¿No se jactaba de su destreza culinaria? ¿Cómo podría no saber cómo hacer tanghulu? Recordó que Ning Xi parecía haber hecho antes a Tesorito, y que Tesorito incluso había enviado bastante a la vieja residencia. Esos tanghulu estaban hechos de todo tipo de formas, y habían sido bonitos y deliciosos. Era mucho mejor que los que se compraban en el exterior...
Mientras miraban a la cuarta que estaba a punto de ser eliminada también, la expresión de Tesorito cambió repentinamente. El pequeño extendió sus pequeñas manos para agarrarse su estómago, su cara revelando una expresión de dolor.
Cuando Yan Ruyi vio que algo andaba mal con Tesorito, se apresuró a acercarse.
—Tesorito, ¿qué pasa?
—Nada...
—¡¿Cómo puede ser nada?! ¡Tu carita está pálida ahora! —Yan Ruyi estaba preocupada.
—Está bien, abuela. Me duele un poco el estómago…—Tesorito consoló, pero en poco tiempo, su bella frente se había convertido en un sudor frío.
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