Xi Mushan...
Una luz fría brilló en los ojos de Mu Yuchen y rápidamente atendió la llamada sin dudarlo.
—¿Padre?
Xi Xiaye y Shen Yue intercambiaron miradas entre ellos y lo miraron de forma extraña cuando lo escucharon.
—Ah Chen, soy yo. —la voz de Xi Mushan resonó en su oído. Mu Yuchen sintió que algo no estaba bien por el tono de su voz.
—¿Pasó algo? —Mu Yuchen preguntó mientras Xi Xiaye se puso de pie y sólo lo miró con ansiedad.
—El centro de rehabilitación me llamó y dijo que Deng Wenwen está en peligro. No puedo regresar ahora. Espero que puedan enviar a alguien a echar un vistazo. —Xi Mushan no sonaba emocional. De hecho, su tono sonaba rígido.
Mu Yuchen frunció el ceño.
¿Deng Wenwen estaba en peligro?
Unterstützen Sie Ihre Lieblingsautoren und -übersetzer bei webnovel.com