Román presionó su pulgar en el encendedor para que apareciera la llama. Mantuvo un lado del papel sobre la llama, y pronto un extremo del papel se prendió fuego antes de que todo se quemara, dejando detrás residuos de cenizas en el suelo. Llevó sus dedos a la boca, pasando la lengua sobre la quemadura mientras miraba las cenizas.
Sus ojos ardían más que la llama, recordando la pregunta que Julie le había hecho en la carta.
—¿Ella vio el cementerio esa noche? —Estudiantes que antes habían vagado por el área restringida del bosque, pero nadie hablaba de ello ya que su memoria era instantáneamente borrada.
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