Luego de separarme de Helena fui hacia el mercader. Una vez allí vendí la corona y la volví a comprar, permitiéndome tener en stock coronas(Horrocrux) infinitas. Hice esto en caso de que mi método de restaurar la corona fallara.
Lo que me dio curiosidad fue el ¿que pasaría si comprara otra corona corrompida? ¿Habría otro horrocrux de Voldemort o sería un fragmento de alma sin ninguna relación? Negué con la cabeza con decepción al saber que no podría comprobarlo, no tengo dinero para comprar una segunda corona.
'Actualmente tengo muchos gastos'
Aun con mi presupuesto limitado, me encargué de conseguir un elemento necesario para mi cita con lady Ravenclaw, una botella hecha de barro mezclado con polvo de hueso, llena de vino de frutas que crecieron naturalmente. Además de eso, compré algunas de las criaturas mas baratas y pequeñas.
Con la botella en mis manos, volví a la sala de todos los requisitos y preparé un altar en forma de cubo, parecido a una mesa baja de piedra. Coloqué la botella exactamente en el centro de la mesa y, moviendo dos de mis dedos con mucha predicción, hice que una línea de sangre empezara a forma un gran círculo alrededor de la botella.
Esta línea sangrienta tardaba un poco en completar la circunferencia, ya que se intentaba que se tallara levemente en la piedra. Decir que era completamente sangre también sería incorrecto, puesto que iba cargada de mucha de mi magia como mago también, haciendo que no sea tan líquido y sea mas una especie de luz o plasma rojo brillante.
Una vez se dio la vuelta completa, moví mis manos una vez mas para que se dibujaran cuatro símbolos distintos en cuatro direcciones distintas equidistantes de la botella. Esto fue mas rápido y en la mesa quedo grabado de un color rojo parpadeante.
Prepare las criaturas que compré en los alrededores, ninguna mas cerca de la mesa que otra, y con hechizos simples las puse a dormir. No eran seres mágicos en su mayoría, eran animales comunes mas que nada. Gatos, ratas, ardillas y otras cosas que en algún momento vendí al comerciante para aumentar la variedad.
Estando los animales ya dormidos, usé mi magia de sangre para detener sus corazones lentamente, matándolos a todos. Con las criaturas muertas, absorbí toda la sangre de sus cuerpos para reponer mis reservas, ya que para esto solo necesito que mueran de forma pacífica, no necesito conservarlos en buen estado.
Vi a los animales momificados al rededor del altar y asentí, dándome vuelta para irme. Volvería al campamento centauro para ver como iba todo.
...
Mi camino al campamento centauro no fue para nada difícil, pero luego del último percance estaba mas tenso de lo habitual. En esta ocasión, en vez de ir directamente, decidí ser mas precavido y considerado, deteniéndome en el rango de las patrullas para avisarles de mi llegada.
Cuando los centinelas se encontraron conmigo el ambiente se puso incómodo, podía notar los nervios que tenían al verme. Les pedí si podían informarle a Marril y ellos, esperando que me fuera lo mas rápido posible, mandaron a uno de los suyos al centro del campamento a buscarla.
Espere un rato recostado sobre un árbol, 'custodiado' por los centauros, hasta que vi como la anciana curandera se acercaba lentamente. Al verla me alegré, por lo menos ahora no recibí una lluvia de flechas.
"Hola Marril, ¿Cómo va todo?"(Red)
"Para los centauros todo está como normalmente suele estar, mas allá de que se presagia el mal que ronda por tu castillo... pero creo que no te refieres a eso"(Marril)
"Así es, ¿desde qué me fui las cosas han mejorado?"(Red)
"Se ha calmado... de su ira, las demás emociones no están en orden"(Marril)
"¿Pudieron curarla? Estaba muy mal"(Red)
"Si, le dimos tratamiento, pero es como esperarás, su estado no es ni cerca de lo que estaba originalmente"(Marril)
"¿Crees que puedo verla?"(Red)
"No sé cómo reaccionará, pero podrías intentarlo bajo tu propio riesgo"(Marril)
"Mejor no me arriesgaré. Mándale mis mejores deseos, y aquí tengo algunos de los inciensos que le gustan para que los coloques cuando no pueda dormir"(Red)
"No puedo hacer eso"(Marril)
"¿Eh...?"(Red)
"No puedo dárselo"(Marril)
"¿Por qué?"(Red)
"Ya no está en el campamento, se fue hace no mucho"(Marril)
"¡¿Se fue?!"(Red)
"Si, ya no quería estar aquí y se fue"(Marril)
"¡Pero dijiste que no estaba bien!"(Red)
"No lo está, no tiene fuerzas y su cuerpo es muy frágil en este momento"
"¡¿Y POR QUÉ LA DEJASTE IR?!" Grité con furia sin poder controlar mi aura. Mi apariencia en mi cuerpo real cambio a la correspondiente al alineamiento, pero como el que estaba en el bosque era un clon no se notó.
"No era nuestra decisión el retenerla, ella estaba destinada a morir ese dia y tú la salvaste. No interferiremos con el destino, pero tampoco contigo. La curamos como querías pero no la detuvimos en contra de sus deseos" Respondió con tranquilidad ante mi arrebato.
"¡PERO SE VA A MORIR! ¿A dónde se fue? ¿Con los otros unicornios?" Pregunté algo ansioso y enojado, no esperaba esto de los centauros.
"No debería ser, se fue en... exactamente esa dirección" Señaló hacia el bosque.
"Ahhgg..." Solté un gruñido mientras empezaba a correr, dejando atrás a la centauride.
Estaba preocupado, sabía bien en que condición quedo antes y que sería difícil restablecerla en poco tiempo, aun con la ayuda de los centauros. Este bosque es cada vez mas peligroso cuanto mas te adentras y la dirección a donde fue no era hacia las áreas periféricas.
Activé [Ira], [Esencia de cazador] y [Sentir la Vida] a máxima potencia mientras corría en su búsqueda. No me fue difícil aumentar mi velocidad en ese estado, estaba muy molesto con que hayan dejado ir a mi paciente así nada mas, era mío... y la pusieron en peligro...
Este lugar era peligroso, así que fui disipando varios clones por el camino. Con mis reservas de magia de sangre aumentadas junto con la restauración de las otras características que se reducen con la habilidad, me sentí mucho mas seguro de seguir adelante.
El viento golpeaba mi cuerpo pero no me detenía, la velocidad a la que llegaba superaba lo que se esperaba de los magos y humanos. Estaba feliz de haber practicado parkour por el castillo en ese momento, porque ahora lo estaba usando en este bosque.
...
En lo profundo del bosque el lugar era lúgubre, los árboles de gran tamaño tapaban la poca luz del sol que quedaba en esta hora del dia. Era el atardecer y la noche caía trayendo consigo los aterradores sonidos de las criaturas que aquí habitaban.
En esta zona en particular se podían ver blancas pero siniestras telarañas cubriendo árboles enteros. No era la zona mas segura del bosque, este era el territorio de las acromantulas que habían invadido décadas atrás.
En una de las redes dispuestas entre dos árboles cercanos se encontraba, en cierto modo, colgado, un unicornio herido con su pelaje casi sin brillo. Estirándose podía tocar el suelo con sus pesuñas, pero moverse solo causaba que las telarañas se afianzaran mas.
En su cuerpo también se podían ver sangre color plata escurriéndose desde sus heridas, aparentemente de mordidas. El unicornio solo ponía una débil resistencia, ya estaba débil pero lo que mas la detenía era la perdida de su voluntad para vivir.
No muy lejos, por no decir cerca, estaba una acromantula con la que combatió y la razón por la que termino en esta red. La araña se iba acercando lentamente con sus múltiples patas, no se arriesgaba ir directamente. Conocía el poder de los unicornios y esperaría a que las heridas debilitaran mas a su presa en vez de ponerse en peligro. De por sí, los suyos evitaban a seres como este pero su naturaleza violenta no le permitió perderse esta oportunidad.
La unicornio tenía los ojos llorosos, no esperaba acabar así. Entre los suyos es de las mas jóvenes, poco tiempo paso luego de ser una niña que un monstruo mató a su madre y ahora... ella también moriría.
La acromantula se acercaba y viendo como su presa pareció rendirse o debilitarse, no le importaba en realidad, se preparó y saltó sobre ella para dar el golpe de gracia.
«Avada Kedavra...»
Una luz color verde apareció repentinamente desde cierta dirección e impactó con la araña gigante cuando aún estaba en el aire, empujándola lejos mientras se retorcía y caía al suelo con las patas contraídas.
...
Viendo como mi objetivo salió disparado, puse una cara de sorpresa. Usé mi magia de sangre para potencia la maldición asesina, ya que no sabía si sería lo suficientemente fuerte como para acabarla. Era la primera vez que lo hacía y se sentía raro.
No quería perder mas tiempo, la verdad ya me había cruzado con mas arañas en el camino pero las evité con mi invisibilidad. Mi repentino ataque solo nos ayudaría por unos segundos antes de que vinieran mas.
«Diffindo»
Lancé el hechizo a la telaraña, cortándola y causando que el unicornio cayera al suelo.
"¡Aquí estoy! ¡Vamos, tenemos que irnos!" Dije con énfasis pero sin causar mucho ruido.
"No... tú... no..."
"Deja de actuar como una niña pequeña y caprichosa. Levántate, tenemos que irnos" La regañé mientras trataba de ponerla de pie.
"Déjame... déjame morir... ya no quiero..."
*Slap* "¡Cállate! Vamos de irnos de aquí, lo quieras o no" La abofeteé al escucharla y me esforcé mas en levantarla.
Al final lo conseguí pero ella se balanceaba de lado a lado como si fuera a caerse con la mínima brisa. Con mis manos en su cuerpo empecé a usar mi curación para ver si podía despertarla, estaba tan débil que le era difícil mantenerse despierta.
Ella siguió diciéndome que la dejara, que quería morir y ya no sufrir, cosa que no me gustaba para nada. Aun con el alineamiento maligno podía sentirme tan mal por ella y su dolor. Me hubiera gustado poder responderle con palabras reconfortantes pero oí como las arañas se acercaban... y no eran pocas, las vi a la distancia, acercándose muy rápidamente.
"¡VÁMONOS YA!" Le grité mientras le daba un golpe en el trasero cargado con [Furia].
Esto pareció hacerla reaccionar y, sin ninguna consideración por sus sentimientos y opiniones, salté sobre su espalda para sentarme a horcajadas. Ella pudo sentir como la montaba, pero antes de darle una oportunidad para decir la mas mínima palabra, le di otra nalgada al grito de "¡CORRE!"
Quisas por inercia, quisas por miedo a ser devorada viva al igual que yo, quisas solo por enojo... pero entró al galope en el momento necesario, evitando que las arañas que saltaban de los árboles hacia nosotros nos atraparan.
El impulso repentino me empujó hacia atrás y tuve que sujetarme de su melena para evitar caerme. Sabía que ella no podría continuar sola y no me quede de brazos cruzados, con mis manos sobre ella me asegure de usar mi curación de sangre a máxima potencia para evitar que terminara cayendo inconsciente de forma repentina.
Quisiera poder decir que esto nos ayudó a escapar, pero las cosas no fueron tan fáciles. Mirando hacia atrás y a los lados podía ver una marea de arañas enormes que hizo que mi ano se apretara del miedo. Entiendo perfectamente el miedo de mi hermano en este punto ¿Cómo demonios hay tantas arañas en este bosque?
Empuñé mi varita y lancé hechizo tras hechizo a cualquier cosa que se nos acercara demasiado, ganando algo de tiempo... creo. No había muchas cosas que pudiera hacer.
El campamento centauro estaba en una dirección repleta de arañas y tampoco quería llevarles este problema. No conocía a nadie que pudiera ayudarme actualmente en esta situación, por lo que usar mi cuerpo real para pedir refuerzos era inútil. Tampoco pensé en deshacer mi clon y dejar al unicornio a su suerte, tenía que intentar luchar y conseguirlo.
Mi [mapa] no tenía explorado el bosque por lo que iba a ciegas y las arañas habían cubierto muchos de los lugares por donde podíamos volver, conocían este lugar mejor que nosotros. Intenté usar bombas o similares para abrir camino pero me era muy difícil. Tenía que curar constantemente a mi montura mientras me defendía, cosa que solo fue posible debido a que el tener muchos clones me ayudó a desarrollar un buen pensamiento paralelo.
Entrando en desesperación empecé a sudar hasta en mi cuerpo real, esta es una situación donde no puedo ver la luz al final del túnel y no me gusta para nada. No siento que pueda solucionarlo y tengo miedo, no de lo que me pueda pasar por ser un clon... pero si de fracasar.
Miré en mi lista de habilidades e inventario todo lo que podía para ver si encontraba una forma de escapar de esto, sin notar que tenía algunos nuevos avisos. Pude formar una idea pero se me acababa el tiempo, el desgaste de la carrera no podría ser compensado con mi curación si seguíamos así por mucho tiempo.
Usé [Ayuda] para ver si mi idea era plausible y salvar tanto al unicornio como a mi clon. Había aparecido una pantalla con puntos suspensivos intermitentes mientras se analizaba mi consulta y en el primer momento en que recibí el 'OK', sin indagar mas en los detalles recibidos, tomé mi decisión.
Empujé mi cuerpo como pude, y conmigo al unicornio, en dirección a una pequeña y no muy profunda cueva que vi a la distancia. Ella estaba muy tensa y ya no se oponía a nada de lo que hacía, también con miedo a la muerte, así que siguió mi intención.
Mientras nos acercábamos abrí el menú de campañas y seleccione rápidamente, casi al azar, lo primero que pude. Luego de unas ventanas de notificación en donde pedía confirmar la selección, el punto en la línea de tiempo donde iniciar y aceptar ciertos términos, entre ellos el no crear un nuevo personaje y/o llevar conmigo la montura actual, pude presionar el botón 'iniciar campaña'.
Vi como apareció una pantalla de carga con una barra en la parte inferior que se fue llenando rápidamente, en toda el resto de la pantalla se veía un pergamino antiguo en donde había cuatro animales corriendo.
Cuando se cargó por completo 'puff', todo pareció oscurecerse por un milisegundo antes de volver a ver el lugar donde estábamos con leves diferencias y sin la marea de arañas. Pero no nos concentramos tanto en eso, ya que ese intervalo de oscuridad nos hizo perder la poca estabilidad que teníamos y caímos rodando en el interior de la cueva.