El secreto bajo la cueva terrestre

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—Es bueno que hayas regresado. Ven, deja que mamá te observe bien —Li Ping felizmente llevó a Lu Ming a sentarse y mirar alrededor.

Lu Yuntian también estaba todo sonrisas.

—Padre, madre, Ming'er está muy bien. ¡No se preocupen! —Lu Ming sonrió y se sentó con Li Ping y los otros dos.

—Padre, Ming'er volvió esta vez principalmente para tratar tus meridianos —dijo Lu Ming.

—¿Qué? ¿Tratar mis meridianos? —la mano de Lu Yuntian, que sostenía la taza de té, de repente tembló.

Claramente, Lu Yuntian estaba bastante impactado.

—Ming'er, ¿es cierto lo que dices? ¿Realmente puedes curar los meridianos de tu padre? —Li Ping también miró a Lu Ming emocionada.

—Eso es correcto. Padre, madre, esta vez, Ming'er ha obtenido una botella del legendario agua de la vida. ¡Definitivamente puede curar las heridas del padre! —Lu Ming movió su mano y el elixir de vida apareció en su mano.