—¡Mu Yuchen! ¡Tú, mal hombre de negocios!
Siempre se preguntó por qué Mu Yuchen le daría tantos beneficios. ¡Era una trampa después de todo!
Dichos beneficios aún no se recibieron, pero ahora estaba involucrado en todo éste conflicto.
¿Mu Yuchen lo estaba usando?
—¡Bastardo, Mu Yuchen! ¿Por qué te creí? ¡Debo estar enojado! —el segundo maestro Qi gritó cuando se dio cuenta, pero después de eso, entendió que no tenía otra opción. Mu Yuchen probablemente había visto eso y...
...
Cuando Li Si encontró a Ji Zitong, se estaba preparando para establecer su tienda.
No era muy grande. Era sólo una pequeña tienda con el interior casi terminado. Ji Zitong estaba ocupada colocando las canastas de flores.
*¡Timbre!*
—¿Asistente Li? ¿Por qué está aquí? —Ji Zitong se enderezó mientras miraba a Li Si con sorpresa.
—¿Puedo sentarme aquí? —Li Si sonrió.
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