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Capítulo 113: Penurias de una posible mala decisión(Solo en penumbras)

Estaba adolorido y mareado, había recibido el aviso de que el cuerpo del clon y el cuerpo real intercambiaron lugares para el inicio de la campaña, por lo que la caída y arrastre por todo el suelo de piedra fue recibido por mi único 'yo' actual.

Aunque me hubiera encantado recocerme y quejarme por el dolor, hice un esfuerzo por levantarme e ir por quien estaba mas herido. Rápidamente, pude notar aun en mi estado de confusión como mi cuerpo era mas pequeño que antes, como si me hubiera encogido o mejor dicho rejuvenecido, pero dejé eso de lado.

Conseguí llegar hacia el equino mágico desparramado en el suelo y coloqué mis manos sobre su cuerpo cubierto de tierra para poder iniciar el tratamiento pero cuando lo intenté me di cuenta.

"¡¿Qué?!" Exclamé consternado.

Mi magia de sangre... casi se esfumó por completo... no la cantidad actual en mis reservas, sino el límite máximo. Me sentí completamente vacío, no recordaba haber sentido tan poco poder desde que era un niño.

*Cof... Cof... Cof...*

Solo al percatarme de como el unicornio escupía sangre volví a la realidad e, ignorando el hecho de que mi poder no era nada en comparación que antes, intenté curarla de todas maneras sin saber si las cosas irían bien. Yo había desarrollado mi [Curación sangrienta] cuando mis reservas eran mucho mayores.

Antes, cuando estaba a mi nivel normal, mi curación era como una energía que cubría su cuerpo en su totalidad, pero ahora... ahora solo era unos hilos entrelazados que se movían en su interior, incapaces de tratar nada mas que un lugar en particular... y muy lentamente.

Me estaba desesperando al ver mi debilidad y como no podía tratar todas las heridas necesarias. Sentía una agónica impotencia al verla morir y no poder hacer nada.

Abrí mi inventario en busca de algo que pudiera ayudar y descubrí como también estaba limitado. El tamaño se redujo mucho y casi todos los elementos en su interior estaban bloqueados, sin poder acceder a ellos.

La mayoría de mis habilidades se habían debilitado o restringido en su totalidad, mi magia de mago también es solo una pisca de lo que era. Solo unas pocas cosas se salvaron, como [Ira] y el alineamiento.

Me apegué al último rastro de poder que me quedaba, orando porque fuera suficiente para sacarnos de esta situación, sino... todo esto fue una perdida de tiempo.

La unicornio ya no respondía, fue solo el hecho de que pudiera sentir su condición lo que me permitía saber que aún vivía. Los ruidos del exterior tampoco me tranquilizaron y sabiendo que estaba preparándome para intentar algo arriesgado, decidí sellar la cueva donde estábamos.

Algunas de las varitas que tenía en mi inventario se conservaron, por suerte, y aunque tenía muy poco poder mágico, supuse que alcanzaría. Saqué unos muebles que pertenecían a la sala de todos los requisitos y que estaban en proceso de venderse, pero que la transacción no se completó hasta el momento de empezar esta campaña.

Traté de hacerlos levitar a la entrada de la cueva para cerrarla y fue muy difícil. Tuve que gritar el hechizo para que tenga algún poder y aun así las cosas se movían lentamente. Repetí este proceso con cada cosa en mi inventario que pudiera encontrar y que fuera útil, dejándome exhausto.

Cuando mas o menos cerré el 70% de la entrada noté como mi curación estaba fallando y me asusté. Sin mas consideraciones, hice lo que tenía que hacer, tajar mis brazos dejando que la sangre se escurriera.

Mi magia de sangre funciona usando una reserva de sangre ajena a la sangre propia de mi cuerpo, pero, como en casos anteriores, puedo absorber sangre del exterior para reponer esas reservas. Ahora es mi propia sangre la que mueve los engranajes de mi magia.

Estaba funcionando, mi curación agotaba mi poder pero era repuesto por mi propia sangre. Aunque no estaba curando como debería, por lo menos volví a tener ese débil equilibrio que mantenía al unicornio con vida, pero no vino sin consecuencias.

Me empece a sentir débil y fue el dolor de los cortes lo que me despertaba. Quisas pudiera no haberme lastimado a mi mismo para lograr esto pero era la primera vez que lo intentaba y no sabía como suprimir mi propio poder para evitar que se resistiera a la absorción.

Me sentía cansado, débil y mareado, pero estaba feliz de que surtiera efecto y no quedarme solo. No sabía que me debilitaría tanto, aunque recuerdo el aviso antes de venir aquí. Si la unicornio muriera estaría solo en este bosque sin conocimiento de la situación.

...

Pasaron horas, no había el mas mínimo rastro de vida en el unicornio, pero sentía que aún no había muerto. Mis heridas formaron costras que evitaban que la sangre siguiera corriendo.

Mi poder mágico estuvo un poco restaurado e intenté sellar lo que quedaba de la cueva para evitar incidentes, pero no fue tan fácil como la primera vez y el avance fue mínimo.

La noche se acercaba y la oscuridad nos cubría. Empecé a tener algo de miedo en este momento, no sabía cuanto tiempo seguiríamos así, estaba solo, alejado de todos y sin poder recurrir a nadie.

...

Habrá pasado casi un dia, tenía hambre y sueño pero sabía perfectamente que en el momento en que me separara del unicornio, esta moriría. Tuve que herirme otra vez en un momento para que las cosas siguieran funcionando, pero en menor medida.

Mi recuperación natural es buena, pero lo que puedo soportar tampoco podrá ser mucho. Si me paso solo un poco puedo mandar todo a la mierda. Debo encontrar el punto de equilibrio perfecto.

Este dolor es difícil de sobrellevar y las heridas se acumulan, no sé si llegare a agarrarme una infección... si sucede no sé muy bien que hacer, las cosas en mi inventario no son necesariamente suficientes para resolverlo.

...

Tal vez dos días y medio, vivir es un infierno y ya no sé si fue buena idea salvar al unicornio esa vez en el bosque. No he comido nada en este tiempo y el medidor de hambre esta al 23%, no muy distinto al medidor de sueño.

Mis ojos se cierran constantemente, solo mordiendo mi lengua puedo despabilarme por un leve momento pero se ha repetido tantas veces que ya no debo lastimar mis brazos para recuperar mi magia de sangre.

Duele mucho...

...

Mátenme, lo digo en serio, si alguien me escucha, que lo haga...

Ya no sé cuanto tiempo pasó, lo único que puedo usar para medir la hora es la poca luz que entra por la entrada de la cueva, ahora tapada casi por completo.

El hambre me desgarra el estómago y el sueño es un puñal en mi cerebro y hormigas en mi cuerpo. Los medidores están al 0% con mi poder al 10% mínimo y no bajará mas pero las sensaciones no desaparecen y ya he llorado un poco sin poder contenerme.

La unicornio siguió inmóvil pero viva gracias a mí, creo que es la única motivación que tengo actualmente. No me he movido en gran medida y el pelaje que tocaba constantemente mis manos ahora me parecía cuchillos que desgarran la piel de mis palmas.

Quien diría que luego de hacer tantas cosas, solo una semana con hambre sueño en una cueva oscura sin poder moverme sería suficiente para romperme. No puedo evitar soltar una risa seca al pensarlo, añorando mas el agua que me falta.

...

He seguido y fue la [Esencia de Voluntad] lo que me ha fijado en mi objetivo, sino ya me hubiera rendido. El sufrimiento era mucho y sabía que incluso si dejaba morir a mi única compañera actual, no se detendría, por lo que seguí adelante en este infierno.

Creo que ya estaba trabajando en piloto automático, mis brazos estaban tan adormecidos que cualquier dolor era común y otra sensación era ignorada por mi cerebro.

Es posible que haya alucinado un par de veces, pero mi cuerpo no tenía la mas mínima fuerza para moverse. A veces rezaba por que alguien nos ayudara, que fuera un sueño o que muriera y tener la oportunidad de volver a empezar como antes.

...

Tres tristes tigres se balanceaban sobre la casa de la reina verde...

...

(Vacío)

...

(Vacío)

...

(Vacío)

...

Había olvidado lo que era hablar en mis pensamientos, había dejado de hacerlo debido a que gastaba energía que no tenía y me daba dolor de cabeza... mas del que ya me atormentaba.

Fue un simple movimiento casi ilusorio de las pesuñas del unicornio lo que me devolvió al mundo de los seres consientes por un leve momento. Habría sonreído si hubiera podido, mi boca estaba tan reseca que seguramente empezaría a sangrar con el mas mínimo movimiento.

Fue en ese momento que recordé el porqué estaba aquí, en esta condición... y quien era yo. Mi cuerpo estaba deshecho, al igual que mi mente, pero seguía funcionando en esta última acción gracias a mis habilidades y magia.

...

El tiempo pasa y he vuelto a ver movimiento cada tanto, podría ser una ilusión pero en este punto no me importa. Apagué mi cerebro otra vez, esperando que la próxima vez que mi conciencia vuelva las cosas hayan mejorado.

...

¡Escuché quejidos! ¡Escuché quejidos! ¡Escuché quejidos!

No eran mas que ruidos guturales de un ser inconsciente, pero fue suficiente para hacerme olvidar un poco la horrible situación en la que me encontraba. No sé dé donde saque el agua pero las lágrimas corrieron de mis ojos.

"Y... y... y... yo... n... no... no... e... es... es... t... oy ... s... lo..."

...

Días, semanas, meses, años... quien sabe, yo no...

El cuerpo de mi paciente tenía un movimiento mas notable de respiración que ese antiguo estado inerte. A diferencia de antes, cuando no se podía discernir su vida o muerte de una simple mirada, ahora estamos frente a un ser que sale de las puertas del Hades.

No me he rendido y aunque mi poder ha fallado algunas veces sin que pudiera enviarlo, lo había puesto en funcionamiento otra vez en cada situación desesperada. Por fin sé que no está todo perdido.

...

Puede que mi poder de curación fuera solo un hilo rojo que viajaba por el cuerpo del unicornio, manteniéndola con vida y, en mínima medida, recuperándola, pero esto ha dado sus frutos. El tiempo transcurrido desde que llegamos es desconocido para mí, pero en este punto puedo notar como las señales de vida son mas frecuentes.

Aún no despierta pero cada cierto tiempo la escuché toser... creo que era tos o ahogo. También algunas contracciones en su cuerpo que me alegraban el dia.

Sabiendo que posiblemente tendría a alguien con quien hablar dentro de poco, intenté practicar, ya que no lo había hecho desde ya mucho. No fue agradable el sentir como en mi garganta pasaban navajas con cada sílaba que intentaba pronunciar, pero dentro de este calvario no era mucho que decir.

...

Tal como pensé, la unicornio mostró señales de despertar antes de abrir los ojos por unos segundos. Intenté hablar con ella pero me era tan difícil que no lo conseguí a tiempo antes de que volviera a caer inconsciente.

...

Recién al dia siguiente tuvo su próximo lapso de tiempo semi-consciente y, aprendiendo de mi error, esta vez no intente hablar y solo la acaricie.

Se levantaba una vez por dia mas o menos, no por mas de un minuto cada vez, pero siempre mejorando. Ha intentado hablar o decir cosas pero al igual que yo, su cuerpo estaba muy débil y deshidratado, lo único que la mantenía con vida era mi poder.

Fue algo horrible el ver como ella sufría como yo esta situación, recordándomelo. Por momentos pensé en ponerle fin a su miseria, pero había algo que temía mas, la soledad. Teniendo al único camino a seguir desde aquí, cuando se despertó en una de esas ocasiones, pude decirle.

"... Tra... tran... qui... la..."

...

Ella podía mantenerse despierta por un tiempo y aunque en un principio no dijo nada, si me escuchó hablarle. Había estado tanto tiempo en silencio y soledad que no pude evitar comentar cada mínima cosa que se me viniera a la mente, aunque eso desgarrara mi deshidratada garganta.

Mi voz era demasiado ronca para ser reconocible, razón por la que ella no sabía quién era en un principio, pero al igual que yo con ella, ella me tomaba como la última pajita salva vidas. Éramos solo dos personas agonizando en la oscuridad de una cueva, pero que cada momento que pasaba nos acercaba mas a la luz.

...

Había empezado a contarle la situación en la que estábamos luego de escucharla decir algunas palabras entrecortadas, cosa que me dio la indicación de que estaba verdaderamente despierta a diferencia de las otras veces donde no sabía si era plenamente consiente. Entre los dos, fui yo el que hablaba y ella como mucho respondía con monosílabos.

Notaba claramente lo difícil que le era sobrellevar esta situación pero ante sus súplicas de que terminara, solo hice la vista gorda, ignorándola. Creo que pudo haberse dado cuenta de que no la liberaría de este tormento y luego de un tiempo dejo de pedir su propio fin. Soy egoísta... lo sé.

Al comienzo no fue fácil, mis palabras tenían que ser principalmente de consuelo y ánimo. Ella tenía mucho miedo y estaba muy frágil mentalmente, aunque no es que ahora esté mucho mejor. Traté de ser lo mas reconfortante que podía, en parte por la culpa que tenía de hacer que vivamos esta situación.

...

Mi poder crecía a ritmo de tortuga, pero por lo menos crecía. El hilo rojo se volvía mas grande y largo, o se transformaba en otros mas pequeños y cortos. No importa como fuera, era algo bueno para ambos.

Las charlas entre nosotros fueron nuestro único alivio físico y psicológico. Podíamos hablar de lo oscura que es la oscuridad sin ningún problema, o cualquier cosa que se nos ocurra, solo para no caer en la locura. Estas charlas duraban hasta que ella se quedaba dormida, y yo... yo no podía tener ese lujo todavía.

Nos acompañamos y armonizamos el uno con el otro. Tal vez no conociéramos tanta información personal, pero podíamos entender mas las emociones y el modo de pensar del otro. No dire que fue divertido, ya que la situación no lo dejaba, pero si lo mas agradable que podíamos hacer. Aun siendo de alineamientos opuestos, las diferencias no existían en este lugar.

Quisas incluso sí enloquecimos un poco y reíamos como pacientes mentales... Ha, ha, ha...

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