webnovel

Capítulo 39 – Devolviendo la puñalada por la espalda (1)

Redakteur: Nyoi-Bo Studio

—¡Hermana! ¡Hermana!

Xi Xinyi rápidamente empujó a Han Yifeng, se levantó la falda y corrió escaleras arriba.

Cuando la multitud vio esto, todos se sorprendieron de manera instantánea.

Sólo habían oído hablar de la hija del alcalde Xi, Xi Xinyi. ¿Pero, acaso ella acaba de llamar a esa mujer de negro "hermana"? De hecho, la había llamado así en voz alta y corrió sin importar su imagen.

¿Qué estaba pasando?

La multitud sorprendida levantó la vista mientras seguía con la mirada la dirección hacia la que Xi Xinyi corrió. Sólo vieron de manera vaga una figura delgada y con traje negro en el pasillo del segundo piso.

Cuando Han Yifeng vio esto, frunció un poco el ceño. Después de pensarlo por una fracción de segundo, finalmente la siguió escaleras arriba. Inmediatamente todo el salón se volvió caótico y comenzaron los susurros. La multitud se asombró al ver al segundo piso.

—¡Detente ahora mismo!

Xi Xiaye acababa de pasar junto a Den Wenwen, poco después que la severa voz de ella se escuchara al instante. Quería ignorarla,pero los dos guardaespaldas que estaban detrás de Den Wenwen también la habían seguido y al instante bloquearon su camino,obligándola a detenerse.

—Ya has conseguido lo que deseas. ¿Qué más quiere de mí, Directora Deng?

Su tono frío no tenía ni una pizca de calidez.

—¿Qué actitud es esta? —Den Wenwen frunció el ceño descontenta.

—Esta debería ser la legendaria heredera de la familia Xi, señorita Xi Xiaye, ¿no es así?

De repente se produjo una risa malvada de un hombre. Xi Xiaye miró porel rabillo del ojoy se dio cuenta que ese rostro ligeramente femenino pero encantador era muy familiar. Si ella lo recordaba, ¡éldebía ser el joven maestro de Qi Kai, Qi Lei!

Cuando vio que Xi Xiaye no respondió, Deng Wenwen gritó: —Xiaye, ven rápidamente y saluda al maestro Qi.

Ella había invitado a QiLei con bastante dificultad. Obviamente, Deng Wenwen, no quería arruinar las cosas de esa manera. Si Qi Lei pudiera enamorarse de Xi Xiaye, definitivamente seria algo fantástico. No sólo resolvería perfectamente la crisis de Yueying, sino que Xiaye también podría casarse con una familia prestigiosa y obtener un hogar digno.

La mirada de QiLei se posó en Xi Xiaye. Cuando la mirada terca e indiferente de Xi Xiaye chocó con la de él, repentinamente una luz brilló en los ojos de ese hombre. Era el tipo de mirada destellante que tenía una bestia cuando encontraba a su presa.

Habían dejado que Xi Xinyiapareciera hace unos días ya que pensaban que él estaba interesado en la mujer y querían que Qi Kai considerara invertir en algunas cosas. Sin embargo, ya que era la hija del alcalde, ¿Qué tenía de malo divertirse?

Ahora, claramente, la Xi Xiaye que estaba frente a él es éste momento le pareció mucho más atractiva. No fue sólo por su apariencia fría y exquisita, sino más bien porque era la Directora de Planificación de Glory World Corporation. No había muchas mujeres que a una edad tan temprana tuviera tal belleza y fuerza física. Fascinado por esto, él ya estaba bastante interesado en ella.

La reacción de QiLei fue detectada por Den Wenwen y ella sonrió, consciente de lo que estaba pasando.

Deng Wenwen miró a Qi Lei y de repente suavizó su tono para decir: —Xiaye, el maestro Qi es el invitado de honor de la familia Xi. Lleva al maestro Qi a dar un paseo. Hay muchas personas acá adentro. Al igual que tú, al maestro no le gustan las multitudes. Tal vez puedas visitar la residencia del Maestro Qi. Eso también sería bueno, ya que tu madre es muy cercana al tío y la tía Qi.

—¿Me pregunto si tengo el honor, señorita Xi?

La risa simple y malvada de QiLei resonó.

—Me temo que te has equivocado de persona, Maestro Qi. Sólo hay una señorita en la familia y esa es Xi Xinyi—de repente, Xi Xiaye se giró para mirar directamente a Deng Wenwen con una mirada increíblemente tranquila —Te lo dije…¡Si quieres usarme como chip de tus transacciones matrimoniales, sigue soñando!

—¡Muévanse! —les dijo fríamente. Xi Xiaye quiso empujar a los guardaespaldas que estaban bloqueando su camino. Justo levanto una mano cuando sintió que su cabeza daba vueltas. De repente, sintió que toda la energía en ella se desvanecía gradualmente.

Tropezó y QiLei se acercó de inmediato para abrazarla por su delgada cintura.

—¡Suéltame! —Xi Xiaye inconscientemente luchó. Se apoyó en la pared con una mano, jadeósacudió la cabeza y se esforzó por mantener la calma.

¡Algo anda mal!

Su corazón se hundió. De repente sintió que algo no andaba bien. Entonces, miró Deng Wenwen, pero notó que la mujer había intercambiado una mirada de complicidad con QiLei.

Las escenas comenzaron a reproducirse rápidamente en la cabeza de Xi Xiaye.

¡Esa taza de agua en la habitación del abuelo!

Pero el abuelo también lo había bebido…

Su cuerpo se sentía rígido y débil mientras se apoyaba contra la pared. Sus ojos apagados miraron en silencio a DengWenwen y su mirada, que soportaba firmemente esto, todavía parpadeaba con una luz distinta…

Desolación, desilusión,penumbra, tristeza e incluso dolor…

Al ver esa mirada, incluso QiLei pudo evitar sentir algo en su interior, mientras que Deng Wenwen se dio la vuelta y fingió no haber visto nada.

—¿Por…por qué? —Xi Xiaye le tomó ambas manos y preguntó con un montón de esfuerzo.

Den Wenwen no respondió, ya que Qi Lei sólo la miro y sonrió levemente. Luego, se acercó más a Xi Xiaye.

—¡Hermana! ¿Te vas cuando acabas de llegar?

En ese momento, la voz de XI Xinyi apareció de repente. Antes que la multitud pudiera reaccionar, la pequeña figura se precipitó al instante y cuando vio a QiLei y Deng Wenwen, algo brilló en sus ojos. Entonces, ella miró a Xi Xiaye…

—¡Xinyi!

Han Yifeng la siguió.

—Hermana, ¿estás bien? ¿Por qué estás tan pálida?

Xi Xinyi se acercó y quiso sujetar el brazo de Xi Xiaye, ella retrocedió un paso, evadiéndola con una mirada hostil y distante. —No me toques.

—Hermana, ¿estás bien? Te ves muy pálida. ¡Estoy preocupada por ti! No seas así, ¿de acuerdo? Yo… viéndote así, me… siento muy triste.

Xi Xinyi se puso rígida mientras se mordía sus labios color escarlata y los rasgaba. Ella también se puso pálida. —Si aún es por Yifeng… lo malo se pone peor… y lo peor se vuelve aún más terrible, yo sólo puedo devolvértelo…

Se escucharon tres voces al mismo tiempo.

—¡Xinyi! ¿Qué estás diciendo?

—¡Xinyi, estás loca!

—¡Tonterías!