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El diario de Camille

Una mujer independiente, fuerte y capaz se encuentra en un nuevo mundo en el cual encontrara de nuevo el amor y se reconciliara con el romance. Descubrira realmente quien puede llegar a ser y ayudara a los hombres aue esten a su al rededor. Una historia de su dia a dia. De su experiencia viviendo en un pais extranjero. Cumpliendo el sueño que muchas tienen pero que en un principio a ella no le interesaba.

Aymara · Allgemein
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Post operación 2(Día 227)

Hoy me pincharon tanto que no quiero saber nada con que venga un enfermero. Anoche dormi bien, aunque he tenido mi presión muy baja según el médico. El dolor de cabeza aún no cesa y anoche me pusieron calmantes en mi cadera porque me dolía mucho, Kin Liu ha estado aquí toda la noche y cuando me vienen a ver los doctores se va un rato pero sino, permanece a mi lado.

Hoy mis padres me llamaron y Kin Liu tuvo que hablar con ellos, que estaba durmiendo. Dijeron que llamaría más tarde pero no los atendimos, aún no puedo hablar con él respirador en mi boca.

Es lo que más odio de todo esto, el tener este respirador en mi garganta, me molesta, a veces cuando roza la campanilla me hace hacer arcadas.

Aún no puedo comer nada, solo estoy con suero; esto es más duro de lo que pensé y tengo ganas de llorar pero no puedo, Kin Liu está aquí. Suficiente estrés esta pasando el como para sumarle mi angustia, aún no puedo creer que han pasado apenas 3 días. Parece que aquí los días se hacen mucho más largos, me aburro aunque duermo bastante. La enfermera se ha quedado conmigo esta noche y Kin Liu ha ido a descansar a un hotel, yo se lo he tenido que pedir porque hace días no ha dormido bien y más estar aquí con tantos aparatos, doctores, etc.

Hoy en el día no hicimos muchas cosas, me desperté a la 5 a.m. mientras la enfermera cambiaba mi suero. Apenas me desperté quise ver a la ventana pero no pude, no puedo mover mi torso aún; además de que la televisión estaba apagada y el control muy lejos.

Tuve que volver a dormirme y cuando la doctora entró hizo tanto ruido que me exaltó.

-¡Ay Dios mío! ¿Porque se asusta? No me diga que es una debilucha. A ver- dijo y apretó mi brazo, debido al láser todo mic cuerpo está muy sensible y justo apretó donde tenía un coágulo de sangre... No puedo explicar cuanto grite- ¡No exageres!-

-Le pido con todo respeto que trate bien a mi esposa- dijo Kin Liu-

-No es cuestión de tratar bien, es cuestión de ver como está- dijo ella. Entonces vio mi pulso y en uno de sus movimientos movió la aguja del suero y volví a gritar- ¡Callate!-

-Deme su nombre por favor-dijo Kin-

-Ye Lin- dijo ella- ¿Porque? ¿No lo lee?- dijo señalando su cartel-

-Es para hablar con su superior, si usted va a estar a cargo de mi esposa prefiero transferirme a otro hospital-dijo el-

La doctora se puso pálida y salió corriendo de la habitación.

Kin Liu se enojó bastante y fue a la secretaria, cuando volvió llamó al vicedirector y se quedó junto a mi.

-¿Que sucede?- escribí-

-Nada mi amor-dijo y me acarició la cabeza- Ya solucioné todo-

Entonces vino un doctor y me revisó con más delicadeza.

-Buenas tardes ¿cómo estás?Levántame el pulgar- dijo amablemente y lo hice-

-¿Como sigue?- pregunto Kin Liu-

-Bastante bien, no ha empeorado-dijo el doctor- Pero aún no recomiendo que coma ni beba nada, quizás mañana le saquemos el tubo de respiración y veremos como reacciona-.

-Muy bien-dijo el-

El me revisó y me sentí cómoda. Kin Liu almorzó mientras yo dormía y luego vino la enfermera y Kin se fue a bañar al hotel en el cual está. Me dijo que queda a 3 cuadras, odio que tenga que pasar por esto pero yo sé que si le pido que descanse y no se quede se que no querrá hacerlo.

La enfermera está atendiendo me y mientras escribía hablo conmigo.

-Se que es un proceso difícil pero vas a pode salir de esto- dijo ella-

Yo levanté mi pulgar.

-Perdona que leí tu diario, vi que pusiste que no podías llorar porque estabas con tu pareja. Entiendo esa sensación de incomodidad. Pero mientras te mantengas bajo control puede llorar junto a mi, no preguntaré nada- dijo mirándome a los ojos. Mis ojos se pusieron llorosos, esa mujer me podía entender y eso me trae alivio.