El beso fue cálido y abarcador.
Yu Lili apoyó ambas manos en su pecho y respondió sensualmente a su pasión. Sus labios bajaron en una lenta caricia hasta su mandíbula, sus orejas y luego sus lóbulos. La piel de Yu Lili era originalmente clara y lechosa, pero con la pasión ardiendo debajo, lentamente se volvió rosa.
Las enormes manos de Ou Ming desabotonaron su blusa y vagaron por su cuerpo sin ninguna inhibición. Yu Lili cerró los ojos y movió las manos hacia arriba de su pecho. Una mano le rodeó el cuello mientras con la otra le desabrochaba la camisa.
Los dos se conocían desde hacía mucho, mucho tiempo. Existía un entendimiento tácito entre ellos y muchas cosas no tenían que decirse.
Hacía calor en el dormitorio y ambos cuerpos estaban cubiertos de una fina capa de sudor. Justo cuando estaban a punto de llegar al acto final, Yu Lili se detuvo en seco y lo apartó brutalmente.
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