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El diario de Camille

Una mujer independiente, fuerte y capaz se encuentra en un nuevo mundo en el cual encontrara de nuevo el amor y se reconciliara con el romance. Descubrira realmente quien puede llegar a ser y ayudara a los hombres aue esten a su al rededor. Una historia de su dia a dia. De su experiencia viviendo en un pais extranjero. Cumpliendo el sueño que muchas tienen pero que en un principio a ella no le interesaba.

Aymara · Allgemein
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Ejecución (Día 118)

Anoche dormi muy incómoda, no podía dormir en paz por Emiliano y esta noche creo que tampoco podré.

Cuando nos despertamos en la mañana decidimos ir a desayunar junto con ABC.

-Se las ve cansadas- dijo Tae- Noona, ¿No quieres dormir un poco antes de ir?-.

-No, gracias- dije sin pensarlo-.

-Anoche ninguna pudo dormir bien- dijo Linda- Ricardito se quedo hasta tarde despierto porque no quería dormise solo-.

-¿A que hora deben ir a la ejecución? - pregunto JH-

-Al mediodía- dijo Luna- Aún no puedo creer que exista la condena de muerte aqui-

-Se lo merece- dijo Tae-.

-Nadie merece que decidan que hacer con su vida- dije-.

-Pero el... Te acosaba- dijo Tae-.

-Igual, no es algo correcto que lo ejecuten. No estamos en el siglo 17- dijo Regina-.

-Quien las entiende- dijo JH-.

Terminamos de desayunar y salí del departamento para avisarle a Yun que estábamos allí, cuando cerré la puerta de abrió el ascensor y lo vi a Kin.

Estaba trasnochado pero no olía a alcohol, su ropa estaba bien pero en su cuello tenía una marca de labial rosado.

Cuando me vio estaba tocando la puerta y solo lo mire.

El fue hasta su departamento y se tocó el cuello enfrente de su puerta, yo solo lo miraba sin que se diera cuenta, entonces el retrocedió y toque la puerta por segunda vez.

-Camille...- dijo y acercándose a mi-

En ese instante Lían abrió la puerta, desesperada agarre el picaporte lo empuje a Lían y cerré. Sabía que iba a decirme algo con respecto a el beso de su cuello pero no quería escucharlo.

-¿Que sucede?- dijo Lían-¿ Te hizo algo?-.

-No, sólo que hoy no quería lidiar con el- respondi-

Se hizo un silencio y solo nos miramos por 10 segundos.

-¿Está Se Yun?- dije para cambiar de tema-.

-¡YUN!- grito mientras me miraba-

-¡¿Que quieres?!- grito de su habitación-.

-¡Camille!- dijo mirándome por última vez y yendo a la cocina-.

Yun apareció corriendo y hablamos un rato. Yo volví al departamento con las chicas.

-Desde que saliste te nota pensativa- dijo Linda en español-.

-Me lo cruce- respondi-.

-¿No has hablado con el de la otra noche?- pregunto Marcia-.

-Cuando salió del ascensor vi que tenia en su cuello marca de labial- dije friamente-.

-Es igual que Kae- dijo Marcia-.

-Quizás no es lo que piensas- dijo Luna-.

-El no necesita darme explicaciones- dije-.

Efectivamente es verdad porque el y yo no somos nada, solo conocidos, colegas de trabajo, nada más.

El tiene derecho a salir con quien quiera.

Bueno, no es algo interesante para dejar escrito...

En fin, fuimos al mediodía a la cárcel para ver la ejecución.

Obviamente no iba a ser agradable pero... Yo no quería que pasara eso...

Lo tenían atado a una silla en una habitación y nosotras estábamos detrás del vidrio. El solo me miró conozco sus ojos y se que estuvo llorando y mucho.

Le pusieron una venda en los ojos para que no viera en el momento que le inyectará el veneno.

-¿Últimas palabras?- dijo el doctor-

-Yo se que estas aquí Camille- dijo con los ojos vendados- Tu eres responsable de mi muerte y espero que eso no te deje vivir. Tu me destruiste y gracias a ti mi vida ha terminado así. Es tu culpa y esto vivirá en tu mente por años-.

-No lo escuches- dijo Yun apoyando su mano en mi hombro- Sólo quiere intimidarte-.

- Ahora te inyectare un relajante para que no te duela- dijo el doctor-

En verdad, ese era el veneno pero para que el muriera tranquilo y sin complicaciones le mintió.

Primero lo dormiria y luego lo mataría, todo eso nos lo explicaron para que supiéramos como era la ejecución.

Mientras veíamos el vidrio el ya se había dormido, entonces un guardia nos hizo esperar en la sala media hora para el resultado de la autopsia. Debían verificar que estaba muerto.

Cuando entro por la puerta el doctor lo vimos con un semblante tranquilo. Al parecer ya estaba acostumbrado a esto.

-La autopsia ya fue realizada, el hombre está muerto. Ninguno de sus órganos funcionan por lo que no servira para donarlo- dijo tranquilamente-.

-Ok- dije-

Volvimos a casa y lo único que hice fue acostarme. Tuve que presenciar la muerte de alguien y no era algo que me olvidará fácilmente. Creo que nadie se olvida fácilmente.

Las chicas estaban merendando con las bandas en la casa porque la ejecución había llevado mucho tiempo y no pudimos almorzar.

Yo me mantuve acostada toda la tarde, no tenía hambre y lo único que quería era que alguien me abrazara y me dijera no es tu culpa.

No podía dormir y pasaban las horas. Regina había llorado por la ejecución y el resto de las chicas estaba emocionada pero yo no sentía nada y eso me preocupaba.

Mientras mis pensamiento estaban sumidos en ello, sentí que alguien levantaba la sábana de mi cams; no tenia fuerzas para girar quien era y prefería fingir estar dormida y que se fueran.

Entonces sentí que una mano recorría mi cintura y me apoyaba sobre su pecho.

-No es tu culpa-

Esas simples palabras hicieron que me largara a llorar pero silenciosamente, sin emitir sonido alguno.

Podía sentir el calor del hombre que estaba detrás de mi, porque duda voz era muy grave.

El apoyo su otro brazo sobre mi y dormimos acostados. Yo podía sentir como cada cabello de mi cabeza se deslizaba por sus dedos, la manera en que me abrazaba estaba llena de fuerza, pero de esa fuerza que ejercemos para que algo no se vaya.

Me dormi y admito que no tuve pesadillas, ese calor humano parecía disipar todo lo malo. El seguía detrás mío durmiendo, podía sentir su respiración, como se movía su pecho al respirar.

Entonces quise darme vuelta para saber quien era, y con cuidado gire mi torso. Era él, a pesar de como lo he tratado siempre esta ahi para mi.

Kin abrió los ojos y solo me sonrió al notar que lo estaba mirando, le devolví la sonrisa y acomode mi cabeza sobre su pecho. El envolvió mi espalda con su brazo y seguimos durmiendo.

Cuando despertamos decidimos levantarnos para tomar el té, las chicas se habían ido y dejaron una nota que decía: "No te preocupes estamos en el edificio con los chicos. Descansa tranquila con tu oso de peluche"

Ellas lo planearon, a escondidas de Lian supongo.

Tomamos el té sin decir una palabra, el levantó todo lo de la mesa, lavo las tazas y agarro mi mano para que fuera con el a la pieza.

Nos volvimos a acostar y ahora está al lado mio respondiendo unos mensajes.

Necesitaba que estuviera conmigo pero eso me preocupa, no quiero acostumbrarme a el.