—¿Qué... qué clase de técnica está utilizando el capitán? ¿Por qué no podemos detectar ninguna fluctuación de energía? —La siempre impulsiva Yunis fue la primera en expresar su pregunta.
Los demás que estaban cerca negaron con la cabeza, sus rostros reflejando su confusión y desconcierto.
John lanzó una mirada suave y sonriente a la Serpiente Devoradora de Almas Mozambique que estaba tan cerca pero incapaz de asestar un golpe.
Habló con calma:
—Si tienes algún as en la manga, será mejor que lo juegues ahora. Con tu torpe método de ataque, es imposible que me inflijas algún daño...
En ese momento, Mozambique había agotado todas sus fuerzas, sus tres pupilas verticales sobresaliendo de manera amenazante, pareciendo faroles resplandecientes.
John incluso podía percibir distintamente la ruptura de los vasos sanguíneos dentro de sus ojos.
No obstante, por más que Mozambique se esforzara, todos sus intentos eran en vano.
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