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Abandonada por el Alfa, me convertí en la Compañera del Rey Licántropo

—Margarita, eres la hermana mayor, tienes que ceder a la menor —En toda su vida, esas palabras se aferraron como una maldición a Margarita. Ya fuera su querido osito de peluche, vestidos bonitos, dulces de Halloween o el amor paternal, si Elizabeth lo pedía, ella debía cederlo todo incondicionalmente a ella. Desde joven, Elizabeth pesó sobre Margarita como una enorme montaña y la sofocó. Afortunadamente todavía tenía un novio que la había amado durante seis años—Amster, el alfa de la manada. —Serás mi esposa y la futura luna de la manada —Él prometió. Hasta el día en que ella y su hermana cumplieran 18 años, ¡y resultó que la amante y compañera predestinada de Amster era su gemela Elizabeth! Margarita observó cómo Amster, quien había dicho que la amaba, besaba apasionadamente a Elizabeth, y anunció a Elizabeth como la luna sin pensarlo dos veces. El único sustento emocional que poseía Margarita se derrumbó; una vez más, lo que le pertenecía había sido arrebatado por Elizabeth. Lo que es peor, Amster incluso pidió a Margarita que entretuviera a los invitados. Todo porque Elizabeth no sabía hacer nada excepto cómo engatusar y arreglarse. Incapaz de rechazar la petición de su antiguo amante, Margarita accedió a esto...

JQK · Fantasie
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265 Chs

Sospechoso Pack _ 1

[Punto de vista de Donald]

Tras separarme a regañadientes de Margarita esa mañana, fui a ver a Armstrong.

Se veía aún más desmejorado de lo que estaba la noche anterior. Quizás había estado ocupado toda la noche y no había dormido. Era un Alfa entregado y se preocupaba por su manada. Lo admiraba. Quizá lo habría admirado más si nada hubiera ocurrido entre él y Margarita.

—He rediseñado la patrulla de la tribu en el bosque. Hemos duplicado la mano de obra y los turnos. No hemos encontrado a nadie sospechoso —dijo Armstrong.

Asentí. —Ya he enviado aviso a la familia real para que estén alerta ante cualquier actividad inusual. Enviarán a una docena de personas para apoyarnos. Estarán aquí en unos días.

—¿Más de diez? —Armstrong frunció el ceño.

—Estas personas son suficientes.

Eché un vistazo a Armstrong pero no entré en detalles. Esas diez o más personas eran un equipo de asalto, una de mis mejores fuerzas.

Gesperrtes Kapitel

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