Era un caos, un completo y absoluto caos a los ojos de cualquiera; a mis ojos, una desviación diminuta de lo que debía ser de no ser por su llegada.
Los rayos del sol alumbrando cada rincón de lo que una vez fue mi hogar: mi casa, mi guardería, mi escuela, mi universidad, mis trabajos. Justo ahora no sé donde pertenezco ni a donde pertenecí, pensamientos que tenía sentada mientras se oían gritos de desesperación e impotencia de parte de aquellos que seguían corriendo con ideas normales resguardándose en una falsa verdad.
Admiraba tal panorama no con felicidad ni con tristeza, ni miedo ni tranquilidad; seguiría allí hasta que mi cuerpo decayera por la falta de alimentos de no ser por su tenue y clara voz decir mi nombre "Anne", ni siquiera volteé a ver de quien se trataba pues era obvio para mí; oí pasos acercarse hasta detenerse justo detrás de mí y sus brazos enredarse en mi cuello como cuando era niña, "Anne, ¿estás bien?, te fuiste sin decirme nada. Ven, saldremos de aquí antes de qu.." interrumpí con una simple oración: "Me vieron....y yo ví lo que vieron".
Despues de un silencio abrumador de aquella que decía cuidarnos, la encare soltandome de su abrazo y poniendome a su altura para ver un cuerpo humanoide, la inteligencia artificial Celia, con un rostro de preocupación con solo una pregunta que no dudó en hacerme "¿y qué viste?". Tome su mano, la senté frente mío mientras la veía con odio y amor a la vez y comenzé a contarle todo.