399 Paz

Cuando Nora escuchó esto, se quedó en silencio por un momento. De repente dijo: —¿De verdad quieres saberlo?

Quentin asintió.

Nora miró hacia otro lado.

No pensaba decir estas palabras. Después de todo, las últimas palabras de su madre estaban llenas de peligro. Ahora, ni siquiera sabía quién o dónde estaba el enemigo.

—¿Sabes por qué oculté mi identidad como Gran Hermana?

Quentin negó con la cabeza.

Nora dijo: —Porque mi madre dice que si destaco, la gente puede venir a por mí.

Quentin entrecerró los ojos ante estas palabras.

Nora le miró. 

—Le dije esto.

Se refería a Ian.

Acababan de reunirse, pero ella no estaba acostumbrada a llamar a esa persona «padre». No se atrevía a llamarle «padre».

Quentin lo entendió.