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CAPÍTULO 29 PROPOSICIÓN IRREFUTABLE.

Perspectiva: Agis.

Novadiulco, Jublios 1 de Ianuarius del 1575.

Abro los ojos un poco adormilado, por costumbre, activo el hechizo [Reloj], son las 10:45 A.M.; es tarde, algo normal, después de todo, tuve una faena de 7 horas. Luego de esa noche de sexo descomunal, las chicas y yo dormimos plácidamente; las camas de los nobles son extremadamente grandes, fácilmente caben más de 6 personas. Actualmente, Petra y Roser se encuentran en su forma original, durmiendo a mis pies; Leonora está a mi derecha, acostada sobre mi pecho y abrazándome despreocupadamente; finalmente, Leila se encuentra a mi izquierda, descansando tranquilamente sobre mi brazo; obviamente, estamos desnudos y sin ningún tipo de sábana o ropón que nos cubra.

Me levanto con cuidado de la cama, y observo a las chicas, son hermosas; nunca voy a dejar de decirlo, las mujeres de Alfa poseen una gran belleza. Incluso Petra y Roser en sus formas originales se ven muy atractivas; recordando nuevamente la noche anterior, es comprensible que ese par no fueran capaces de mantener su transformación. Aunque no me gusten los cuerpos subdesarrollados de las niñas, con Petra y Roser es diferente; cuando las miro, veo a una mujer sumamente voluptuosa y sexy. Es curioso que me guste más esa apariencia falsa, a veces pienso que algo no está bien conmigo; sin embargo, ellas me dicen que no importa, porque los cuerpos de las niñas no son sensuales, por el contrario, sería extraño que me gustaran, ya que todas las hadas odian a los "lolicones"; no sé qué significa esa palabra, pero supongo que tiene algo que ver con los pedófilos y pederastas.

- Buenos días Agis. – Petra se levanta con sueño y me saluda al verme.

- Buenos días… – la saludo y la miro con interés.

- Haaaaa… – realiza un bostezo – ¡ha! Otra vez volvió a pasar. – notando mi mirada, observa sus manos con sorpresa y desagrado.

- Está bien… – respondo con tranquilidad.

Al cabo de unos minutos, las otras chicas también se despiertan; después, Leonora activa su [Almacenamiento] y entrega una poción azul a cada una, todas la beben sin pensarlo mucho, es una poción anticonceptiva. Aunque las posibilidades de embarazarlas son muy bajas, siempre es mejor prevenir; no es que no quiera tener niños, simplemente, creo que aún no es el momento, además, no estoy preparado mentalmente; ¿la razón? Cada vez que las chicas me hablan de tener hijos, recuerdo a mi familia de la Tierra, y no puedo evitar sentirme un poco melancólico; ocasionalmente vienen a mi mente memorias de mis hijos. A pesar de que ya no puedo recordar correctamente su voz ni su aspecto, mi amor permanece intacto; bueno, supongo que necesito un poco más de tiempo para aceptar esa idea.

- Mi Amor, – Leonora se dirige a mí y me besa en la boca con pasión – ¿lo disfrutaste? – me pregunta con picardía.

- Por supuesto, fue una noche excelente. – respondo con satisfacción.

- Jum… – sonríe – pronto será tu cumpleaños, ese será un día especial. – me pica el ojo.

- Muy bien, voy a prepararme. – la miro con deleite.

- Quería que celebráramos tan pronto terminara la actualización de tu Tarjeta de Estado, – comenta en tono casual – pero esa niña se pega mucho a ti. – Leonora parece un poco molesta.

- Si, lo siento. – me muestro avergonzado.

- Agis, no deberías disculparte, es obvio que la Señorita Camelia no sabe cómo cortejar a un hombre. – interviene Roser mientras pone sus manos sobre sus pechos – ¡arg! todavía no puedo cambiar. – se muestra impotente.

- Es vergonzoso que una hermana de raza no conozca las costumbres. – agrega Petra mirando su cuerpo con el ceño fruncido – yo tampoco puedo cambiar, mierda.

Mientras que el par de hadas pronuncian esas palabras, intentan asumir su forma adulta, pero rápidamente su cuerpo regresa a su apariencia original. Aunque la raza Feérica posee un gran poder regenerativo, su cuerpo acumula cansancio y tensión al permanecer transformadas durante mucho tiempo. En este caso, Petra y Roser habían durado más de un mes; es normal que no puedan hacerlo, necesitan descansar unas horas para recuperarse por completo.

- No se esfuercen, – les advierto – creo que en 2 o 3 horas podrán hacerlo de nuevo.

- ¿tanto? – Petra se muestra decepcionada.

- No hay otra opción, – Roser habla con resignación – hay que esperar. Es asombroso que la Señorita Camelia tolere esa apariencia tanto tiempo. – habla para sí misma.

- Cierto, pero todavía es joven, es natural. – responde Petra con indiferencia.

A medida que las hadas "envejecen", desarrollan un descontento con su forma original, ya que a menudo son confundidas con niñas, y normalmente las tratan como tal; esta es una de las razones por las que detestan a lo que ellas denominan despectivamente como "lolicones". Al principio no es un problema, pero las hadas viven hasta los 200 años, es imposible soportar tanto tiempo siendo tratado de esa manera, ver que no hay cambios en su apariencia, y estar atrapados en un cuerpo pequeño por siempre; entiendo ese sentimiento, es aterrador darte cuenta que tu cuerpo es pequeño, te hace sentir débil e indefenso; incluso ahora me siento extraño, a veces pienso que este no es mi cuerpo. Por ello, los miembros de esta raza se esfuerzan por mantener su apariencia adulta el mayor tiempo posible, con el fin de reflejar su edad mental y sentirse mejor consigo mismos; en cierta medida, muchas hadas creen que su transformación es su verdadero ser.

Los miembros de la raza Feérica consideran que su Juventud Eterna es una maldición; no es que les desagrade ser jóvenes por siempre, el problema es que, al permanecer como niños, hay altas posibilidades de que experimenten cambios de humor, depresión, variaciones hormonales, las mujeres tienen muchas dificultades para dar a luz, e incrementa el desarrollo de enfermedades mentales; es por esta razón que envidian a los elfos, puesto que, todavía se ven adultos. No obstante, tampoco deberían hacerlo, los elfos también sufren esos efectos, pero no con tanta intensidad; incluso me atrevería a decir que los elfos sufren más a largo plazo, ya que no pueden transformarse como lo harían las hadas, para calmar su mente.

Al final, todo tiene un precio. Aunque tengan capacidades raciales increíbles, la inmensa mayoría de los miembros de las otras 9 razas, cambiarían todo por ser como los humanos; supongo que debe ser difícil cargar con eso. En este mundo, la humanidad, por más débil que sea, es considerado como lo que se supone que debe ser lo normal e ideal, ya que, los efectos secundarios de sus poderes son permanentes, no se pueden corregir con nada, y en algunas personas son más intensos que en otras. Irónicamente, hay muchos humanos tontos que desearían esos poderes; ese tipo de personas, ponen incomodos a las otras razas; aunque, por otro lado, también los hacen sentir mejor, esa admiración les lleva a pensar que, al final, no puede ser tan malo.

- Mi Amor, creo que deberías pedirle al Duque Ferrer la mano de su hija. – Leonora cambia el tema y habla en tono casual.

- ¿Qué? – me quedo sorprendido.

- No te sorprendas de esa manera, recuerda que debes cumplir con nuestro Pacto. – La Princesa Gelum me mira con dureza.

Es cierto, el tiempo se está agotando, si no cumplo con mi parte del trato, es muy probable que deba pagar una suma de dinero astronómica, sin mencionar que haría el ridículo ante Leonora. Por su semblante, parece que en verdad lo desea; además, no puedo negar mis instintos, debo admitir que Camelia me parece una chica muy linda. Que puedo decir, soy un hombre.

Los hombres con una sola esposa, sin importar cuantas concubinas o sirvientas posean, son considerados como unos cobardes y fracasados, además de ser repudiados por los demás; ni hablar de los solteros, son vistos como peso muerto, en otras palabras, son un desperdicio. Es curioso que se aplique solo a los hombres, pero, si lo piensas un poco, es natural, después de todo, hay 10 veces más mujeres que hombres en Alfa; esto se pone peor cuando notas que las razas Gelum, Marinus, Élfica, y Feérica están compuestas en un 80% por mujeres, sin mencionar los problemas de natalidad masculina que poseen.

- ¿No te molesta? – pregunto con reticencia.

- ¿Por qué habría de molestarme? – responde con naturalidad – Ya te lo he dicho muchas veces, es una deshonra para un hombre de tu calibre tener solo una esposa; lo que me molesta, es el comportamiento de esa niña. Aparenta ser inocente, pero es igual o más pervertida que Petra y Roser juntas. – se muestra incomoda.

- Todas las hadas somos pervertidas, – Petra habla con franqueza – la diferencia es que unas lo disimulan, otras fingen ser puras, y unas pocas lo reconocen.

- Está en nuestra sangre, – asevera Roser – es la forma de compensar nuestras cualidades raciales; madre me decía todo el tiempo, que el poder de las hadas, existe únicamente para apoyar a su hombre. – lo dice en tono monótono.

En Alfa, las personas son muy conscientes de su naturaleza, no intentan cambiarla ni negarla, por el contrario, la aceptan y adaptan en función de crear una sociedad estable y próspera. Esta naturaleza es simple: los hombres son polígamos y las mujeres son monógamas; el hombre es fuerte y la mujer débil; el hombre posee inteligencia y la mujer astucia; el hombre es un ente de orden y la mujer un ente de caos; entre otras creencias. En consecuencia, es normal que se adjudiquen al hombre ciertos roles, completamente diferentes a los que ocupan las mujeres; como resultado, los habitantes de Alfa establecieron unas convenciones sobre lo que debe y no debe hacer un hombre y una mujer en determinadas situaciones y contextos; de esta manera, se llega al punto actual donde es absolutamente necesario que un hombre tenga muchas mujeres, y que las mujeres deben someterse a su marido.

Personalmente, estas creencias me parecen un tanto extrañas, sin embargo, debo admitir que son bastante lógicas, sin mencionar que, a pesar de todo, funcionan, y por lo visto, todos parecen felices; nunca he escuchado a una mujer quejándose de su posición, por el contrario, son los hombres que a menudo se muestran agobiados por sus esposas; a causa de ello, se puede apreciar la existencia de bares, cantinas y otros lugares exclusivos para hombres en varias ciudades y pueblos. Esto me recuerda aquella cantina a la que asistí con Celso, y su grupo llamado Los Devastadores. Pensando en ello, estos establecimientos son el último reducto para los hombres que desean descansar de sus esposas por un breve momento, ya que, no hay forma de negar que las mujeres de Alfa son sumamente dependientes de atención; lo digo por experiencia de primera mano.

- Ya veo… – respondo un poco aturdido.

- Además, – agrega Leonora – esa niña es la hija de un Duque; si la haces tu esposa, obtendrás un título de noble honorario. No es gran cosa, pero será de ayuda para conseguir más mujeres en el futuro. Estoy segura de que muchos nobles de la ciudad Mirusmari, no opondrán tanta resistencia cuando solicites la mano de sus hijas, ja, ja, ja, ja, ja. – ríe con un poco de malicia, y me besa apasionadamente.

Al casarme con Camelia, obtendría el título de Caballero o superior; siendo un noble honorario, no recibiría tierras ni tendría autoridad, pero me otorgaría bastante prestigio y respeto, algo que Leonora no puede darme en este momento, debido a sus circunstancias. La risa de esta Princesa Gelum, es una muestra del grado de confianza que tiene conmigo, aunque, no puedo negar que es un poco rara, Leonora parece una villana salida de algún cuento; no obstante, soy plenamente consciente de que todo lo que hace es por mi bien.

- … – la miro con extrañeza.

- ¿Sabes por qué te digo esto? – me pregunta con un rostro confiado – El Duque se disculpó conmigo ayer en la tarde; parece que él te ha contado unas cosas sobre mí. – me mira con vergüenza – la verdad, odio que me llamen así, "Princesa de Hielo", esos nobles son unos cobardes, por eso es que no quería casarme con un pusilánime de ese tipo.

- Está bien… – la abrazo – yo te amo justo como eres, y entiendo tus razones. – hablo en tono serio.

- Mi Amor… – también me abraza – pero el Duque Ferrer no está equivocado; como dijo, estoy dispuesta a hacer cualquier cosa por ti. – me mira con rostro serio.

- Lo se… – sonrío.

- En fin… por ahora solo debes cumplir con tu trabajo de maestro, – Leonora vuelve al tema – creo que es bueno que le enseñes a esa niña unas cuantas cosas, después de todo, las esposas de un hombre fuerte también deben ser fuertes. – sonríe con satisfacción.

Después de esa charla intrigante, las chicas y yo nos bañamos, vestimos y desayunamos juntos; posteriormente, me fui al laboratorio para terminar de resolver algunos asuntos con los curanderos y alquimistas contratados por el Duque. En la tarde, me dispuse a crear un plan de entrenamiento para Camelia; voy a centrar todos mis esfuerzos en hacer que esta hada recupere su poder y se vuelva lo más fuerte posible. Esta será la primera vez que enseño a alguien, eso me pone un poco nervioso, espero ser buen maestro.

◇◇◇

Novadiulco, Lunae 5 de Ianuarius del 1575.

Pasé los últimos días creando y perfeccionando el plan de entrenamiento para Camelia; así mismo, le realicé unos chequeos para revisar su estado de salud, y por lo visto, se encuentra totalmente sana. Observando la feliz sonrisa de esa chica, me lleno de logro y satisfacción una vez más; siento que ha valido la pena el esfuerzo y sacrificio, en definitiva, todas esas noches en vela no fueron en vano. En lo que respecta al plan de entrenamiento, he realizado varias investigaciones sobre la Clase Invocador y las cualidades raciales de la raza Feérica, así como de otras razas que comparten varias semejanzas; fue algo abrumador, no sabía que existiera tanta información precisa y compleja sobre las hadas.

En lo concerniente a la Clase Invocador, debo decir que son una variante de Mago, especialistas en el uso de hechizos de tipo Instantáneo, Temporales, Efecto Prolongado, de Sellado, de Utilidad, y por supuesto, de Invocación. Dicho esto, no cualquiera puede ser un Invocador, se requiere de cierto tipo de determinación, así como una alta compatibilidad y dominio del Arte Especial [Lazo Espiritual].

[Lazo Espiritual] permite crear un vínculo eterno con un objeto o ser vivo; por supuesto, este vínculo no puede llevarse a cabo entre personas, solo con animales, Bestias Mágicas y objetos. Esto se debe a que se genera una unión del espíritu, dicho de otro modo, del alma, con el animal, Bestia Mágica u objeto. El Poder Espiritual es la muestra de que se posee un alma o espíritu, pero los animales, Bestias Mágicas y objetos no tienen dicho poder, con lo cual, es posible realizar este vínculo, de lo contrario, las almas de ambos se rechazan y es imposible hacerlo. Cuando el vínculo es exitoso, el alma del Invocador se une al objetivo, de esta manera, la existencia del objetivo depende del Invocador; si el Invocador muere, el objetivo muere o se destruye, pero si el objetivo muere o es destruido, el Invocador sufrirá de un dolor proporcional al sufrimiento del objetivo, y al cabo de un tiempo, podrá revivir o reconstruir al objetivo.

En términos generales, tanto [Lazo Espiritual] como todos los hechizos de Invocación, son bastante complicados de entender y explicar; es increíble que Camelia sea una invocadora, yo no tengo ni idea sobre esos conceptos esotéricos y místicos sobre el alma, en otras palabras, no nací para ser un Invocador. No obstante, creo que es bueno saber cuál es el concepto y cómo funcionan los hechizos de tipo Invocación, estoy seguro de que estos conocimientos me serán de utilidad para ayudar a esta chica.

Actualmente son las 8 de la mañana, Camelia y yo nos encontramos en el jardín del castillo. Como parte de su entrenamiento, he decidido realizar una prueba preliminar de sus capacidades raciales, en consecuencia, estamos rodeados de barras, pesas, balones, vallas de obstáculos, y demás elementos; estoy planeando determinar cuáles son sus habilidades y límites físicos; adicionalmente, quiero confirmar que sus capacidades raciales no están atrofiadas o debilitadas por su extenso periodo de enfermedad.

- Agis, ¿Qué debo hacer? – el hada me pregunta con curiosidad mientras estira su cuerpo.

- Por ahora, quiero que intentes levantar esta barra, – señalo una barra con 4 discos de 25 kilos a cada lado – realiza un ejercicio de arranque.

- ¿Cómo es ese ejercicio? – me mira con inquietud.

- Observa...

El ejercicio de arranque es el más básico de la halterofilia, o comúnmente llamado, levantamiento de pesas; consiste en levantar la barra desde el suelo hasta por encima de la cabeza con una completa extensión de los brazos en una sentadilla, todo esto en un solo movimiento. Quito 2 discos de cada lado, con un grito de guerra y mucho esfuerzo, logro realizar dicho levantamiento; honestamente, alzar 120 kilos de un solo golpe es sumamente agotador, estoy que caigo de rodillas; aunque los humanos de Alfa son varias veces más fuertes y resistentes que los humanos de la Tierra, todavía somos bastante débiles; en mi caso, he logrado hacer este ejercicio porque entreno regularmente, de lo contrario, sería imposible.

Es asombroso que en Alfa existan este tipo de ejercicios, desde hace un tiempo, he comenzado a pensar que la existencia de los Extranjeros tiene mucho que ver con esto. Por otro lado, con este ejercicio, puedo medir con cierto grado de certeza, la fuerza de esta hada.

- ¡Increíble! ¡Lo levantaste en un intento! – Camelia habla con asombro – ¡Agis es muy fuerte!

- Haaa… haaa…. Haa… – jadeo por el cansancio – tú lo eres aún más, – respondo con modestia – ahora es tu turno.

- ¡De acuerdo! – habla con entusiasmo.

Agrego los discos que había retirado previamente, de esta manera, la barra queda como al principio, con 4 discos de 25 kilos en cada lado, si a ello sumamos el peso de la barra, esta hada está apunto de levantar 220 kilos. Camelia se pone en posición, luego, con un ligero gemido, levanta la barra con suma facilidad; observando la fuerza monstruosa de esta hada, me quedo asombrado. Si mal no recuerdo, en la Tierra, el record mundial para hombres oscilaba entre los 200 y 215 kilos, esta chica acaba de superarlos con el mínimo esfuerzo, eso sí es increíble.

- Bien hecho, – la felicito ocultando mi asombro – ¿fue fácil?

- Es muy ligera, – me responde como si no fuera nada – creo que aun puedo levantar más.

- Ya veo... – la miro con estupefacción.

La cualidad racial Fuerza Aumentada, es muy variable entre las razas que la poseen; en promedio, el peso máximo que un hada puede levantar es de 450 kilos, por otro lado, los Gelum llegan hasta los 700, mientras que los Gigantes, la raza más poderosa en términos de fuerza pura, pueden levantar más de 1 tonelada sin sudar, es una locura. Por supuesto, si estas razas utilizaran hechizos como [Fuerza por 2], [Fuerza por 10] o [Fuerza por 50], podrían levantar muchísimo más, es aterrador. De esta manera, aumenté el peso progresivamente; Camelia se rindió en la marca de los 475 kilos, por encima del promedio, impresionante. Si esta chica me golpea con toda su fuerza, podría matarme.

Posteriormente, seguí probando las capacidades raciales de Camelia. Con un cuchillo, corté la palma de su mano derecha, la sangre brotó de la herida, pero inmediatamente después se regeneró sin dejar rastro; su Regeneración Acelerada funciona a la perfección. Esta cualidad no la hace inmortal, si le propinan heridas muy graves, o atacan sus puntos vitales como el corazón, morirá indudablemente, y por supuesto, si sufre de una mutilación, sus extremidades no van a volver a crecer, salvo que se utilicen Artes Ocultas. Camelia puso una expresión de dolor durante y después del corte, casi llora; regenerarse duele, duele muchísimo, lo sé por experiencia propia, además, mis chicas me dicen que el proceso de regeneración duele más que la misma herida, que es un dolor enloquecedor. El factor curativo funciona de la misma manera en todas las razas que poseen Regeneración Acelerada; aunque en unas es más lento y en otras es más rápido, al final, es lo mismo. Otro punto a destacar, es que no recupera la sangre, por lo que, si te lastiman repetidamente, morirás desangrado; solo los hechizos y pociones pueden recuperar la sangre perdida.

Sentidos Aumentados, es otra capacidad impresionante, Camelia puede escuchar, oler y sentir los elementos a su alrededor con bastante precisión y claridad; puede hacer mucho más que eso, es como un sentido de batalla que incluso le permite inferir si algo es peligroso; no la convierte en una bestia de la lucha, pero es lo suficientemente buena como para detectar casi cualquier cosa en un radio de 10 metros; no es superior a mi habilidad Instinto, pero es bastante buena.

Resistencia Física, Resistencia a la Fatiga y Resistencia Mágica son un tanto extrañas, aunque funcionan igual; no es que te vuelvan inmune o algo así, solo te recuperas más rápido, lo que te permite aguantar bastante tiempo. Por ejemplo, hice que Camelia corriera a máxima velocidad por el jardín, se cansó rápido, pero en pocos segundos recuperó el aliento, como si correr a tal velocidad no fuera nada para ella; lo mismo se aplica a la Resistencia Física, la golpee unas cuantas veces con un pesado balón en el brazo izquierdo, le dolió, pero de todas formas pudo aguantar muchos golpes, fui yo el que me cansé de hacerlo. También le lance muchos ataques con magia de agua algo débil, esta vez se quejó más, sin embargo, todavía podía mantenerse en pie, aun cuando los hechizos la golpeaban con bastante poder. Reflexionando un poco, estas resistencias son solo las básicas, ya que los Gelum, los Dragones y los Marinus poseen Alta Resistencia Física, por lo que pueden aguantar golpes más poderosos en grandes cantidades y durante varios minutos.

Con Visión Cinética, Camelia podía inferir con bastante precisión, la dirección y trayectoria de cualquier cosa que le lancen, así como los obstáculos a los que ella se dirige; no puede determinar con certeza que objetos son los que vienen, pero puede distinguir su forma y tamaño. Al mismo tiempo, Visión Lejana le permite observar cualquier elemento con notable claridad desde varios kilómetros de distancia, incluso podía detectar los detalles más finos como letras, color, desgaste, entre otros. estas dos cualidades raciales se complementan mutuamente, en verdad, los poderes de la raza Feérica no son una broma. Por otro lado, hay otras razas que también poseen estas cualidades, y lo más probable es que su poder sea muy variable en cada una.

Aumento de Unidades Mágicas es una cualidad muy útil; no es que incremente súbitamente las Unidades Mágicas, simplemente, permite que el individuo en cuestión, recupere sus Unidades más rápido luego de gastarlas, y hace que sea más fácil incrementar el total de Unidades Mágicas a lo largo del tiempo; de esta manera, si una persona normal incrementa su total en 100 Unidades en 6 meses, un hada podría alcanzar hasta los 200; de esta forma, en circunstancias iguales, un hada siempre tendrá más Unidades Mágicas que un humano, siempre y cuando apliquen el mismo esfuerzo en su entrenamiento mágico. Esta cualidad la poseen otras razas, como la Élfica, los Gelum, los Demonios, entre otras; por lo visto, su influencia es muy variable, pero parece que con los Demonios funciona mucho mejor que en los elfos o hadas.

Transformación Física es una cualidad muy interesante, pensaba que las hadas podían convertir algunas partes de su cuerpo en cuchillas o cosas así, pero estaba muy equivocado, solo pueden cambiar el tamaño, proporción y apariencia de su cuerpo hasta cierto punto; al parecer, su transformación debe guardar una semejanza del 80% con su cuerpo original, por lo que Camelia solo puede hacer más grande su busto, trasero, hacer crecer su cabello hasta el suelo, entre otras características; pero es imposible cambiar por completo el color de sus ojos, el aspecto de su cara, y similares. Es curioso observar como esa chica inflaba y desinflaba su pecho, parecían globos; ella me preguntó repetidamente cual era el tamaño que más me gustaba, bromeando, le dije que lo más grande posible, fue gracioso verla esforzarse por hacerlos enormes, pero parece que su límite es la copa C; su rostro se llenó de tristeza al saber eso.

Otro punto a destacar sobre la Transformación Física, es que requiere de imaginación, visualización y adaptación, por lo que Camelia no fue capaz de mantener su apariencia de chica voluptuosa por más de 5 minutos; no puedo hacer mucho para ayudarle en ese campo, tendré que decirle a Petra y Roser que le enseñen a asumir una forma bella y sexy. La Transformación Física no es exclusiva de la raza Feérica, también pueden hacerlo los Gigantes, Dragones, Demonios y Marinus, sin embargo, funciona diferente en cada especie, aunque su concepto básico es el mismo, hacer que el usuario adquiera un aspecto más humano, natural y acorde a su apariencia original en cierto porcentaje que puede variar dependiendo de la raza.

Finalmente, probé su capacidad racial Vuelo de Alta Velocidad; esta es la más importante y extraordinaria. Como su nombre indica, permite volar por los cielos a velocidades insanas; particularmente, Camelia puede despegar del suelo con una aceleración inicial de 300 kilómetros por hora, incluso dejó una pequeña fisura en el suelo y produjo un gran estruendo. Normalmente, la raza Feérica puede volar fácilmente a una velocidad de Mach 1, es decir, justo a la velocidad del sonido; sin embargo, con el uso de hechizos de protección y de un traje especial, un hada puede llegar a Mach 7 con el suficiente esfuerzo, dicho de otra forma, se vuelve hipersónica, moviéndose 7 veces la velocidad del sonido, algo muy aterrador. Así mismo, no hay límite al nivel de altitud ni techo de vuelo, por lo que, si Camelia lo desea, podría ir al espacio; no obstante, eso sería igual al suicidio. Ningún hada de Alfa ha viajado al espacio, ya que, el ambiente es muy duro y morirían como insecto a la llama, además, actualmente las tecnologías están centrándose en el ámbito terrestre, más que en el aéreo y ni hablar del espacio; simplemente, los habitantes de Alfa todavía no están preparados ni interesados en dejar el planeta, tienen suficiente con la amenaza de los monstruos, los Extranjeros, entre otros.

Naturalmente, la velocidad de Mach 7 no se logra de forma instantánea; se requiere de un tiempo considerable de vuelo, concentración, experiencia, gran cantidad de Unidades Mágicas, entre otros factores. Vuelo de Alta Velocidad es una de las pocas cualidades raciales que consume Unidades Mágicas, por lo que, a mayor velocidad, mayor será el costo de Unidades; quedarse en ceros es mortal para un hada en vuelo, ya que caerá como un bulto imantado a la tierra, si se encuentra a una altitud elevada, no hay forma de sobrevivir. La raza Feérica no es la única que posee la capacidad de volar, también pueden hacerlo los Dragones, así como algunas subespecies de Demonios y Hombres Bestia. Por supuesto, la velocidad máxima cambia de pendiendo de la raza; de todas formas, las hadas son la raza más rápida de Alfa en vuelo. Los Demonios pueden llegar hasta Mach 5, los Dragones hasta Mach 4, los Hombres Bestia hasta Mach 3, y para aquellos que utilizan el hechizo [Vuelo], Mach 2 es el límite.

Un punto a destacar, es el uso constante de la terminología de la Tierra; en este caso, el uso del número Mach, implica que los Extranjeros han aportado mucho conocimiento a Alfa; definitivamente, no es una coincidencia que Alfa tenga el mismo calendario, unidades de medida, leyes de la física, química y de más áreas de la ciencia y tecnología. Aunque detestan a los Extranjeros, no han dudado en utilizar su sabiduría para que este mundo avance; supongo que las personas de este mundo son muy recursivas, no desechan nada. Por otro lado, también hay que considerar la posibilidad de que los Extranjeros solo aportaron las bases teóricas, y el resto se ha logrado con el esfuerzo conjunto de los habitantes de Alfa.

Luego de probar cada una de las capacidades de Camelia, el resto del día, le expliqué diversos aspectos técnicos y teóricos sobre sus poderes; inesperadamente, esta chica no sabía nada sobre eso, ni cómo utilizarlos correctamente, así como sus efectos secundarios. Afortunadamente, los efectos secundarios de estas cualidades, no son tan graves ni mortales, siempre y cuando se utilicen con moderación, salvo Juventud Eterna que puede causar serios problemas físicos y mentales; dicho esto, los malestares causados por el uso de estos poderes son: agotamiento físico y mental, hambre excesiva, gran incremento del impulso sexual, sensibilidad extrema, insomnio, entre otros. "Todo poder tiene un precio", esta es la consigna suprema sobre la magia y la fuerza, es reconocida por todos, y se aplica sin discriminación alguna.

◇◇◇

Novadiulco, Maris 6 de Ianuarius del 1575.

- Agis, ¿Cómo me veo? – Camelia me pregunta con expectación.

En este momento, me encuentro sentado en la cama de la habitación de Camelia, ella está presumiendo frente a mí los resultados de su "arduo" esfuerzo por desarrollar su Alius que, en palabras mundanas, es la proyección de su otro yo, su cuerpo mental o algo así; un término general inventado por los eruditos de la transformación, para definir un ser diferente en cuerpo, pero idéntico en mente, en relación con su estado original; desde mi perspectiva, es pura palabrería llena de retórica para confundir a la gente, y hacer ver que la transformación es un arte, cuando en realidad, es un simple poder para que las hadas y demás razas se vean como humanas atractivas.

Observando con detenimiento la nueva apariencia de esta chica, debo decir que su belleza se ha incrementado en varios niveles; honestamente, me ha dejado sin aliento. Antes, se veía como una niña de 10 años de piel blanca, con un largo cabello rubio, alas color esmeralda, ojos purpuras, pecho plano y con un rostro angelical que daba la impresión de inocencia y pureza. Ahora, su rostro ya no es angelical, en su lugar, es refinado, expresando exquisitez y picardía; su pecho es de copa C, aunque no es tan grande como el de Leonora, complementa perfectamente las curvas de su sensual cuerpo; su trasero, no tan grande como podría ser, se adapta de forma armoniosa con sus hermosas y esbeltas piernas; si a todo esto sumamos lo apretado y revelador de su vestido rojo, Camelia se ve como una mujer de alto nivel con la que los plebeyos solo podrían soñar.

El hecho de que lograra obtener semejante resultado en solo un día de entrenamiento, demuestra que es una mujer muy talentosa e inteligente; no en vano Camelia posee dos atributos. Incidentalmente, Petra y Roser me confesaron que estaban estupefactas al ver que había logrado este estado con solo unas pocas indicaciones y demostraciones; según ellas, la primera vez que intentaron transformarse, les tomó mucho tiempo y esfuerzo adquirir la apariencia que tienen actualmente.

- Te ves muy hermosa. – hablo con sinceridad.

- Entonces está decidido, – se acerca a mí con una sonrisa provocativa – mantendré esta forma.

- Qué bueno… – admiro su belleza mirándola de pies a cabeza.

- Estoy feliz de que te guste mi apariencia. – lo dice mientras se sienta a mi lado y me toma del brazo.

Los suaves y firmes pechos de Camelia, se frotan con mi brazo derecho, ¡uff! Esta chica está poniendo a prueba mi resistencia; pero no debo caer en la tentación. Hoy cumplo los 19 años en este mundo, Leonora me dijo que debía prepararme para una noche llena de placer, y eso voy hacer; seria desastroso no responder a las expectativas de mis chicas, se han esforzado mucho por mí, no puedo caer aquí tan fácilmente.

- … – guardo silencio, controlando mi impulso sexual.

- Estoy muy agradecida contigo, si no fuera por ti, ya estaría muerta, y no podría disfrutar de esta felicidad. – Camelia me susurra al oído con voz coqueta.

- Solo estaba haciendo mi trabajo… – respondo avergonzado.

- Agis, lo que has hecho por mí no puede describirse con palabras; ni siquiera el dinero que mi padre te ha dado es suficiente. – habla en tono serio.

- Ya veo...

- Quiero darte todo lo que tengo. Por eso es que quiero ser tu esposa, estoy dispuesta a hacer lo que sea necesario para lograrlo. – Camelia me mira a los ojos con un rostro lleno de determinación.

- … – solo puedo quedarme atónito ante esa declaración.

Parece que Camelia ha reunido todo su valor para decirme eso, y por lo visto, no está dispuesta a ser rechazada; me recuerda aquella noche con Leonora, donde me cocinó la cena y luego tuvimos sexo por primera vez. Todo indica que esta vez será igual, si me niego, esta chica usará su brutal fuerza para someterme, no hay duda de eso; está reflejado en sus ojos, me está mirando con mucho deseo, excitación y un atisbo de locura, los mismos ojos que ponen Petra y Roser cuando ya están en su límite, eso me pone extremadamente nervioso.

- Sé que hoy es tu cumple años, – me suelta y se pone de pie – me esforcé mucho para preparar un regalo adecuado. – sonríe con satisfacción.

- ¿en…en serio? – pregunto con sudor en mi frente y trago saliva.

- Si… – rápidamente se quita la ropa, dejando al descubierto la exuberante belleza de su cuerpo desnudo – este cuerpo es tuyo. – lo dice sin un rastro de vergüenza.

- Hee…haaaa…bueno… – intento pronunciar alguna frase – ¿no crees que esto es un poco precipitado? – lo digo después de ordenar mis pensamientos – si tu padre nos descubre, estoy seguro de que me matará; podríamos esperar un poco más, ¿no crees? – Intento apelar a su razonamiento.

- Ya lo he pensado durante un tiempo, no hay problema; – habla con confianza – luego de que tengamos sexo, le dirás a mi padre que quieres tomarme como tu esposa; el no podrá negarse, y tampoco puede tocarte. – sonríe con malicia – Sé que la Señorita Leonora es la Princesa Imperial, vi a mi padre disculpándose con ella hace unos días, puedes usar eso como excusa, después de todo, ha ofendido a tu mujer. – lo dice con un rostro audaz.

- … – la miro con desconcierto.

- Solo por ser tu esposa, obtendrás un título de noble honorario; con eso y mi influencia como la hija de un Duque, podrás tener más mujeres. Conozco algunas chicas nobles como yo, creo que podrían ser de tu agrado. – lo dice con naturalidad – El registrador me informó que tienes un Pacto que cumplir, conmigo a tu lado, estarás mas cerca de lograr ese objetivo, y te ayudaré con todo lo que tengo, para que te conviertas en un hombre muy respetado. – se muestra eufórica.

¿Quién lo hubiera creído? Camelia resultó ser una mujer bastante calculadora y un poco maliciosa; muy similar a Leonora, parece que este es un rasgo característico de las mujeres de alta categoría. De hecho, lo que me ha dicho es similar al plan que la Princesa Gelum me manifestó hace un tiempo, pero tenía pensado llevarlo a cabo cuando terminara mi trabajo como maestro, no antes.

- No pensé que fueras así… – respondo abruptamente.

- Puedo ser como tú quieras que sea, – se sienta en mi regazo – pero no pienses que soy tonta, yo también puedo hacer mis propios planes; todo esto lo hago porque te amo mucho y no soportaría estar lejos de ti. – me besa en la boca repentinamente – ya no aguanto más, Agis, quiero estar contigo ahora. – me tumba sobre la cama.

El súbito beso, hizo que me encendiera rápidamente; ya estaba al final de mi resistencia física y mental. En el momento en que Camelia me empujó sobre la cama, le di otro beso, esta vez, lo hice con toda la intención y de forma muy apasionada. Ya no hay marcha atrás, además, después de pensarlo un poco, sería sumamente estúpido y patético negarme a tener sexo con una mujer tan hermosa como ella; ha ido tan lejos que no existe ninguna razón ni excusa para rechazarla.

No sé si realmente amo a Camelia, pero de una cosa si estoy seguro, me gusta mucho; desde el primer momento en que la vi, me sentí atraído por ella, me pareció un desperdicio que una niña tan linda muriera, en parte por eso me esforcé al máximo para curarla. Ahora que esta chica está dándome todo su amor, voy a aceptarlo; aunque no sienta lo mismo, estoy seguro de que, eventualmente, también voy a enamorarme de ella, justo como ocurrió con Leila, Leonora, Petra y Roser. He comenzado a pensar que un hombre es completamente capaz de amar de manera paralela a varias mujeres, incluso me atrevo a decir que con la misma intensidad. Si tuviera que elegir entre alguna de mis chicas, no podría, todas y cada una de ellas son importantes para mí, perderlas me causaría un inmenso dolor; la verdad, no sabría qué hacer.

Camelia está muy excitada y apurada por estar conmigo, eso puedo notarlo al ver que está utilizando su brutal fuerza para rasgar mi camisa y pantalones. Al mismo tiempo, muevo mis manos por todo su cuerpo; toco sus pechos, trasero y entre pierna, está sumamente húmeda. Camelia no se resiste en lo más mínimo, se deja llevar por el placer que le produce ser manoseada por mí, sus gemidos de encanto son la prueba. Parece que ella se estaba conteniendo por un buen tiempo, es justo como dijeron mis chicas, Camelia es muy pervertida; no para de decirme que le haga el amor con más fuerza y rapidez, a pesar de que es su primera vez. Las expresiones de goce que muestra en su rostro, demuestran que lo está disfrutando al máximo. Es muy placentero el sexo con esta mujer, hace todo lo que le digo sin cuestionar, y se esfuerza por complacerme con todo lo que tiene.

De esta manera, Camelia y yo tuvimos sexo muchas veces a lo largo de varias horas; por supuesto, como es costumbre en este mundo, cada vez debía terminar dentro de ella, y por lo visto, esto último le agradaba bastante; cada vez que lo hacía, me decía que me amaba mucho y que haría lo que sea por mí, estaba al borde de las lágrimas. La razón de tras de esto es simple; la primera vez que un hombre y una mujer hacen el amor, la forma en que terminas, es una muestra de cómo vas a tratarla más adelante.

Eyacular dentro de una mujer, significa que el hombre tiene la intención de establecer una relación larga, duradera y sincera, agregando que desea que tengan un hijo en el futuro; también quiere decir que dicha mujer es digna y adecuada para el hombre. Si se termina sobre el cuerpo de una mujer, es un indicativo claro de que la ve como un juguete o desahogo sexual; este es el trato que reciben las prostitutas regularmente. Finalmente, si se expulsa en otro lugar, implica que dicha mujer es inferior, y ni siquiera tiene derecho a tener contacto con la semilla de un hombre, en otras palabras, la peor ofensa; por lo general, este trato lo reciben las Esclavas Sexuales.

Lo anterior me lo explicó Leonora, después de estar casados por un buen tiempo; incluso me advirtió en tono severo, que nunca me atreviera a terminar en otro lugar, que no sea dentro de ella; en verdad, fue algo surrealista. Las costumbres de Alfa son sumamente extrañas, pero no se puede hacer nada al respecto.

Ahora mismo estoy en la cama abrazado con Camelia; estamos tomando un descanso, pero parece que por fin se han calmado sus ansias, está tranquila y me mira con mucho afecto.

- Perdón por dañar tu ropa… estaba un poco loca. – me habla con timidez.

- No importa, tengo más en mi Almacenamiento… – respondo con calma.

- Mañana debes decirle a mi padre que quieres tomarme como tu esposa. – habla con frescura.

- De acuerdo, lo haré. – lo digo con firmeza.

- ¿en verdad te gusta mi apariencia actual? – me pregunta avergonzada.

- Si, pareces una belleza de clase mundial. – la adulo un poco.

- No exageres… – lo dice con su cara roja – la verdad, este aspecto es similar al de mi madre, me siento un poco extraña, parezco un clon de ella. – levanta la cabeza y me mira.

- ¿Enserio? – pregunto con incredulidad.

- Mira...

Abre un cajón de un nochero al lado de la cama, y saca un pequeño cuadro; en él, hay una mujer idéntica a Camelia sonriendo al lado del Duque Ferrer con un estomago bastante grande, obviamente está embarazada.

- Increíble, – respondo asombrado – ¿no será que en verdad eres Ammia y perdiste la memoria? Estoy preocupado. – lo digo en broma.

- ¡Tonto! Visité su tumba muchas veces, además, no hay ningún hechizo o enfermedad tan potente que te haga olvidar quien eres. – me responde un poco mal humorada.

- Lo sé, solo estaba jugando. Pero si te sientes incómoda, deberías cambiar tu apariencia un poco. – lo digo con naturalidad.

- Ya no creo que pueda, no es fácil cambiar de Alius, sin mencionar que esta la hice solo para ti, con base en lo que me dijeron tus chicas; además, esta apariencia no fue copiada de ningún lado, es mi verdadero yo. – habla preocupada.

- No te atormentes tanto, es solo la apariencia. – lo digo en tono casual.

- Ahora entiendo por qué mi padre, es tan apegado a mí, es seguro afirmar que mi aspecto original también es como el de mi madre, aunque no hay ni un solo retrato de ella así. – expresa sus pensamientos – tal vez no me deje ir tan fácil.

- Entonces tendrás que hablar con él; en verdad, podría aplastarme con la Orden de Caballeros cuando le pida tu mano. – doy mi opinión.

- Tienes razón, pero debes acompañarme, ya debes saber qué clase de hombre es mi padre. – dice esto mientras vuelve a guardar el cuadro.

- Bien… [Reloj] – me pongo de pie y activo un hechizo.

Una ventana aparece marcando las [20:50], ya es hora de ir con mis chicas, quedamos que debía estar a las 9 PM, si llego tarde, van a matarme.

- ¿Ya te vas? Podrías pasar la noche conmigo. – lo dice con el rostro un poco triste – si quieres podemos hacerlo de nuevo tan pronto descanse un poco más; estoy intentando no perder mi transformación, a menos que quieras hacerlo con mi forma original.

Me mira con rostro sugerente, mientras pasa las manos sobre su escote intentando provocarme de nuevo. ¡esta chica! ¿todavía tiene ganas de hacerlo? Realmente es más pervertida que Petra y Roser juntas, al menos, esas dos saben cuándo parar.

- … – la miro en silencio.

- Lo digo en serio, quiero estar contigo toda la noche, y todavía tengo ganas; es solo que sé muy bien que no te atraen los cuerpos de niñas. – su cara se pone roja – así que dame unos minutos para descansar, te aseguro que te complaceré mejor que cualquiera de tus chicas.

¡Qué problema! Si me niego ahora, Camelia estará molesta por mucho tiempo, y tendré que complacerla durante los próximos días. Conozco el temperamento de las hadas, cuando hacen una ofrenda tan dulce como esta, es seguro afirmar que están abriendo su corazón, rechazarlas solo las pondrá tristes, luego iracundas, hasta volverse rencorosas; así son las hadas, ya pasé por esto con Petra y Roser. Este temperamento tan irracional, es otro efecto secundario de su Juventud Eterna.

- Debo ir con mis chicas, ellas me prepararon algo también. – me rindo y le digo la verdad.

- Ya veo… – se torna pensativa – entonces voy contigo. – sonríe con avidez – no creo que tus chicas se molesten, además, quiero demostrarles quien es mejor en la cama.

- No digas eso, me causarás problemas. – le digo con franqueza.

- Es necesario; voy a ser tu segunda esposa, debo demostrar que soy buena. – lo dice mientras se levanta de la cama y se pone algo de ropa.

Este sentido de competitividad lo vi al principio entre Leonora y el par de hadas; esos fueron tiempos turbulentos y complicados para mí. si demostraba alguna señal de preferencia por alguna, habría peleas entre ellas. Afortunadamente, la única que no causa problemas en eso, es Leila, aunque creo que eso es por su condición de Sierva. Actualmente ya se ha arreglado eso, pero con Camelia interviniendo, es seguro afirmar que esas chicas se pondrán muy alborotadas; ¡que problemático! Aunque todavía es mejor que dejarlas esperando.

- Vamos, pero no las provoques. – realizo un suspiro – [Almacenamiento] – saco una camisa y un pantalón.

- Entonces dame prioridad, te acabo de dar mi primera vez. – lo dice en tono de reproche.

- Lo intentaré... – lo digo mientras me pongo mi ropa.

- ¡No te preocupes! – habla muy animada – no me convertiré en una molestia, es solo que este también es mi día especial. Una chica nunca olvida su primera vez, así que quiero tener un buen recuerdo; y hasta hora, es uno muy lindo. – habla con vergüenza.

- De acuerdo.

- ¡Te amo! – se acerca y me da un ardiente beso en la boca.

- Salgamos… – después de decir eso, sonrío con satisfacción.

- ¡Sí! – Camelia se viste y luego abraza mi brazo derecho con su cuerpo.

De nuevo, siento la suavidad de sus pechos; ahora que estoy un poco más calmado, los pechos de Camelia no tienen esa sensación maleable y esponjosa que tienen Petra y Roser; eso significa que el Alius de Camelia es mucho más estable y detallado, como si ella siempre hubiera sido de esta forma, curioso cuanto menos; es posible que la misma Camelia, sea la que les enseñe a Petra y Roser en el futuro sobre cómo mejorar sus Alius. Camelia es una Invocadora, ella es experta en esas cosas místicas y esotéricas del alma; supongo que el Alius tiene algo que ver con eso.

Camelia y yo nos desplazamos a mi cuarto con mucho cuidado, evitando que nos notara alguna sirvienta o mayordomo. Cuando entramos juntos, las chicas se sorprendieron, sin embargo, lo aceptaron rápidamente y luego se mostraron tristes al saber que estuve primero con ella. De todas formas, pasamos el resto de la noche completamente entregados a los vanos placeres de la carne.

Leonora estaba vistiendo algo semejante a un sexy kimono de color azul, y ropa interior de encaje; según ella, esa es la ropa que usan las Gelum para seducir a sus maridos en el Imperio Ferruarum. Leila estaba usando una lencería de color negro; su belleza se multiplicó 10 veces con eso. Petra estaba utilizando un liguero muy llamativo de color rojo, resaltando las curvas de su cuerpo y exponiendo su bella piel morena. Roser estaba usando un pijama erótica de encaje rosado, que combina muy bien con su piel morena; daba una sensación de misterio y reserva, lo que atrajo mucho mi atención.

Hicimos el amor muchas veces, fue una larga faena; las chicas y yo lo disfrutamos al máximo. Aunque Camelia no tenía ropa sexy para resaltar más su ya increíble belleza, no perdió ante ninguna, haciendo todo tipo de bailes y técnicas eróticas que, por lo visto, había practicado previamente; esa chica estaba preparándose para este día desde hace un buen tiempo. Por mi parte, me tuve que esforzar el doble de lo normal, por lo que me vi obligado a recurrir al uso de una poción especial para recuperar mi energía.