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La Primera Rebelión de Frajesmate

Frajesmate asintió con determinación, sus ojos reflejando una nueva resolución. Aunque la visión de la crueldad fuera desgarradora, también encendió una llama de rebelión dentro de él. Sabía que debía hacer todo lo posible para proteger a su pueblo y luchar por la justicia y la libertad.

Sin embargo, la sobreprotección de Skavila hacia Frajesmate persistía. Skavila lo llevaba consigo cuando salía en busca de alimento, asegurándose de que estuviera bajo su cuidado directo en todo momento. Frajesmate, aunque agradecido por la preocupación de Skavila, a veces se sentía frustrado. Anhelaba demostrar su valía y habilidades, pero la sombra de la preocupación de Skavila parecía envolverlo constantemente.

Cada vez que intentaba sugerir una idea o tomar la iniciativa, Skavila intervenía con una advertencia o un recordatorio de precaución. Esta dinámica, aunque bien intencionada, comenzaba a agotar la paciencia de Frajesmate.

Un día, mientras recogían hierbas medicinales en el bosque, Frajesmate decidió que era el momento de actuar por su cuenta. Había escuchado rumores de un pequeño grupo de Dominitianos que planeaban una rebelión en una aldea cercana. Este podría ser su momento para demostrar su valentía y habilidades.

"Skavila," dijo Frajesmate mientras recogía unas hojas. "He escuchado que hay un grupo de nuestros compañeros que planean enfrentarse a los soldados en la aldea de Malek. Creo que deberíamos unirnos a ellos y ayudarlos."

Skavila frunció el ceño, la preocupación evidente en su rostro. "Es demasiado peligroso, Frajesmate. No estamos listos para enfrentarnos a los soldados del virreinato. Necesitamos más tiempo para prepararnos."

Frajesmate asintió, ocultando su frustración. Sabía que no iba a convencer a Skavila, así que decidió tomar cartas en el asunto sin su conocimiento.

Esa noche, mientras Skavila dormía, Frajesmate se deslizó fuera del refugio. Había memorizado el camino a Malek y se movió con sigilo, utilizando las habilidades que Skavila le había enseñado. Llegó a la aldea justo cuando los primeros rayos del amanecer comenzaban a iluminar el cielo.

Encontró al grupo de rebeldes Dominitianos reunidos en una pequeña choza. Eran pocos, pero estaban decididos. Frajesmate se presentó y les explicó su deseo de unirse a su causa. Los rebeldes, aunque sorprendidos por su juventud, aceptaron su ayuda con gratitud.

La batalla fue intensa. Los rebeldes, aunque valientes, estaban mal equipados y superados en número. Frajesmate luchó con una furia nacida de la desesperación y la determinación. Aunque había aprendido mucho de Skavila, nada podía prepararlo completamente para la brutalidad del combate real.

Finalmente, los rebeldes lograron repeler a los soldados, pero a un alto costo. Frajesmate, herido y exhausto, se desplomó en el suelo. Fue entonces cuando vio a Skavila, que había seguido su rastro y llegó justo a tiempo para ver el desenlace de la batalla.

Skavila se arrodilló junto a él, su rostro una mezcla de alivio y enojo. "¡Frajesmate! ¿Qué has hecho? Podrías haber muerto."

Frajesmate, aún jadeante, levantó la mirada hacia su mentor. "Tenía que hacerlo, Skavila. No podía seguir esperando. Necesitaba demostrar que puedo luchar por nuestro pueblo."

Skavila suspiró, ayudando a Frajesmate a levantarse. "Lo entiendo, Frajesmate. Pero debemos ser más inteligentes. No podemos permitirnos perder más vidas de manera imprudente."

Mientras regresaban al refugio, Skavila y Frajesmate hablaron largamente sobre la importancia de la estrategia y la preparación. Skavila comprendió que debía confiar más en las habilidades de Frajesmate y permitirle más autonomía. Frajesmate, por su parte, entendió la necesidad de actuar con prudencia y no dejarse llevar solo por la pasión.

La primera rebelión de Frajesmate no solo probó su valentía, sino que también fortaleció el vínculo entre él y Skavila. Juntos, decidieron que la próxima vez estarían mejor preparados y que cada acción sería parte de una estrategia mayor para derrocar al virreinato de Oftalmolecusamp y liberar a su pueblo de una vez por todas.

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