La noche había retomado su mandato divino una vez más, sumiendo al mundo en una oscuridad sin fin, siendo en gran parte del mundo, sólo la luz provisoria natural de las estrellas y luna, la que proporcionaba dirección a infinidad de seres vivos.
"Sin dirección, ni estabilidad. Sólo la luz más brillante es perseguida con fervor". Los pensamientos del demonio se hilaban...
Pero en la fría noche que cernía al mundo en oscuridad, se alzaba una peculiaridad: La luz proporcionada a los seres vivos, no era sólo transparente, blanco, ofreciendo brillantez; Sino que un letargo rojo se cernía sobre amplios terrenos, causado por una luna sangre que se mecía en tranquilidad y silencio sobre las alturas celestiales.
La noche era tenebrosa para muchos, siendo el antónimo de esperanza... Para otros, tomaba las cualidades de un viejo árbol de cientos de metros de altura, solitaria, calma y ala para los desesperanzados.
Frente a un joven Federick, árboles de diferentes características danzaban en una rítmica forma; Siendo dueños de calma, elegancia y furia.
"Reposar y tomar acción; No es necesario la furia, pero el reposo innecesario, es necesidad de una acción enemiga". Si aún se llamará Frederick, incluso él se reiría de sus pensamientos actuales.
Él se encontraba en una mecedora, extrañamente, en dirección a la luna de sangre en las alturas. Está proporcionaba su luz, iluminando los árboles frente a él, sus raíces sobresalientes y la misma tierra, dónde se hundían las raíces más profundas.
"El mundo es cruel y longevo. Para asemejarnos a él, hay que ser crueles para ser longevos...". Federick estipulaba en su corazón, sin arrepentimiento alguno.
Sus antiguos ojos morados profundos, habían desaparecido; Ahora su iris albergaba un color rojo tinto, asemejandoce a la silenciosa luna...
Pero todo esto era observado por otro individuo, alto y erguido, con un pelo desordenado y barba desaliñada, pero ojos profundos y penetrantes; En sus ojos se reproducía una imagen completamente diferente a la realidad.
Observó como una energía brillante morada se mecía en su propio eje, similar al fuego de una vela; Está en unos momentos reposaba, en otros, se volvía incontrolable; Hasta que el vaso rebalsó, al está ir lentamente, tomando la forma de un individuo gigante e incluso, teniendo facciones propias; Pero aún se encontraba en una fase primigenia, embrionaria...
Sin embargo si otro observará la misma escena, sólo vería a un bebé italiano balbuceando.
...
De un momento a otro, un ciclo solar se había completado. Federick ya tenía un año, el cual no fue festejado, a consideración de su inconsciencia del evento.
Él ya se había hecho conocido en las instalaciones de la familia Battlemman. Por los largos pasillos de está, el Rey Carlos II y su hija, la Princesa Perla, se encontraban paseando y charlando amenamente.
"¿Cómo ha ido tu práctica últimamente, hija? ¿Acaso el pequeño Fe, te supone alguna dificultad?" Comentaba Carlos II mientras sonreía. Lo hacía sin esperar retórica alguna, pero una escena frente a sus ojos plasmó una sonrisa exasperante en su rostro.
Federick yacía sobre los hombros de un sirviente. Un sirviente quién, era caracterizado por un porte orgulloso y erguido, siendo un mostacho la guinda de su imagen.
Pero en este momento, Federick manipulaba el mismo, con la intención de dirigir los pasos del sirviente, quién en su rostro se plasmaba una expresión de arrepentimiento.
Sea una vez, jugó una apuesta con Federick y perdió...
...
Rápidamente pasó otro año. Federick ya no necesitaba de ningún artilugio, y la mayoría de veces andaba solo.
Hoy fue un día soleado, pero algo combatía con su brillantez: La sonrisa de su Madre.
Hoy fue un día especial, debido a que él y su madre, habían viajado al cuarto sector de la ciudad, con el fin de 'conciliarse con la ciudad'.
Habían recorrido muchas calles, al punto que sus cortas piernas, habían sufrido el efecto de agotarse. Finalmente al doblar en una esquina, pisando una nueva calle, observó la figura de un mendigo el cual estaba reuniendo dinero en su sombrero. Un acto de mendigo clásico.
Al observar esto, Federick se acercó con gran alegría a él, plasmando una sonrisa en el rostro de su Madre. Pero contra las expectativas de cualquier individuo con sentido común, Federick tomó el dinero que había reunido el mendigo, agradeciéndole.
"Gracias, Sir. Ética Personal". Federick exclamó con jubilo, mientras se dirigía a una tienda artesanal de refrescos.
Pero lo más surrealista de la situación, fue la reacción del mendigo, quién se alegró y regocijo, al obtener un apodo de la aristocracia vigente.
...
Tres años...
Federick se encontraba en silencio, dentro de una oficina donde se llevaba a cabo una reunión. Ni siquiera él sabía cómo entró, pero lo hizo...
Aquí, una mujer debatía impecablemente con los representantes de Athenas. Sin escrúpulos, escupía saliva tras argumento.
Pero está escena fue detenida tras el toser de Federick, quién rápidamente fue levantado por los brazos de su sirviente personal.
Dirigiendo su mirada a la Señorita, exclamó: "Señoritas, calma, no hay necesidad de agitarse"
La mujer le dirigió una mirada extraña, no debido al nulo contacto visual, sino a la utilización del plural mientras observaba su pecho exuberante.
"Lo siento, Señorito; Creo que los guardias se han confundido al permitir tu paso". La mujer se esforzó en esbozar una sonrisa amable.
"Shh, shh... Señoritas verdaderamente desvergonzadas". Dijo Federick, mientras se limpiaba sudor imaginario de su frente.
"Carl, las mujeres de hoy en día, son cada vez más difíciles".
"Me llamó Dewis, Señor"
"..."
...
Cuarto año...
Había pasado una semana desde otra gran conmemoración por el nacimiento del 'Príncipe heredero a la fuerza'.
Y hoy, sucedía una reunión especial. Ambos herederos se reunirían por primera vez, concretado por los tutores de ambos.
Dos maduras bellezas se encontraban sobre una tela, extendida sobre el pasto. Sobre ella se extendían alimentos y bebidas; Efectivamente, se trataba de un picnic.
Tenía sólo cuatro participante. Dos infantes y dos mujeres. Las mujeres compartían una charla amena, dirección contraria a la situación de los dos niños, donde uno mantenía una expresión incómoda y el otro lo veía fijamente.
"Mhm... Germän; Anteriormente concreté con un traba con ese nombre... Je".
"Je, Federick; He escuchado que tu nombre puede ser adorado".
"¿Acaso conoces el significado de adorado?".
"Mhm... ¿No? ¡Pero tú tampoco la de traba!".
"Je, pobre iluso".
La escena se reproducía con una única peculiaridad. Está era emulada por una sola persona, debido a que uno era mayor y el otro tan menor, que no podía articular palabras...
...
5 año...
Perla observaba como se reproducía un extraño intercambio entre un asno y un niño, en su jardín, que incluso a ella, le produjo una expresión exasperada.
"Querido primo, está rosa se la entregó a usted. Mantenla como un bien preciado en el fondo de tu corazón, como lo es la Familia".
Sí, era su hijo...
...
Ver ese cambio de humor en este capítulo, fue como observar mí estado ánimo, ¡de tristeza a alegría por recibir piedras de poder!
Psdt: He editado el anterior capitulo. Específicamente el final.
¡Gracias!