La Capital Debería Mantenerse Fuera de los Asuntos del Ejército del Norte

—¡No importa cómo se intente infiltrar en el Ejército del Norte, nunca lo descubrirían!

—¡Al igual que Ludo!

—El comandante de la décima legión del Ejército del Norte.

—El mundo exterior sabía acerca de Eggy.

—Pero, ¿cuál era el nombre de Eggy?

—¿Cuál era el género y la edad de Eggy?

—¡Nadie en el mundo exterior lo sabía!

—En este momento, Laird Xenos se rascó la cabeza y ordenó en secreto que la caballería de hierro del Rey del Norte salga y limpie el mundo de la gente yin-yang —dijo él.

—¡Sí, señor! —respondió alguien en la oscuridad.

—Los que daban las órdenes eran los altos mandos del Ejército del Norte, los comandantes de las diversas legiones de alto rango y poderosas.

—En el desierto a ocho mil millas al norte, apareció la caballería de hierro del Rey del Norte, emanando un aura asesina.

—Los setenta y dos jinetes del Rey del Norte exudaban un aura imponente, pero eran como diez mil jinetes de élite. Dondequiera que pasaban, el polvo se levantaba.