GABRIELA
No tenía ni idea de lo que hacer la verdad, Ana estaba llorando a mí lado y quería abrazarla para que dejase de ver esto, no es algo que deba ver aun niña de seis años, y por otro lado Jack estaba desangrándose, por lo que el primer impulso que se me vino a la cabeza fue poner las manos alrededor de del cuchillo para evitar que sangrase tanto.
Tenía que pedir ayuda, pero no había nadie cerca, y no quería mandar a Ana a que fuese a buscar ayuda, por lo que se me acabó por pasar la idea de llamar a emergencias.
"Ana, escúchame, coge el móvil que está en el bolsillo de atrás de mi pantalón y marca los números 911." Estaba temblando, pero hizo lo que le pedí. No tardaron demasiado en contestar y cuando les expliqué lo que estaba pasando me dijeron lo que tenía que hacer y que en poco tiempo estaría una ambulancia en el piso. No colgué hasta que llegaron los sanitarios, pero para mala suerte ya era demasiado tarde para salvarle la vida. Se había muerto en mis manos, delante de Ana.
Cogí a Ana en brazos que seguía llorando, y yo ahora mismo estaba perdida. No entendía nada de lo que acababa de pasar delante de mis narices la verdad, todo fue demasiado rápido, pero me centré en hacer que Ana dejase de llorar, era lo único que me importaba en este momento.
"Señora, ¿está bien?" preguntó y asentí "¿Me permite curarle el brazo?" preguntó suavemente "No me pasa nada en el brazo." aseguré. Lo único que me importaba era tranquilizar a Ana. "Tiene un corte en él, déjemelo curárselo." pidió "Pues hágalo."
"Debe bajar a la niña." respondió, haciendo que Ana levante la mirada hacia la mía "No me quiero separar de ti mami. No quiero que vuelva Mónica." dijo y negué "No lo hará no te preocupes, y no me pienso separar de ti, no te preocupes."
"Señora, necesito que su brazo no esté en tensión." pidió "Pues yo no pienso dejar a Ana en el suelo, asique encuentre otra manera." respondí "Está bien, siéntese en el sofá y que su hija se siente en su regazo." Fui hacia el sofá e hice lo que me dijo. El piso no tardó en llenarse de policías que no paraban de hacer preguntas, pero es que realmente no tenía claro que es lo que acababa de pasar aquí. Yo lo único que quería era irme a casa y que Ana descansase un rato al menos.
Para nuestra suerte, el policía fue majo y nos dejó ir a casa a descansar, que podíamos ir a declarar en un par de días. Este mismo se ofreció llevarnos a casa, ya que no tenía manera de llegar ahora mismo, pero antes de salir cogí los papeles que me había dado Jack, ya que me dijo que tenía que cuidarlos, no es que en este momento fuese importante, pero igual me los pedían luego, yo qué sé. Por el camino llamé a Carlos y Marcos para que fuesen a mi casa, se lo tenía que contar antes de que se enterasen por las noticias o algo.
Cuando llegué a casa puede ver el coche de Carlos y el mío, por lo que supuse que ya estaban en casa. Antes de entrar en casa me despedí del agente que me dijo que lo llamase para lo que necesitase y entramos a casa.
Todos estaban sonriendo hasta que nos vieron, que cambiaron sus caras a una de espanto. "Gabriela ¿Qué te ha pasado? ¿De dónde sale tanta sangre? ¿Estás herida?" preguntaron entre todos y es en ese momento en el que miré para mi ropa. Estaba manchada de sangre por todos lados, y gran parte de ella no era mía, sino que era de Jack, me imagino que Ana también estará manchada con la sangre de su padre, así que antes de responder a todas sus preguntas me dirigí escaleras arriba para bañar a Ana y luego darme una ducha.
"¿Nos puedes decir que es lo que os ha pasado?" pidió mamá y negué "Os lo explicaré luego, primero voy a bañar a Ana y a ducharme." respondí "Pero…" empezó, pero negué "Pero nada, hablamos luego." Subí las escaleras y me fui a la habitación con Ana en brazos. Cogí algo de ropa para mí y para ella ya que la última vez que vino a mi casa se había manchado jugando con la pintura y llamé a Marcos para que le trajese algo de ropa para que pudiese cambiarse, mientras que la otra se lavaba.
Ana no había hablado desde que vio como su madre apuñalaba a su padre, y eso no era normal en ella, que llevase tanto tiempo sin hablar, aunque estoy más que segura que estará traumada por lo que vio.
Tardamos como dos horas en bañarnos, bueno, en realidad yo tardé como media hora, el resto del tiempo fue con Ana ya que intenté convencerla de que fuese abajo con los demás, pero no quería, se echaba a llorar por lo que acabé cediendo que se quedase en el baño.
Cuando acabé de vestirme iba a bajar, pero vi que Ana se estaba quedando dormida, por lo que fui a la habitación para que durmiese un rato. Llevaríamos allí como una hora y algo cuando decido que es mejor contarles a Marcos y a Carlos lo de su padre, y a pesar de que le había prometido a Jack que no contaría nada de lo de su madre, tendría que contárselo. Les mandé un mensaje para que viniesen a la habitación, no me quería separar de Ana por si necesitaba algo.
No tardaron nada en llegar y en cuanto entraron a la habitación cerraron la puerta. Se quedaron mirando para mí un rato con cara de preocupación, se sentaron en los sillones que había y volvieron a fijarse en mí.
No tenía ni idea de cómo decirles todo lo que había pasado, si ya es complicado de por sí mismo, viendo todo lo que pasó es más complicado aún porque no quería entrar en detalles para que no sufriesen tanto.
"Gabriela, ¿nos vas a explicar qué es lo que pasó para que llegases a casa llena de sangre por la ropa?" preguntó Marcos "Es complicado." respondí sinceramente "No creo que sea para tanto. Estamos todos preocupados. ¿De dónde salió? Y ¿Qué hacías con Ana si hoy no había que ir a cogerla hasta las cuatro?"
"Chicos, lo que os voy a decir es complicado, pero lo tenéis que saber." dije "Me estás preocupando cada vez más Gabriela, y estás demasiado pálida. ¿Qué es lo que pasa? ¿Sobre qué nos quieres hablar?" preguntó Carlos esta vez "Sobre vuestros padres."
"No quiero hablar de ellos Gabriela, no merece la pena." protestó Carlos "Si que merece la pena porque tenían sus razones para dejaros." los informé "Lo siento Gabriela, pero estoy con Carlos, eso no tiene explicación."
"Si que la tiene, y es que al parecer vuestra madre tenía problemas de salud mental y vuestro padre se fue porque ella dejó de tomar los medicamentos que la ayudaban a estar bien. Ellos se fueron para protegeros." aseguré "Eso no tiene sentido, mamá siempre estuvo bien." murmuró Marcos, confundido "Eso mismo pensaba yo, pero fue lo que me dijo vuestro padre."
"¿Hablaste con nuestro padre?" preguntaron ambos sorprendidos "Si, me llamó para que quedase con él." respondí "Vale, te llamó, pero eso no explica por qué llegaste llena de sangre a casa." dijo Carlos "Era de vuestro padre."
"¿De qué hablas?" preguntó Marcos, enderezándose en el sillón "Qué la sangre que teníamos era de vuestro padre. Vuestra madre se volvió como loca diciéndome que no iba a permitir que le sacase el amor de la hija que le quedaba y cogió un cuchillo para darme y vuestro padre se puso delante para evitar que me diese…"
Justo en ese momento Ana se despierta gritando y lo primero que hace es abrazarme. Yo empiezo a pasarle la mano por la espalda para intentar que se relaje un poco, y en cuanto noto que se relajó al menos un poco me fijo en la cara de sus hermanos que me imagino que estarán intentando entender la situación.
"Entonces papá está… ¿muerto?" No me sentía bien diciendo que estaba muerto, porque no me lo podía creer, por lo que solo asentí. Carlos no había dicho nada, se quedó mirando para nosotras con cara de no entender nada, y luego pasó a una de espanto.
"¿Ana vio cómo pasó?" preguntó su hermano mayor y solo volví a asentir, es como si en mi cabeza todo empezase a encajar todo lo sucedido y se reproducía sin parar, igual si me hubiese ido cuando Jack me lo dijo, todo estaría bien y Ana no hubiese visto lo que tuvo que haber visto. Todo era mi culpa, en este mismo momento me sentía una mierda de persona, la peor que podía haber en este mundo.
"Gabriela ¿Estás bien?" pregunté "Mierda Carlos, ¿te acabó de decir lo que pasó y lo único que te preocupa es lo que me pasa?" dije molesta "Es que te estás poniendo más pálida si eso es posible."
"Lo que me pase a mí es lo de menos, de lo que te deberías de preocupar ahora es por tu familia no por mí" aseguré "Tú eres parte de nuestra familia Gabriela, ¿Es que no lo vas a entender nunca?" respondió Marcos molesto "Marcos relájate, esto no es fácil para ninguno de nosotros."
"ME DA IGUAL QUE NO SEA FÁCIL PARA NINGUNO DE NOSOTROS. ES QUE PARECE QUE GABRIELA NO ENTIENDE QUE ES PARTE DE NUESTRA FAMILIA." gritó Marcos y Carlos se levantó rápidamente para ponerse delante de él "Marcos, para ya." insistió "NO PIENSO PARAR."
"Sal a que te dé el aire." ordenó su hermano "NO ES A MÍ A QUIEN LE TIENE QUE DAR EL AIRE SINO A ELLA A VER SI ASÍ SE LE ACLARAN LAS IDEAS." gritó de nuevo "Marcos, hazme caso y sal a tomar el aire." esta vez pidió "Claro que saldré, pero no puedo entender cómo es que estás tan tranquilo después de que te dijo que papá había muerto. ES QUE SIMPLEMENTE NO LO PUEDO ENTENDER."
Con eso salió por la puerta dando un portazo y dejándonos solos a Carlos, Ana y a mí. Ana se había echado a llorar de nuevo y no dejó de hacerlo hasta quedarse dormida de nuevo. Esta vez decidí que era mejor dejarla en mi regazo ya que no quería que se despertase por moverla un poco. Estuvimos callados durante un buen rato hasta que Carlos volvió a fijar la vista en su hermana y en mí.
"Discúlpalo, sabes que él era el más cercano a papá." dijo Carlos con tristeza inundando su voz "Lo sé, deberías ir con él a ver como está." pedí "Iré dentro de un rato, se tiene que relajar. ¿Pero sabes? No me puedo creer lo que ha hecho mi madre, ni mucho menos puedo entender cómo no nos habían dicho nada de lo que tenía ella."
"Yo tampoco lo entendí cuando me lo dijo." dije sinceramente "Te puedo hacer una pregunta." dijo y asentí "¿Por qué te llamó a ti en vez de llamarnos a mi o a Marcos?" preguntó y me encogí de hombros porque no tenía ni la menor idea del por qué lo había hecho "Me dijo que tenía que hablar conmigo de algo importante y que me tenía que dar unos papeles de los que te tienes que encargar tú."
"¿De qué papeles hablas?" Empecé a buscar los papeles y no los encontraba hasta que recordé que estaban en el bolsillo de la cazadora y que la había dejado en el baño. "¿Puedes ir a buscarlos? Están en el bolsillo de la cazadora, está en el baño." dije.
Carlos se levantó y se fue y a los pocos segundos volvió leyendo los papeles y con el ceño fruncido, se sentó y me pareció que los volvió a leer. "¿Eres la tutora legal de mi hermana?" pregunta "Eso me dijo, pero yo no tengo derecho a pasar por encima de ti y tu hermano, el tutor deberíais de ser tú o Marcos. Espero que no te moleste, pero es que fue llegar allí y me dijo que básicamente era la tutora legal de tu hermana."
"No me molesta, puedo llegar a entender que lo haya hecho, Ana no estará mejor cuidada por ninguno de nosotros dos, con mi trabajo tendré que viajar y Marcos no creo que esté preparado para asumir esa responsabilidad." dijo "Pero no puedo pasar por encima de vosotros Carlos."
"No lo haces, para ella eres su madre, ¿qué más da? Si a ti no te molesta tener que cuidar a mí hermana y ser su tutora legal, a mí y a Marcos no nos va a importar. Si no quieres serlo solo tienes que decirlo y me encargaré de cambiarlos." dijo sinceramente "No es que no quiera, es que no sé, todo fue muy de repente."
"Lo sé, pero ¿entonces no te importa ser la tutora legal de mi hermana?" pregunté y este negó "No tengo problema, pero mierda Carlos, ella no debió haber visto eso." protesté "No, no debería haberlo hecho, pero tú tampoco."
"Eso es lo de menos. Lo único que me importa es que tu hermana esté bien, y que lo estéis vosotros." aseguré "Tú también…" empezó, pero negué, no quería seguir hablando de mí, en este momento no era importante el cómo me sintiese, tenía que aguantar por Ana, ella, Marcos y Carlos eran lo más importante ahora y no como yo me sentía.
"Ve a junto a Marcos, estate con él e intenta que se encuentre mejor si puedes." pedí "Lo intentaré. Pero ¿segura que estás bien?" preguntó "Que sí, deja de preocuparte tanto y ve a junto a Marcos."
Me miró por última vez y se me fue. Yo por mi parte me quedé sentada en la cama y moviéndome lo mínimo para evitar que Ana se despertase, solo quería pensar en lo que había pasado e intentar no pensar en lo que había pasado hace unas horas, porque me volvería loca intentando encontrar una manera de haber evitado eso, la primera sería habiéndome ido en el momento en el que Jack me lo dijo. En ese momento entró mi abuela en la habitación, estaba preocupada.
"Gabriela, ¿es cierto?" preguntó la abuela "¿El qué?" cuestioné a pesar de que suponía lo que decía "Te escuché hablando con los chicos, ¿es cierto lo de Jack?" preguntó de nuevo "Si abuela, desgraciadamente es cierto." dije suspirando "¿Y lo viste?" pregunté "Abuela, eso es lo de menos, pero si te sirve de algo, si, lo vi."
"¿Qué tal estás mi niña?" preguntó "Dejad de preguntarme como estoy, estoy bien, tengo que estar bien." dije molesta con que no dejen de preguntármelo "No tienes por qué estarlo, eso es algo que no te debes guardar para dentro."
"Si, tengo que estar bien, por Ana y por los chicos. Además, no quiero hablar del tema ¿vale?" pedí "Tienes que apoyarlos, no estar bien por ellos." aseguró y negué "Claro que tengo que estar bien, y de verdad, quiero estar sola y no hablar más del tema."
"Gabriela, estás más pálida de lo normal." dijo "Estoy bien, deja de preocuparte abuela." dijo más brusco de lo que pretendía "Es imposible que no me preocupe, soy tu abuela y eso es lo que hacemos." informó "Pues en este caso no debes hacerlo, estoy bien, ya de verdad. No quiero ser borde abuela, pero de verdad que quiero estar sola. Puedes decirle a los demás lo que pasó, no quiero volver a contarlo."
"Está bien, si necesitas cualquiera cosa avísanos ¿vale?" pidió "No necesito nada, de verdad, pero lo haré si eso te deja más tranquila." aseguré a pesar de que no tenía ni la mínima intención de hacerlo "¿Quieres que llame a Alex?"
"No quiero que llames a Alex, está ocupado." dije a pesar de que estoy completamente segura de que dejaría de hacer lo que sea que este haciendo y vendría "Está bien, pero lo que te dije, si necesitas algo no dudes en llamarnos."
"Si abuela." Con eso se fue volviendo a quedarnos solas Ana y yo, cosa que agradecía, porque era cierto que necesitaba estar sola, quería pensar con tranquilidad a pesar de que esto me atormentaría por una buena temporada por no decir que lo haría toda mi vida, pero lo único por lo que me tenía que preocupar era por el bien estar de Ana, eso era lo único que me iba a importar de ahora en adelante, haría lo que fuese necesario para que Ana volviese a ser la misma.