Lo primero que busqué fue información sobre lo que había pasado en el resto del mundo.
En los cuatro continentes había pasado lo mismo.
El Continente del Noroeste, en el que nos encontrábamos, está dividido en 5 países. Aventria se llamaba nuestro país, y nos encontrábamos en la ciudad de Alkia, la segunda más poblada después de la capital.
Era una ciudad medio militarizada, debido una guerra que terminó hace 56 años, y duró 19, por lo que es muy común que la gente tenga armas en sus casas.
El país tenía una población de 400 millones de personas antes del despertar, y la ciudad de Alkia alrededor de 19 millones, por lo que deberían quedar entre 6 y 7 millones.
Según la web del gobierno, todos los ciudadanos debemos dirigirnos al sur de la ciudad, que es donde se encuentra la base militar, y se están repartiendo suministros y reclutando para el ejército por la pérdida de personas y por lo que pueda pasar.
Además, también había varios grupos, a los que también se les llamaban clanes. La Nueva Esperanza, donde estábamos con ellos, tiene alrededor de 300 personas, bastante pequeño.
Algunos de los más grandes son organizaciones o bandas que ya existían antes del despertar, como la Manada, que según dicen algunos tiene alrededor de 5000 personas.
'Mierda, espero no volver a encontrarme con ellos, ya es mala suerte. Al menos, se dice que por el centro no son tan activos, que es donde estamos, y se están centrando sobre todo en el norte.'
Además, también se habían formado otros clanes provisionales nuevos, que están reclamando algunas zonas de la ciudad. 'Seguramente cuando el ejército se reorganice no duren mucho' pensé.
'Mierda ya casi no me queda batería, debería haberme guardado la batería portátil de carga solar, pero la dejé con las cosas del camping. Debería haber pensado que se iría la luz.'
Al ver que el teléfono estaba a punto de apagarse, intenté buscar información sobre el alma.
Lo que encontré fue muy interesante. Al parecer, la mayoría de la gente había despertado poderes, a ellos se les llamaba Despertados, mientras que un pequeño porcentaje no lo había echo, no se sabe por qué, como Darío, que no parecía que tuviwra ninguno.
Cada persona tenía un don en el alma, que era una o varias habilidades, esto último era bastante raro.
Las habilidades se pueden clasificar de dos maneras, externas e internas. Las internas son las que cambian cosas dentro de ti, como darte fuerza o agilidad, y las externas podían por ejemplo mover objetos pequeños, o uno de los más interesantes, acelerar el metabolismo de alguien para que se cure antes de heridas. Me preguntó cómo descubrieron como funcionaba.
Cuando por fin se me acabó la batería, empecé a experimentar con mi alma. Al parecer, lo que podía hacer era una especie de ocultación, haciendo que si nadie me buscaba con atención me pasen por alto. 'Será útil si alguna vez tengo algún problema o tengo que huir'
Un rato después, desperté a Darío para que vigilade, y me fui a dormir.
A la mañana siguiente, me desperté con un olor desagradable en el ambiente, hasta que me di cuenta que era el olor de los cuerpos en descomposición. 'Joder espero que el ejército haya echo algo y limpiado la zona donde están.'
De repente, alguien llamó a nuestra puerta. Era alguien del clan, que nos dijo que nos íbamos a empezar a ir en media hora hacia el sur.
Media hora después, estábamos alrededor de 300 personas delante de un edificio, listos para irnos. Según lo que vimos, mucha gente de aquí ya se conocía, y tenían lazos fuertes, por lo que decidimos ser cautelosos y separarnos un poco del grupo. Así, empezamos a caminar.