Capítulo 9

—Dame tu anillo.

…

Kate parpadeó varias veces al hombre que abrió su palma frente a ella. No entendió lo que acababa de decir.

—¿Qué?

—Digo, dame tu anillo. Lo tiraré.

—¡¿T-Tirarlo?! —Kate retiró rápidamente su mano y la cubrió con la otra. Se volvió sobria al instante—. ¿Por qué tiraría mi anillo de bodas? ¿Estás loco?!

—No, no lo estoy —dijo el hombre sin titubear en su voz. Sus profundos ojos verdes se clavaron en los de ella, tranquilizándola por alguna razón, diciéndole que no se preocupara por nada—. Me dijiste que no quieres reconciliarte con ese desgraciado, entonces déjame ayudarte a seguir adelante tirando ese anillo de bodas.

—¿Qué diablos— —Kate se sobresaltó por su repentina exigencia, pensó que era una broma, pero él parecía serio.

Su palma permaneció abierta, lista para aceptar el anillo de Kate.

—¿Te estás negando porque es caro? —preguntó él.

—No, puedo comprar diez o incluso veinte de estos anillos —dijo Kate, negando con la cabeza. De hecho, el costo del anillo no era el problema. Pero eran los recuerdos asociados al anillo los que lo hacían precioso.

Subconscientemente acarició el anillo en su dedo, —Pero este es mi anillo de bodas... tiene una historia y recuerdos en él....

—Lo sé, por eso quiero tirarlo —explicó el hombre—. Me dijiste que no quieres reconciliarte con él después de lo que te hizo. Pero seguirás pensando en él y en lo que te hizo mientras tengas ese anillo. Entonces, si realmente quieres dejarlo, para seguir adelante, entrégame tu anillo de bodas.

Kate hizo una pausa y pensó por un momento. Estaría mintiendo si dijera que no apreciaba su boda con Matt.

Al principio, ella y Matt realmente se casaron por amor. Eran los amigos de la infancia que crecieron juntos desde la primaria hasta la preparatoria. Siempre habían sido pareja, y ella estaba en las nubes cuando Matt le propuso matrimonio después de que se graduaron de la universidad.

¿Quién podría haber predicho que su matrimonio se derrumbaría después de solo cinco años porque Matt le fue infiel... y también porque ella era estéril?

Kate miró hacia abajo y observó su anillo de bodas. Un recuerdo cruzó por su mente al recordar el momento en que comenzó a convertirse en una adicta al trabajo.

Fue alrededor del tiempo cuando comenzó a trabajar en esta empresa editorial hace tres años. Había invitado a Matt al hospital para que se realizaran exámenes de salud y fertilidad juntos y ver qué podían hacer para que ella pudiese concebir.

Pero él se burló y la ridiculizó en su lugar."

—¿Por qué debería hacerme una revisión cuando es obvio que tú eres la estéril? —preguntó Matt.

—B-Bueno, ¿quién sabe si también podría haber un problema para ti? Hágamos una revisión juntos y veamos qué podemos hacer.

—Jah, prefiero ahorrar el dinero para mi próximo casting en lugar de hacer una revisión médica para algo tan obvio —se burló Matt—. Acéptalo, Kate. Es el trabajo de una mujer concebir un bebé, y has fallado en hacerlo. No hay nada que cambie eso.

—Además, si tienes tiempo para preguntar acerca de algo tan inútil como esto, tienes tiempo para trabajar. Ve a trabajar y gana algo de dinero. ¡Estamos cortos de presupuesto este mes después de que un bebé por nepotismo me quitó el papel principal! —Se quejó Matt.

Kate se sintió disgustada y desconsolada ante sus palabras. Sabía que Matt no estaba cerca de ser un actor principal. Solo tenía calidad suficiente para actuar como extra o hacer un personaje de un episodio, la mayoría de las veces. Pero él tenía razón acerca de su situación financiera, así que ella trabajó más duro. Después de todo, si tenían más dinero, Matt sería más feliz. Así fue como ella se esforzó tanto, hasta obtener ascenso tras ascenso, hasta convertirse en Jefa Editora.

Logró darle una vida cómoda, pero aún así él no estaba feliz, no estaba agradecido y la engañó.

Las lágrimas de Kate amenazaban con rodar por sus mejillas, así que rápidamente las secó. Era ridículo llorar por ese fracasado, especialmente frente a un extraño.

—Kate —el hombre la llamó por su nombre, sacándola de su ensimismamiento—. Dame el anillo si quieres seguir adelante.

—Mmm, no hay de otra —dijo antes de quitarse el anillo de su dedo.

Se sintió liberada en el momento que se quitó el anillo. Sintió que su carga había sido levantada y, por lo tanto, creyó que había tomado la decisión correcta.

Puso su anillo en la palma de él y lo miró, —Por favor, tíralo por mí. Quiero olvidarlo. Quiero olvidar todo sobre nosotros. Quiero ser libre.

El hombre cerró su mano y miró a Kate. Notó una lágrima en la esquina de sus ojos, y su conciencia se estremeció por eso, —Encontrarás a un hombre que te tratará mucho mejor de lo que él lo hizo. Eres hermosa. Deberías saber eso.

—¡Jaja! Claro, lo que sea. Solo tira ese anillo —ordenó Kate, sintiéndose un poco más feliz por el pequeño cumplido del hombre.

Por lo general, se reiría cuando alguien la elogiaba por su apariencia. Era muy normal para considerarse hermosa. Matt ni siquiera pensaría en ponerle los cuernos si realmente fuera hermosa.

—De acuerdo, déjame tirar esto —el hombre se dio la vuelta y caminó hacia el panel de vidrio que daba a la ciudad. Había una pequeña ventana en la esquina, y la abrió.

La brisa de la noche de verano le golpeó la cara al instante. Apretó el anillo de bodas y lo tiró por la ventana.

Kate observó cómo el hombre joven tiraba el anillo. Vio un destello del diamante antes de que el anillo fuera tragado por la oscuridad y desapareciera de su vista.

Sintió que su corazón estaba aplastado y hecho pedazos, pero al mismo tiempo se sintió libre.

«Adiós, el amor de mi vida. Espero poder olvidarte y seguir adelante».