De repente, todos perdieron el control. Fue un error esperado.
Hasta que Chen Mian gritó de nuevo, algunos de ellos aún no estaban seguros de lo que había pasado.
Especialmente Chen Hanchen, el impacto en él fue el más fuerte, ya que era la persona más cercana a Ning Xi en ese momento.
En verdad, admitió que Ning Xi actuó como un hombre muy bien, pero no esperaba que ella le quitase el protagonismo porque cuando aparecieron juntos, todo el mundo le miraba.
Sin embargo, en el momento en que Ning Xi sonrió y lo miró, el aura que la rodeaba cambió y de repente todos no pudieron dejar de mirarla...
¿Cómo puede ser eso...?
—Ayúdame... Ayúdame... Mis piernas están cediendo…—Ji Yumeng extendió sus manos hacia el cercano Qi Fang. Ella exclamó sin aliento: —Oh, ¿viste eso? ¡La Superiora era tan encantadora! Hanchen era más guapo, pero la sonrisa de la Superiora era tan hermosa...
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