Gu Lingsha asintió cuando una sonrisa sutil apareció en su hermoso rostro y ella inconscientemente sostuvo su collar. —Muy bien, no hablemos de eso.
Qi Qiming se sentó. —Te dejaré manejar el proyecto de South River en éste momento. ¿Está bien tu lesión?
—Está bien. Es sólo un pequeño rasguño, así que no tienes que preocuparte por mí. —Gu Lingsha le dio a Qi Qiming una mirada agradecida.
Luego, Qi Qiming respondió: —Eso es bueno, de lo contrario, sabría qué decirles a tus padres. Por cierto, ¿tu padre te contactó últimamente?
Gu Lingsha dudó por un momento antes de sacudir la cabeza. —Es bastante difícil ver a mi padre. Ha invertido todo su tiempo en su trabajo. En otras ocasiones, estará con mi madre. No tiene tiempo para mí.
Qi Qiming miró hacia abajo con una sonrisa. —Eso es cierto. De todos modos, puedes salir ahora. Tengo algunos documentos en los que trabajar.
Unterstützen Sie Ihre Lieblingsautoren und -übersetzer bei webnovel.com