso- dijo el alfa castaño con rapidez.
- esta bien...
volteo de nuevo y agarro una bandeja circular, puso un poco de masa y la alargo, unto la salsa y lo metió al horno. hizo lo mismo con todas, sacando una por una en orden para ponerles queso y volver a meterlas al horno. cuando estuvieron listas, todos se pararon y ayudaron a colocar la mesa. comieron en silencio hasta que simplemente surgió una charla random, que todos siguieron para no quedar en silencio.
tal vez el omega era un poco psicopata, pero no iban a dejar que eso les impidiera quererlo. solo había tenido una vida difícil, no tenía por qué ser malo... Por lo menos para ellos.