Lin Chengye comenzó a escribir vigorosamente.
—Feng Lin, en el salón de exámenes de la última fila, no pudo evitar soltar un par de risitas tras ver las preguntas.
Cuando Xiao Liulang daba clases particulares a Lin Chengye, él escuchaba a escondidas, y cuando Lin Chengye tenía miedo de Xiao Liulang, a veces revisaba los exámenes por su cuenta. Si pensaba que no había problemas, solo entonces se los mostraba a Xiao Liulang.
De esta manera, de ida y vuelta, logró memorizar el "Clásico de la Piedad Filial".
Si no fuera por la estricta disciplina del lugar del examen, Feng Lin ya estaría tarareando una pequeña melodía.
—Con solo esta evaluación, la dificultad de las preguntas de los examinadores era simplemente nada comparada con la dificultad diabólica que Xiao Liulang les hacía soportar.
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