—¡¡¡Estaba equivocada!!!! —Ning Xi decidió que era mejor admitir su culpa.
En ese momento, no todos podían soportar ver lo que estaba sucediendo. —Hermano Xiao, no seas tan feroz con la Srta. Ning. ¡Todo fue gracias a ella por salvar a Xinyan que casi se cae por el acantilado!
—¡Exactamente! La Srta. Ning debe estar asustada, ¡deberías consolarla en su lugar! —Todo el mundo empezó a ayudar a Ning Xi convenciéndole.
La expresión de Lu Tingxiao parecía la de una tormenta.
¡¿Casi se cae de un precipicio...?! ¡Sólo había estado separado de ella durante cinco minutos!
Estaba muy equivocado...
Aunque fueran cinco segundos, no debería haberla dejado salir de su línea de visión.
Sólo después de que se resolviera el peligro de Ning Xi, todos se dieron cuenta de que había una persona más detrás de Lu Tingxiao. Era Guan Ziyao.
—Ziyao, ¿a dónde huiste? ¿Sabes que todos estábamos muy preocupados por ti?
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