Kat tragó saliva mientras miraba a Minor. —Quiero decir… Supongo que tiene sentido, vi a Enuko en esa memoria cambiando solo sus manos… pero… Siento que hay algo más en esto… pero, ¿de verdad quiero preguntar? ¿Debería? Maldición, quiero saber.
—¿Cómo pudiste mantener algo así en secreto? —preguntó Kat.
—Bueno… en realidad no es tan difícil como crees —dijo Minor—. Mencioné que la casa reinante, o sea, nosotros, ¿supuestamente descendemos de aquella Reina que inició nuestra raza? Bueno, uno de los factores principales que apoya esto es que somos uno de los pocos capaces de alcanzar siquiera cinco colas aún.
—Claro, hay otras casas que también pueden, pero a veces salta generaciones, o más y normalmente podemos explicar por qué lo mantenemos en secreto. Además… Creo que necesitas saber que es posible para ti cambiar. Así que… apuesto que mamá no se lo dice a todos.
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