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La dama blanca

Astheria suspiro y negó con la cabeza al ver a Shin acostado en la cama, ella misma había pensado de alguna manera que este lugar era el infierno pero ver la actuación infantil de Shin la relajo un poco.

Pasaron varios minutos y Shin no pudo dormirse por lo que se sentó en la cama y miro a la mujer en silencio.

"¿Por qué me miras así?" pregunto Astheria al sentir la mirada de Shin sobre ella.

El contraste entre una mujer hermosa con un paisaje oscuro y triste no era lo más común del mundo y sin embargo no era la primera vez que Shin veía algo parecido.

"¿Quién eres?"

Astheria miro confundida a Shin.

"¿No me había presentado ya?, mi nombre es Asther—"

Shin interrumpió a Astheria y negó.

"No me refiero a eso, ese demonio te llamo la dama blanca durante su pelea"

La expresión de Astheria cambio y se burló de ella misma.

"Es un título que ya no merezco…"

Shin no interrumpió a la mujer y espero en silencio a que esta terminara de hablar.

En cambio Astheria suspiro y evito mirar los ojos e Shin mientras comenzaba a explicar.

"Soy Astheria, la dama blanca y uno de los cinco generales del imperio Kaptza"

Shin no pudo evitar sorprenderse por la verdadera identidad de la mujer, no hace mucho había escuchado sobre los generales de parte de Kurt cuando estaba en el pueblo.

"¿Fuiste uno de los 3 generales que enviaron a luchar contra los demonios?" pregunto Shin al recordar los rumores que le había mencionado Kurt.

Ahora fue el turno de Astheria para sorprenderse.

"¿Sabes acerca de eso?"

Shin asintió con la cabeza.

"Ya veo…si, fui uno de los tres generales que mandaron a combatir contra los demonios más fuertes"

Astheria se sentó en el borde la cama y comenzó a narrar la historia sobre su participación en la guerra entre los demonios y el imperio Kaptza y como quedo atrapada en aquella fortaleza.

Hace 40 años, justo cuando la guerra estaba en su punto más importante donde estaba por definirse quien era el vencedor y quien era el perdedor, Astheria junto a otros generales fueron enviados a diferentes lugares para que cada uno combatirá a los demonios por separados.

Astheria fue enviada a atacar una fortaleza enemiga junto a 30 mil soldados, sin embargo el camino era peligroso ya que la única forma de llegar a la fortaleza era atravesando unos acantilados rocosos.

Era un lugar fácil para emboscar y Astheria sabia eso, por lo que se preparó para una posible emboscada…y eso sucedió.

20 mil tropas enemigas emboscaron al ejército de Astheria el cual se defendió con éxito al estar preparados para una emboscada…sin embargo había algo que no esperaban.

Astheria estaba enfrentado a Riessus quien era el general de los demonios ubicados en la fortaleza que Astheria iba a atacar.

Ambos estaban en etapa experta por lo que la pelea fue brutal, pero por mucho que intercambiaran golpes parecía que ninguno llevaba la ventaja.

Pero en algún momento de la batalla algo extraño sucedió.

Riessus se detuvo flotando sobre una de sus barreras y miro a Astheria con una mirada penetrante, en esa época la personalidad de Riessus era muy diferente al demonio burlón que Shin había visto en la fortaleza por lo que le costó imaginárselo siendo un demonio muy serio.

Astheria que estaba en el suelo miro a Riessus con sospecha sin bajar la guardia esperando que el demonio intentara un truco.

Y no se equivocó ya que el demonio uso al ejército del imperio Kaptza como cebo para presionar a Astheria a bajar su guardia y ponerse en un estado vulnerable.

Riessus se veía claramente molesto por lo que estaba haciendo pero tenía una guerra por ganar y no podía simplemente tener un duelo de fuerza contra Astheria que muy probablemente terminaría en un empate.

Por eso contra su voluntad había colocado trampas en el acantilado usando sus barreras para debilitar los muros rocosos y que ambos ejércitos estuvieran en plena batalla fue la señal para que Riessus activara la trampa.

Riessus levanto su brazo y cerro su puño causando que los muros rocosos temblaran y se debilitaran por lo que grandes piedras comenzaron a caer en el campo de batalla.

Astheria palideció al ver como sus tropas estaban siendo aplastadas hasta la muerte y miro al demonio con furia en sus ojos.

"¿¡Que estás haciendo!?, tus tropas están muriendo"

Riessus miro como ambos ejércitos estaban siendo aplastados ya que su trampa no solo estaba planeada para acabar con el ejército de imperio, también estaba planeada para acabar con los demonios.

¿Qué importaba la vida de 20 mil soldados cuando podía matar a un general del imperio enemigo?

Riessus no estaba en contra de hacer ese sacrifico, sin embargo para los demonios la fuerza y su honor era lo más importante para ellos, hacer un plan tan deshonroso era suficiente para herir el orgullo del demonio, sin embargo ordenes eran órdenes y si alguien más fuerte le estaba ordenando hacerlo Riessus solo se podía culpar a si mismo por ser más débil que esa persona.

Astheria vio como el demonio la ignoraba y maldiciendo corrió hacia su ejército para salvar al mayor número de soldados posible.

Sin embargo la trampa aún no había acabado. Astheria había llegado al campo de batalla y rompía grandes rocas que caían desde el cielo con su espada para salvar a los soldado, Riessus vio esto y volvió a levantar su brazo y las almas de los soldados que había muerto comenzaron a salir de sus cuerpos y juntarse en una esfera blanca.

Lo siguiente que paso fue muy parecido a como Riessus había encerrado a Shin en la esfera negra, sin embargo en ese momento las cosas eran algo diferentes ya que las almas de los soldados aún no habían sido corrompidas por lo que eran almas puras y blancas.

Esto hizo que el esfuerzo por parte del demonio para controlar tal cantidad de almas fuera mucho mayor en comparación con la facilidad para manipular almas negras que eran fácilmente manipulables.

Riessus comenzó a sudar visiblemente y su brazo temblaba como si estuviera levantando algo muy pesado.

Astheria se dio cuenta de la gran esfera de almas blancas pero cometió un error al enfrentarse a ella, Astheria había decidido decidió por lo menos salvar a los soldados que seguían con vida por lo que se paró en frente de la esfera blanca que se acercaba a ella e intento detenerla.

Lo que Astheria no sabía es que el supuesto ataque del demonio no era un ataque con la intención de dañarla, el ataque tenía la intención de atraparla tal y como sucedió con Shin.

Astheria fue absorbida por la esfera blanca y cuando Riessus se dio cuenta de que su ataque había sido exitoso redujo la esfera blanca al tamaño de un puño y lo tomo en su mano. Los soldados restantes del imperio no demoraron en morir y sus almas se unieron a la esfera en la mano de Riessus.

Luego de eso Astheria estuvo en un estado seminconsciente con su cuerpo físico destruido y su alma atrapada dentro de su espada que actúo como nuevo cuerpo para ella.

La única razón por la que su alma no se vio corrompida por el tiempo fue que su alma estaba en una etapa superior a las almas de los soldados y de que ella logro introducir su alma a la espada antes de que su cuerpo fuera destruido dentro de la esfera.

En algún momento el demonio construyo el laberinto de espejos introduciendo las almas en los espejos. El laberinto actuaba como cárcel del alma de Astheria pero con lo que no contaba Riessus era que alguien capaz de darle órdenes a las almas haba llegado a laberinto y se había dejado poseer por el alma de Astheria que había estada atrapada desde entonces en aquel lugar.

Sin embargo nada de eso funciono ya que Shin fue absorbido por la esfera de almas y llevado a este extraño lugar.

Cuando Shin termino de escuchar la historia de la mujer pudo entender algo de su personalidad y forma de ser. Entendió por qué Astheria se había visto tan afectada por las almas atrapadas en los espejos, al fin y al cabo eran las almas de los soldados que murieron bajo su mando y relativamente por su culpa.

Por eso para Astheria los gritos de agonía de esas almas eran cadenas que la ataban para seguir adelante con su vida.

Por eso en el momento que vio la esfera de almas acercándose a ella de nuevo no intento escapar ni ninguna otra cosa y solo decidió aceptar su destino, algo con lo que Shin no estaba de acuerdo pero que prefirió no comentarlo.