Claramente, Lucien ya no quería que trabajara con Eduardo en el laboratorio, es más, incluso me ordenó quedarme en casa en lugar de ir al laboratorio hoy. Habría podido decirle a Eduardo su decisión directamente sin presentarla como algo que yo quería. Ahora probablemente Eduardo piensa que ya no quiero verlo, lo cual podría no ser equivocado. Después de todo, ni siquiera sé lo que pienso o quiero ya y hasta que lo averigüe, no voy a responder a su mensaje. Siempre puedo rezar para que no llame.
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