Era su buen amigo, Su Chen, al teléfono.
—Acabo de llamar a Zimo y él también quiere pasar el rato. ¿Por qué no vienes a mi casa para jugar póker esta noche? O también podríamos ir a tu casa. Podemos quedarnos ahí toda la noche. No es como si nunca hubiéramos dormido juntos antes. ¡Incluso podemos dormir en el piso!
Su Chen estaba sentado en su gran silla de oficina con un cigarrillo en la boca.
Mu Yuchen se rió y dijo: —¿Acaso no vas siempre a la casa de Zimo? ¿Por qué repentinamente pensaste en mí hoy?
Su Chen arrojó algunas cenizas de cigarrillo mientras sonreía ampliamente. —¡No te he visto en mucho tiempo y te extraño! Así que ¿nos vemos en mi casa? Recientemente, instalé una barra. Zimo dijo que eso ayuda a establecer un estilo.
—El aniversario de mi compañía me ha mantenido muy ocupado últimamente. Nos reuniremos de nuevo algún día. Le pediré a Ah Mo que te envíe un poco de whisky. No reuniremos en unos días.
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