Hace aproximadamente 14 años antes de que se unificara el continente Bokobá en un solo reino, el territorio del norte estaba dividido en tres naciones, el reino de Cuzamá, el reino de Dzan y el imperio de Thamek, en el lado oeste estaba el reino de Samahil y al este el reino de Tekit
En el sur estaba el Santo Imperio de Santa Elena, antes de darse cuenta el imperio de Thamek comenzó una guerra la cual terminó con la derrota de los reinos de Cuzamá y Dzan, fortaleciendo y haciendo crecer el territorio del imperio, creyendo en que lograría la conquista de todo el continente lanzó un nuevo ataque contra el reino de Samahil, sin saber que el reino de Samahil y el reino de Tekit habían formado una alianza con el Santo Imperio de Santa Elena para detener esta guerra
Al momento del ataque en contra del reino de Samahil el ejército del reino de Tekit partió hacia el reino de Samahil, mientras que el Imperio de Santa Elena mandó a su ejército hacia el territorio del imperio de Thamek, a través del reino de Tekit, logrando aislar al ejército de Thamek
Durante el inicio de la guerra, en la cadena de montañas que rodeaba la capital de Santa Elena, durante una noche lluviosa se pudo ver una luz brillante blanca, que duró alrededor de 10 minutos, de ella salieron dos personas, ambas personas tenían un aura de dignidad, que si la tuvieras enfrente no importa tu edad les tendrías respeto por instinto
- ¿Crees que fue la mejor elección, cariño?
- Si, estoy seguro y fue lo mejor
- Solo espero que no pase nada malo
- No te preocupes, habría sido molesto si nos quedaremos en el reino cuando yo abdique y le cedi el trono a nuestro hijo, además ya era tiempo de que yo también disfrutará de mi vida junto a la tuya
- Si, tienes razón, nuestro hijo creció y se convirtió en una excelente persona y ahora ya es padre de un niño hermoso
- Así es, ya nos hizo abuelos, aunque quisiera quedarme y mimar a mi nieto
- Pero ten por seguro que algún día regresaremos y volveremos a ver a nuestra familia
La pareja que salió de la luz tenían alrededor de 50 y 51 años
- Bueno, al parecer esta lloviendo, nos quedaremos en esta cueva, ¿esta bien, Martha?
- Si, creo que es la mejor opción Juan
- Mira, se puede ver una ciudad bajando las montañas, dijo señalando fuera de la cueva, mañana bajemos he iremos a recopilar información
Después de que pasara la noche y el sol comenzará a salir ambos se dispusieron a bajar la montaña, llevaban puesta una túnica que los magos les habían regalado la cual estaba encantada, después de una horas ambos llegaron hasta el camino que conducía a la entrada de la capital
A lo lejos, ambos vieron una carreta y un carruaje que se acercaba, después de unos momentos el carruaje llegó hasta ellos cuando se detuvo, luego se abrió la puerta y de ella se asomo un hombre de unos 40 años de cabello negro, ojos color café y un cuerpo robusto, su mirada era afilada
- Disculpen mi atrevimiento, pero ustedes de donde son?, dijo el hombre
- Nosotros venimos de un reino lejano, lamentablemente sufrimos un ataque y nuestros acompañantes murieron en su deber, solo nosotros nos pudo salvar, dijo Juan
- Oh, discúlpenme
- No se preocupe
- Si se dirigen a la capital de Santa Elena los puedo llevar, yo me dirijo a dejar mercancía a ese sitio
- Muchas gracias por su amabilidad
La pareja se subió al carruaje y continuaron su marcha
- Disculpen mi descortesía, me presento soy Silkbal Uicab, dueño de la casa comerciante Uicab mas importante del Santo Imperio, y como dije anteriormente, me dirijo al palacio imperial a dejar mercancía
- Mucho gusto, yo me llamo Juan Montana y ella es mi esposa
- Soy Martha Montana, mucho gusto
- El placer es mío señores Montanna
Durante el trayecto la pareja le fue preguntando información que necesitaban hasta que llegaron a la puerta de la ciudad, hay el convoy se detuvo para una inspección
- Oh!, pero si es el señor Silkbal, dijo uno de los guardias
- Muchacho, cuanto tiempo
- ¿Qué lo trae por aquí?
- He venido a dejar un encargo para la familia imperial
- Bien, me permite su identificación por favor
- Claro
- Bien, ¿y sus acompañantes?
- Ellos sufrieron un ataque, sus escoltas fallecieron y perdieron su equipaje donde tenían sus identificaciones, pero no te preocupes yo pago su entrada
- Esta bien señor, pueden pasar
Continuaron su camino, atravesando la ciudad llegaron hasta la casa del comerciante en donde les dio hospedaje
- Bienvenido amo, dijo una joven sirvienta
- Prepara una habitación para los invitados, ordeno, señores lamento tener que dejarlos tan pronto llegamos pero necesito entregar el pedido, siéntanse como en su casa, si necesita algo solo pídanselo a ella
- Muchas gracias por toda su generosidad
Agitando su mano salió de la casa subiendo a su carruaje para ir al palacio