Harry James Potter, se paro en frente de un cajero en el Royal National Bank, uno de los muchos bancos de Griggots para el mundo Muggle, después de la debacle de su primer año, Hermione lo convenció de crear una cuenta bancaria en el mundo Muggle, en caso de que sus horribles tios intentaran prohibirle ir a Howarts nuevamente. Por un momento sus pensamiento fueron hacia la castaña, luego de una semana lejos y con la cabeza mas fria Harry se dio cuenta de varias cosas, uno ya no seria amigo de Ron, se dio cuenta de que el chico era mas una carga que un apoyo, simplemente no necesitan ese tipo de personas en su vida a estas alturas, por supuesto el resto de la familia estaba fuera de la ecuación, su problema era con Ron no con los demás.
Y eso lo llevó a la siguiente conclusión, ya no seria amigo de Hermione, no era tan mezquino como para guardar un rencor eterno por acciones tomadas en un momento caliente, no, era por el hecho de que se dio cuenta de sus sentimientos, si el estaba o esta enamorado de Hermione, le tomo un tiempo reconocerlo totalmente hasta que ya fue mas que evidente.
Pero por otro lado, con la cabeza mas fria pudo analizar algunas cosas, entender algunos patrones, por ejemplo fue mas que evidente el debate de la propia Hermione, quizás lo ignoro por conveniencia o por que en el fondo era consciente del resultado, pero la castaña estaba en un dilema, entre el y Ron, a su punto de vista los veía a ambos como candidatos para pareja y quizás fue su actitud sumisa lo que lentamente la impulso hacia su amigo mas arriesgado realmente no estaba seguro ahora.
Con eso claro llegó a una conclusión, si Hermione lo buscaba para disculparse lo aceptaría, pero no seria su amigo, no caería en ese juego de ser el amigo de la chica que me guata, además no buscaría a la chica por la disculpa, si este quería venir que lo hiciera.
Con eso fuera de su cabeza tomo el dinero que la amable cajera le dio, saliendo del banco rumbo a una tienda de ropa, ya que las viejas cosas de su primo aun con su gran peso no le servían mas.
Harry se detuvo en una extaña tienda, parecía muy fuera de lugar en una calle llena de grandes marcas como Gucci, Chanel y muchas mas de la alta costura Muggle, las cuales conocía por las revistas de su tia petunia y los gustos de su primo, la tienda era pequeño con un solo exividor, bastante discreta hasta el punto de sobresalir como un pulgar dolorido.
"Kingsman". Harry susurro, abriendo la puerta, en donde un elegante hombre de mediante edad lo recibió con una pequeña sonrisa discreta.
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Hermione Greeger estaba perdida, sentía ira, dolor, soledad, impotencia, odio, todo de golpe y hacia una sola persona, ella misma. Fue una semana, la ultima semana la peor de su vida, Harry había desaparecido por completo, incluso sus cosas ya no estaban, esa noche, la del incidente, esa maldita noche, cuando lo golpeó, realmente se sintió como la mierda, pero no tenia ni idea de lo feo que se pondría para ella después de eso.
Caminando por los pasillos de Howarts perdida en sus pensamientos se permitió volver a los acontecimientos que siguieron a esa horrible noche, en la que arruino una de las pocas cosas reales en su vida. Todo fue demasiado rapido, con la desaparición de Harry, las cosas se enfriaron demasiado rapido y la conmoción inicial dio paso a la razón, que solo hizo su trabajo y los golpeo como un tren a toda velocidad.
Aun no recuerda, quien hizo el comentario o como fue que todo comenzó, estaba segura segura fue Lavander o quizás Katie, incluso Angelina, no importa quien si no la reacción en cadena que formo, solo basto un pequeño comentario recordando como Harry había detestado el torneo, como ni siquiera hablaba de el, entonces, ¿Por que participaria?, y fue como una explosión en cadena, cada pregunta o comentario solo hacia las cosas en la casa fuera a peor.
Ella también fue interrogada, demasiado aturdida para contestar solo miro a Ron y lo supo, el error tan desastroso que había cometido, su amigo no se limitó en contar y despotricar de Harry, tan descarado como para robar todos los créditos de Harry, lo que casuso una división en la casa de los leones, algunos que lo apoyaron y otros que no, con ella en el medio o eso pensó hasta que Ron la arrastró con el y todo despues de eso fue para peor.
Ahora caminando sola por el pasillo luego de haberle dado su primera vez a Ron, sintiéndose asquerosa y usada, contemplo sus desiciones, ella al igual que todas las chicas en su rango de edad, tenía este pequeño enamoramiento por Harry, no eran tan estúpida o ingenua como su amigo para no darse cuenta de las miradas que las demás le daban. Pero ella tenia ventaja por sobre las demás, ella tenia las miradas dulces y llenas de amor, ella lo tenia a él y lo dio por sentado.
Del otro lado estaba Ron, idiota y sin cerebro, pero por alguna razón que solo puede atribuir a su propia idiotez creyó que era atractivo, todo lo opuesto al amable y lindo Harry, Ron es tosco, patan, y la trata mas como una sirvienta que como su amiga y eso de algún modo le pareció atractivo.
Ahora sola en los pasillos con lágrimas de los ojos después de una horrible primera vez, pidió por el, por su mejor amigo, por su Harry, pero ya no estaba, ya no eran amigos, ella tomo un bando y ahora solo podía sufrir en silencio.
(Creo que esta parte no me gusta, la voy a dejar pensando en qué fue su primer beso y no su primera vez, ya daben a que me refiero, pero espero sus opiniones al respecto sobre esto si es mejor dejarlo como se redactó originalmente, después de todo afecta a la historia más adelante)
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Harry se paro en frente de las puertas doradas de Griggots, el dia anterior envió a Dobby al banco para saber sobre la posibilidad de colocar las riquezas de la camara en su bóveda, aunque eran de Salazar Slithering, el hombre en su diario dejo muy especificado que pertenecían a quien pudiera abrirla, bajo este concepto, son suyas. Pero nuevamente es mejor preguntar.
Pero en lugar de una respuesta, Dobby regreso con una carta emitida por un duende llamado Bardok, el cual se llamó a si mismo su gerente de cuenta, solicitando una reunión con el señor Harry James Potter lo mas rápido posible para habían sobre temas extremadamente delicados con respecto a su estado actual.
Harry no entendía la mitad, pero si entendio la gravedad del asunto, bajo dicha premisa, camino hacia las grandes puertas custodiadas por dos duendes enormes en los estandares de su raza.
"Declare su asunto mago". Uno de los duendes, preguntó con un tono de voz plano, si ofensivo, ni deferente, simplemente plano.
" Tengo una cita con mi gerente de cuenta, el señor Bardok". Harry tomo la carta y se la tendió a uno de los guardias el cual le dio un pequeño vistazo, con un movimiento de cabeza, el junto con su compañero, comenzaron a mover las grades puertas doradas.
Una vez dentro del banco, Harry no tardo mucho en llamar la atención, como con cualquier entidad pública, en el banco había brujas y magos, de bastantes lugares, dada la importancia del torneo de los tres magos.
Su presencia de inmediato llamo la atención, su altura de cerca de 6 pies, hombros anchos, cuerpo atlético, cabello azabache perfectamente peinado, rostro atractivo y sus ojos verdes brillantes ya no ocultos por sus lentes.
Se paro en toda su altura vestido con un elegante conjunto, un pantalón de vestir de color negro, un cinturón discreto no muy llamativo, un buso cuello tortura, también de color negro, pegado a su cuerpo resaltando sus magníficos músculos y una gabardina de color gris, un poco arriba de sus rodillas, zapatos negros de bota.
La visita a la tienda Kingsman lo había dejado algo mas pobre en su cuenta bancaria, pero ahora tenia un guardarropa completamente nuevo, por supuesto Dobby aun debía llevarla a una modista magica para que pusiera algunos encantamientos mágicos sobre la ropa.
"Apreciado cliente sigame por favor el señor Bardok lo espera". De repente un cajero se acerco a Harry para escoltar lo que su gerente de cuenta, mientras que los demás clientes regresaban a sus asuntos, aunque de vez en cuando se podía ver una que otra bruja regresar su mirada a Harry.
Una vez Harry escucho a Hagrid decir que no habia nada que los duendes no adoren mas que el oro, y lo peor que un mago padre hacer era meterse con el oro de los duendes, caminando por los pasillo dorados, que participaron estar hechos de oro puro, Harry entendio mucho mejor esas palabras.
Bardok era un duende, de cabeza calva, ojos calculadores, y un extraño aire a su alrededor, que a Harry le recordó los hombres de negocios que su tío Vernon solía llevar a casa, vestía un traje de tres piezas de color Borgoña, con un reloj, que Harry estaba seguro estaba hecho de oro en la muñeca.
" Lord Potter, si no me equívoco ". Bardok extendió la mano en un saludo formal, algo raro en sus duendes que suelen ser bastante mas frios y toscos con los magos.
Harry solo se encogió de hombros y le devolvió el saludo, no sabía que problema tenían los magos y los duendes, pero no era su asunto.
" Un gusto Bardok, pero solo Harry, no soy ningún Lord". Harry respondió, mientras que el duende levanto un de sus largas cejas. "Mi elfo me informa que desea hablar conmigo sobre asuntos muy importantes". Harry rápidamente abordo el tema en cuestión, no queriendo quitarle su tiempo al duende.
" Si lord Potter ". Bardok repitió enfatizando el Lord. " vera debido a cierto torneo al cual entiendo fue vinculado, ciertas cosas pasaron antes de lo previsto". Harry hizo una mueca que no paso desapercibida por el duende, pero que ignoro el estaba por el oro, cualquier otro tema no era de su incumbencia.
Harry observo al duende, salir una serie de objetos de su cajón, comenzó por un viejo pergamino, que parecía haber visto días mejores, luego procedió a tomar un cuenco hecho de algún material antiguo lleno de runas y finalmente una pequeña daga, muy decorada.
"Antes de cualquier cosa, me gustaría comprobar cierta información que tenemos para poder continuar con nuestra reunión". Bardok extendió la dsga hacia Harry, que la miro con un poco de desconfianza, algo que el duende entendio de inmediato. " No se preocupe Lord Potter, es solo para verificar su identidad ". Respondió el duende a la pregunta no formulada, de Harry.
Soltando un suspiro, Harry tomo la pequeña daga, realizando un ligero corte en su dedo pulgar dejo caer unas gotas de sangre en el cuenco. De inmediatamente el cuenco, brillo en un tono carmesi, mientras las runas comenzaron a brillar y mas sangre parecía brotar de ellas, llenando el cuenco con al menos un pequeño vial de sangre.
Harry parecía genuinamente conmocionado, pero el duende no, solo tomo el cuenco antes de extender el pergamino y dejar caer la sangre sobre el papel.
Harry observo como la sangre comenzaba a moverse como si tuviera vida propia, formando palabras y figuras en el cuenco, no paso mucho tiempo antes de terminar de escribir.
{{ Nombre: Hadrian James Potter
{{ Hijo: Charles James Potter y Elizabeth Nicol Evans
{{Títulos:
Lord Potter: Ultimo Heredero Vivo
Lord Griffyndor: Ultimo Heredero vivo
Lord Slithering: Casa Conquistada
Lord Perevell: Ultimo Heredero Vivo.
Lord Black: Heredero
Señor de Ávalon, Rey de los Caballeros: Ultima Sangre de Pendragon }}.
Bardok observo al pergamino y de nuevo a Harry, antes de suspirar y mover un poco su silla mas cerca a su escritorio, mirando al joven delante de el.
"Señor Potter, déjeme explicarle la verdadera naturaleza de nuestro banco". Harry también leyó el pergamino, sintiendo asombro, se concentro y prestó toda su atención al duende, " Nuestro banco nacio mucho antes de las grandes casa y magia de este pais ....