Pedro Brown encontró una silla y se sentó, observando a Alejandro Lee, que ahora miraba fijamente al vacío.
Esme Carter se sentó al lado de Pedro y susurró —Pedro, realmente sabes cómo llamar la atención. Justo cuando pensabas que no pasaba nada, sorprendiste a todos. Las cosas realmente se están calentando ahora.
Pedro no le prestó atención y continuó pensando en sus propios asuntos. Había actuado de manera impulsiva esta vez. No necesitaba intervenir personalmente, sino que podría haber organizado para que Esme Carter se encargara de las cosas. Su decisión de entrar él mismo al campo de batalla era innecesaria. ¿El comandante debería estar en la retaguardia, no es cierto?
Reflexionando sobre esto, Pedro se dio cuenta de que aún le faltaba experiencia en ciertas áreas. En el futuro, cuando tratara con asuntos similares, si podía evitar apresurarse al frente, debería hacerlo. ¿No sería mejor manipular las cosas desde detrás del telón?
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