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Capitulo 2: El camino hacia el Conde

Drago sale de la casa donde se encontraba el cuerpo del hijo del conde Ludwig. El cuerpo es llevado por un grupo de oficiales en una camilla y es subido a uno de los vehículos. mientras van sacando el cuerpo empieza a agruparse gente entre ellos periodistas que trabajan para el periódico local.

— ¡Comandante!— grito el periodista mientras avanzaba rápidamente hasta donde se encontraba el oficial—

— No responderé preguntas. Si quiere saber algo pregúntale al capitán Félix — dijo el Comandante que todavía se encuentra en estado de shock por el suceso—

Felix que se encontraba detrás del Comandante y lo miro con indignación pero acato la orden, avanzó unos pasos y atravesó la línea hecha por los oficiales y se puso al frente del enjambre de periodistas a los cuales miro y tratando de imponer respeto dijo.

— Señores y señoritas aquí presentes, responderé sus preguntas una a una así que empiecen— dijo el capitán mirando a las personas reunidas—

— ¡Capitán! pregunta para el diario "la última voz"— grito con fuerza el periodista— ¿es verdad que uno de los sospechosos que tienen de la muerte del hijo del Conde es uno de sus capitanes?—

— El capitán Drago... no está involucrado en esto— dijo el capitán con voz firme — De hecho el fue el que primero actuó para venir al rescate de la víctima—

Las preguntas siguieron por unos 17 minutos hasta que Félix se harto y termino con todo eso. Y casi todas las preguntas tenían que ver con lo ocurrido con Drago y el muchacho la mañana de ayer.

Los oficiales llegaron en los carros y bajaron el cuerpo del joven el cual llevaron a la morgue, El comandante se dirigió a su oficina a pensar en cómo le va a explicar a Ludwig la muerte de su hijo; el cual alegaba que su hijo era inocente de todo lo que se acusaba. Los oficiales se dirigen a sus escritorios cuando, cuando Drago va en la mitad de la escalera de madera es detenido por una voz femenina que le habla en tono recriminatibo.

— ¿Que tal tu oportunidad de redención? parece que vas a terminar en los periódicos otra vez— dijo la voz la cual se va acercando cada vez más al capitán—

— parece que las noticias vuelan rápido — respondió con enojo—¿no crees lo mismo Freda?—

La mujer de la que viene la voz se deja ver. La cual es una mujer que mide un metro y setenta centímetros de pelo corto de color negro y de rostro hermoso y con un uniforme masculino que hace presencia y con una una sonrisa de oreja a oreja mira al capitán y le dice con un tono burlesco.

—¿No crees que te has metido en suficientes problemas? ya es tiempo de que renuncies Drago, tu cargo estará mejor con otra persona—

— ¿Eso crees Freda? y según tu, ¿quien sería esa persona?— dijo lanzando una mirada desafiante a la mujer —

— Está más que claro no crees, esa persona.¡Soy yo! — dijo con un tono orgulloso y con soberbia —

— Yo te recomendaría que en vez de andar hinchando las pelotas. Te busques una manera buena de ascender sin esperar que otros renuncien— respondió Drago con voz fuerte y enfurecido — Tal vez si intentas superar tu asco a la sangre y sales de tu maldito escritorio conseguirás tu ascenso —

Antes de que puedan seguir discutiendo. Una orden del comandante se escucha en las que les ordena que se vayan los dos a sus escritorios, después de decir eso los dos se miran por última vez y se van cada uno a su respectiva zona de trabajo, Al llegar a su zona de trabajo, Drago empieza a recordar las cosas que vio en la escena del crimen, lo que más tiene marcado es el dibujo hecho con la sangre de el muchacho el cual era un sol.

Drago se sentó y tomo con sus dos manos su cabeza y con sus codos apoyados en el escritorio trato de pensar en que hacer, su respuesta más obvia sería ir a preguntarle al conde Ludwig si su hijo tenía problemas con alguna banda delictiva o algún enemigo entre la aristocracia.

—Al final no me queda de otra — dijo Drago de manera molesta — tendré que ir a hablar con Ludwig —

Drago se levantó de su silla, se estiró lentamente y miró hacia los escritorios al frente suyo y en uno consiguió divisar a un cabo recién asignado al C-O el cual se encontraba sentado con sus ojos puestos en un montón de papeleo y con sus lentes empañados y con su pelo pelo mojado por el sudor después de su primera persecución policial. Lentamente Drago se levantó y se acercó al cabo y cuando estuvo detrás de su silla le dió una palmada en la espalda y le dijo.

— Oye muchacho. ¿entraste a este puesto hace poco verdad?—

— Si capitán — respondió el joven tratando de no mirar a los ojos a Drago —

—Dime muchacho. ¿Podrías acompañarme a notificar al conde Ludwig de lo que le pasó a su hijo?— le pregunto Drago mientras trataba de parecer lo más agradable posible e intentando no intimidar al joven —

— Si capitán, encantado lo acompañaré. Después de todo esto sirve como experiencia de campo — le respondió el joven con un poco de entusiasmo por salir del cuartel y no quedarse con esa montaña de papeleo por más tiempo —

— ¡Muy bien!, esa es la actitud,— dijo el Capitán mientras le daba unas palmadas en la espalda—

Por cierto, antes de que vayamos hacia la casa del conde, ¿cual es tu nombre? —

— Johan, Johan von Köpp señor — dijo el joven recalcando el apellido más que su nombre —

— Muy bien Johan, prepara tu revolver y carga tu mosquete. ¡nos vamos donde los aristócratas!