Una pieza clave

El tiempo fue como si de un segundo a otro se detuviera en ellos dos. Mey sólo podía agarrar con fuerzas las bolsas que sostenía en su mano izquierda.

Ellos avanzaban y las miradas de la personas eran de asombro total. Subieron las escaleras eléctricas pero ni eso detuvo que Lou soltara la mano de ella.

Tan pronto pisaron el piso, Lou continuó con esa paciencia al caminar, tratando de no perder esa señal que se encontraba en el cuarto piso de tecnología y más.

El ritmo cardíaco de Mey se aceleró por completo pero lo que más le despabilo sus sentidos fue que al ladear su mirada hacia el otro extremo izquierdo, vio a ese alguien; esa persona que le provocó un nudo en su garganta. Parpadeo un par de veces para ver si no estaba mirando mal pero no, en verdad vislumbró a ese hombre junto a su media hermana Wendy.

No podía retirar su mirada hacia esa pareja pero tampoco se percató que su mano se entrelazo con la de Lou.

Ella sólo había perdido la capacidad de su subconsciente.

Del otro extremo de la planta, Isaac estaba junto a su hermosa pareja: Wendy, agarrados de las manos pero unos murmullos de ciertas personas en la esquina le llamaron la atención ignorando lo que Wendy le venía comentado.

Dicha eufória causaba que especularan sobre la peculiar pareja sobresaliente que avanzaban a pasos lentos.

- Qué pareja más deslumbrante, ese chico es enorme.

- ¡Wooow! Esa chica se ganó el premio mayor...

Instintivamente Isaac ladeo su mirada hacia esa pareja que le apodaban sobresaliente y estaba perplejo por lo que sus ojos marrones atisbaron; ambos conectaron miradas y a ver esa chica logró ver ese pequeño lunar debajo de su ojo izquierdo y quedó en shock al darse cuenta que esa chica era Mey, la cual estaba agarrado de la mano con ese joven apuesto.

Mey a ver la cara de Isaac, rápidamente aparto su mirada y con su corazón frenético, apretó con más fuerzas la mano fría de Lou. Es como si en ese instante buscará refugio a esa amarga imagen que le provocó que sus ojos esmeralda se apagarán.

Los murmullos y esas miradas cautelosas de la multitud ya no le importó para nada.

Lou avanzó más cuando su percepción extrasensorial le había indicado la ubicación exacta de X87.

Al fin, se detuvieron a cierto establecimiento en específico.

Él entró sin preámbulos a un ciber-café enorme. Mey con su respiración agitada, y aún tomada de la mano con Lou, se confundió por entrar a dicho lugar; los cibernautas no se dieron cuenta que esa pareja había entrado con un aura desconocida.

Lou: - Aquí

Mey apenas recuperando el aliento no hizo nada más que estar en silencio mientras que de nuevo Lou la jalaba hacia una esquina del establecimiento.

En ese instante antes que Lou se acercara a Jeff; él se mantenía super concentrado frente a la computadora investigando una pista contundente referente al asesinato de su hermana. Pero ni siquiera se percató que alguien con una aura magnética se acerco detrás de él.

Mey por su parte solo podía observar los movimientos sigilosos de Lou.

En un nanosegundo Lou pronunció con su voz magnética: - Te encontré.

Entonces Jeff a pesar de tener los auriculares puestos escucho esa voz ronca y penetrante de Lou.

Sin inmutarse, se giró con la silla postrandose delante de Lou y de esa chica con cabello violeta que vio con misterio. Lo que más le sorprendió fue que Lou estuviera agarrado de la mano con ella misma.

Mey también se dio cuenta de esa mirada llena de malicia que se enfocó sólo en su agarre con Lou. De inmediato, ella lo soltó apresuradamente y Lou como si nada la solto por igual.

Jeff sonrió con malicia a ver tal escena aunque Lou se mostrará inmutable.

Jeff suspiró.

Saber que Lou lo encontró ya era un problema para él, así que dijo con picardía: - Apenas ¿eh?, me sorprende tu nivel de percepción.

Jeff tenía un aspecto discreto, una gorra de lana y una bufanda en su cuello. Era para pasar desapercibido ante los demás.

Mey contempló con curiosidad a ese chico extraño, más por el color ámbar de sus ojos.

<<¿Él quién es? ¿Será cómo Lou, un a-alíen>>, pensó Mey con cierto temor.

Jeff: - Ey, tú, si lo soy pero esa parabra me ofende. - dijo a Mey con una sonrisa desdeñosa.

Mey se paralizó por esa simple frase, es como si le hubiera leído la mente y estuviera recibiendo respuesta a su duda.

En efecto, Jeff tenía el poder de la telepatía, era capaz de leer los pensamientos y transferir información a ellos mismo. Pero sólo funcionaba con los humanos ya que para su misma especia de Jeff, eso era imposible de lograr.

Lou: - Hay que conversar.

Jeff hizo una mueca de desdén pero no le quedaba de otra que obedecer al "Dios Supremo del Planeta Marte".

Ya que el mismo Lou lo había encontrado, no podía darse el lujo de escapar delante de él y de la humana.

Jeff: - Tks, pero no aquí, no es buen lugar. Ahora sígueme. - espetó.

Se quitó los auriculares y se levantó con pereza pero antes de dar un paso, preguntó con seriedad: - Y, ¿ella quién es? ¿Sabe qué...?. - inquirió en suspenso señalando a Mey.

Lou: - Su nombre es Mey. Ella me cuida.

<<¿"Ella me cuidá"? Jajaja ¿acaso eres un bebé?, supongo que esta humana está en un gran lío.>>, pensó Jeff curvando sus labios de nuevo en malicia.

Por otra parte, Mey se quedó perpleja ante las palabras de Lou.

<<¿Qué es es esto? ¡No soy una niñera! Este tipo de Lou porqué dice algo así; solo estoy siendo cautiva en mi propio hogar.>> pensó Mey con una expresión neutral.

Jeff captó ese pensamiento de la chica y sonrió más. Mey atisbo enseguida esa mirada maliciosa del chico y tuvo la idea que este tipo podía leer los pensamientos.

Todos se dirigieron hacia el estacionamiento del centro comercial. Subieron a un auto lujoso deportivo de última generación. Se dirigían a una provincia afuera de la cuidad Solé.

Una hora más tarde, llegaron a una residencia de lujo, con una vista increíble al mar Solé. Mey durante el trayecto estaba atónita ante la maravilla del paisaje. No creía que veía con sus propios ojos, mientras se preguntaba como esté chico podía darse cierto lujos.

Tan pronto el auto se adentró a dicha residencia y se estaciono; los tres descendieron del auto deportivo.

Jeff los condujo hasta la entrada principal y Mey se asombro por la decoración de cierta residencia.

<<¡Oh dios mío! Qué grande es este lugar. No imagine que estos seres alienigenas fueran millonarios.>>, Mey estaba impactaba por la residencia prestigiada.

Los tres se dirigieron a la sala de estar con una sostificada decoración de excelente calidad.

Jeff se sentó despreocupado, se quito esa gorra de lana y la bufanda que le causaba picazón y molestia. Dejando a descubierto su enigmática apariencia.

Mey tan rápido vio su cabellera rubia y las marcas de su nuez de adán hasta su clavícula, se quedó en shock. ¿Acaso el mundo estaba repletos de estos seres alienígenas y por cuánto tiempo?, esa era la pregunta que se hizo Mey.

- Siéntense. - dijo Jeff con exaspero.

Lou cómo Mey se sentaron en la refinada sofá de piel pero cada quién se sentó por su lado. Lou era un ser indomable e imprencidible; él tenía en cuenta que Jeff no era cualquier especímen neutral ya que su temperamento atroz era de lo peor y ponía en riesgo la misión MS785.

Jeff: - Al grano, ¿qué quieres?. - preguntó directamente a Lou.

- ¿Dónde está ella?. - respondió Lou con una pregunta.

Jeff frunció su ceño ante tal pregunta; Mey sólo se cuestionó a quién se refería Lou.

- Oh, no lo sé y ni me importa. - desdeño Jeff.

Lou no se inmutó ante esa respuesta, en sí, él preguntaba por A79, a pesar de no percibir su energía de ella quería saber el mínimo indicio de su paradero.

Por otro lado, Jeff sabía que no era buena idea revelar información confidencial ante dicha humana entonces, se levantó antes de continuar hablando aunque ya tenía la idea que ella sabía más de lo permitido.

De un solo movimiento veloz y audaz se acerco a ella quedando hombro con hombro. Mey se aturdio por esa acción imprencidible.

- Ya que hablaremos a fondo, será un problema para nosotros que ella escuche. - dijo Jeff con desdén y malicia.

Esas palabras atemorizaron a Mey y antes que ella pudiera decir algo al respecto; Jeff presiono su dedo índice en la nuca de ella instantáneamente soltó las bolsas y cayó en el regazo de Jeff.

Lou por su parte, arqueo sus cejas por el atrevimiento de Jeff.

Entonces de un segundo a otro la atmósfera dio un giro de 180°. Se percibió esa aura glacial proveniente de Lou en toda la sala de estar.

<<Qué interesante, ¿en qué te ha convertido esta humana?>>, se preguntó Jeff mientras Lou contenía una fuerza sobrenatural.