Una vez que Viggo llego a la casa de Kain, se encontró con Flora y Tatsumi en la cocina. Ellos cuidaban María y Eina, mientras sus tías Isabel, Mikoto y Aina preparaban una gran cantidad de comidas.
Kain se acercó y coloco sus brazos sobre los hombros de Flora. Ella dio un gritito y Kain se largó a reír. Ella lo miró hacia atrás con una clara expresión de enojo. Kain sonrió y le dio un beso en la mejilla.
-Papá, yo también, yo también- dijo María acercándose a Kain. Al mismo tiempo, la pequeña bebé elfa, Eina, se movía eufórica desde su silla alta mientras miraba Kain. Este último tomo a María en sus brazos y después se acercó a Eina, la cargo en su mano. Después se acercó a donde sus esposas estaban preparando la comida.
Viggo se sentó al lado de Flora y acercó una fuente con fruta -¿Qué tal?- pregunto, tomo una manzana roja y le dio un mordisco.
-Papá siempre es tan molesto- protesto Flora
-Papá solo te da cariño, ya quisiéramos yo y Tatsumi que nos consintiera tanto como a ti. Oí del viejo que te compro un collar nuevo-
Tatsumi del otro lado asintió y Flora se ruborizo.
-Eso, es que, es que, era tan bonito- dijo Flora agachando la mirada
-Papá sabe hacer joyas, por qué no le pides que te haga un collar-
-No quiero, se vería tan rustico, seguro que hace algo simple. Es mejor comprar a un profesional-
Viggo negó en un gesto de exasperación. Después miró a Tatsumi y le pregunto -¿Qué tal tú?-
-Yo estoy bien, nii-sama. Ayer, antes de que papá se fuera a la mansión de la tía, fuimos al calabozo y me ayudo a pulir mi técnica con la katana-
-Oooh, eso es bueno ¿Vamos al patio?-
Tatsumi negó mientras se ruborizaba y agachaba la mirada, con una expresión de vergüenza.
-¿Qué pasa, Tatsu?- pregunto Viggo algo confundido -antes luchábamos más seguido-
-Nii-sama es muy fuerte, así que cuando me vuelva fuerte, pelearemos de nuevo-
-Bueno, si así lo quieres- respondió Viggo algo desganado. Después miró a sus "tías" y pregunto de forma casual -¿Qué hacen? ¿Pasa algo especial hoy?-
Flora y Tatsumi miraron a Viggo algo sorprendidos.
Flora le dio una palmada en la cabeza y le dijo -tanto entrenamiento te ha hecho a perder el cerebro, hoy es nuestro cumpleaños-
Viggo se agarró la cabeza y la miró a los ojos. Ella decía la verdad, cosa que dejo a Viggo perdido en el tiempo. Entonces empezó a contar el tiempo desde que volvió a Orario y los meses le coincidieron.
-Es verdad- dijo Viggo asombrado
-Por supuesto que es verdad- dijo Flora en un tono molesto -¿Por qué te voy a andar mintiendo?-
-No lo digo por eso, es solo qué…-
-Está bien, nii-sama, todos sabemos que has estado ocupado. Papá siempre habla de cómo avanzas en tu entrenamiento-
-¿Eh? ¿Papá habla de mí?- pregunto Viggo con una sonrisa tonta
Tatsumi iba a responder, pero Flora lo interrumpió con su carcajada. Ella abrazó a Viggo del brazo mientras se reía de buen humor.
-Flora, cuéntanos el chiste- dijo Kain desde los mesones donde se preparaba la comida mientras sostenía a María y Eina en cada brazo.
-Lo siento, papá- dijo Flora mientras se reía y se limpiaba las lágrimas de los ojos -es que Viggo es tan tonto-
-Oye ¿eso es un insulto o un elogió?- pregunto Viggo frunciendo el ceño
-Ambas, creo…- respondió Flora mientras se reía a ratos
Al mismo tiempo, Isabel, Mikoto y Aina miraban a los tres conversar de buen humor. Flora se veía radiante, Viggo fruncia el ceño, pero dejaba que ella lo abrazara mientras Tatsumi sonreía desde el otro lado de la mesa. Como siempre, él conservaba su carácter reservado, pero la alegría se reflejaba en su rostro.
Mucho más tarde, cuando el cielo se había vuelto naranja y corría una suave briza, llegaron en carruaje Hera acompañada de Jason y los otros. Kain los recibió junto a todos sus hijos y los condujeron al patio donde habían puesto dos largas mesas. Las islas de flores a los lados le daban un aspecto elegante.
Por su parte, Viggo se vengó de Flora por llamarlo idiota. Así que cuando Aquiles estuvo en un buena posición y Flora estaba alineada, Viggo le dio una fuerte nalgada a Flora. Ella grito, saltó hacia adelante y cayó en los brazos de Aquiles. Por supuesto, Flora no podía perder, así que se dio vuelta para regañar a quien le había pegado. Viggo tenía una sonrisa de oreja a oreja y eso le molesto a Flora. Sin embargo, Viggo le señalo con el dedo para que ella mirara delante de ella y Flora se volteó a mirar. Entonces ella noto que estaba en los brazos de Aquiles y se puso roja como un tomate.
Por supuesto, Aquiles solo se rio y lo tomo como una broma entre los hermanos.
Después ellos se separaron y Flora se acercó a Viggo. Ella le dio un puñetazo en el hombro mientras sonreía. Viggo le guiño un ojo y Flora sonrió como si él hubiera sido su cómplice. Para Flora era un poco difícil acercarse a Aquiles; los concejos que le dieron Sakura y Ana eran buenos y lógicos, pero de ahí a llegar a implementarlos había un mundo de diferencia. Sin embargo, ella al estar en los brazos de Aquiles noto que era como ellas dijeron. Cuando Flora estaba cerca de Aquiles, él bajaba la guardia y ella se podía acercar todo lo que ella quisiera. Esto le dio la confianza y entendió que había una oportunidad.
Una hora más tarde, llego Tsubaki, Ana y Sakura. Tsubaki trato de pasar desapercibida de su madre, pero en cuanto Mikoto la detecto, empezaron las conversaciones sobre casarse. Kain intercedió y se llevó a Mikoto argumentando que hoy no era un día para ese tipo de conversación. De esa manera, Tsubaki quedó libre y se sentó a la mesa mientras disimulaba su incomodidad.
Viggo inició una conversación que alejo la mente de todos de la anterior discusión y relajo el ambiente.
Unos minutos después llegaron Semiramis, Scheherezade y se encontraron con Riveria en la puerta. Una vez que ellas entraron, dio paso a la comida, pero diferente de otras ocasiones, la distribución de los asientos cambió. Viggo y Kain se sentaron con sus esposas en una mesa, mientras Flora y Tatsumi se sentaron con Jason y los otros en otra mesa. María se sentó en la pierna de Kain mientras Eina dormía en una cuna. Al mismo tiempo, Flora y Tatsumi se coordinaron para "distribuirse" y Flora quedó sentada al lado de Aquiles.
La situación fue un poco complicada por la torta de cumpleaños, pero Viggo, Flora y Tatsumi acordaron que este año solo María le daría el clásico mordisco. Esto a su vez hizo a Kain suspirar, ya que de alguna forma marcaba la distancia que se formaba entre los hermanos y los padres. Cada hijo tomaría su rumbo y se alejaría poco a poco. Viggo ya tenía sus esposas, Flora tenía alguien de su agrado y Tatsumi estaba formando su carácter poco a poco.
Al mismo tiempo, Scheherezade sentada a la derecha de Viggo pregunto -¿Por qué muerden la torta?-
Viggo la miró de soslayo y respondió -porque es divertido, María parecía tener una barba de crema-
-Raro- dijo Scheherezade
Viggo sonrió, le tomo la mano y le beso el dorso -¿Te puedo pedir algo?- preguntó
Scheherezade miró esos intensos ojos lazuli y sonrió con suavidad. Ella acercó su oído, Viggo le susurró algo y le dio un beso en la mejilla. Ella asintió y se puso de pie.
Después Viggo miró a Tsubaki quien estaba sentada entre Aina y Sakura, casi al centro de la mesa -Tsubaki ¿Puedes venir, por favor?-
Tsubaki lo miró algo preocupada, pero asintió de todos modos. Ella se puso de pie y camino hasta donde estaba Viggo. Al mismo tiempo, Scheherezade camino hasta donde estaba sentada Tsubaki y le guiño un ojo. Tsubaki se puso nerviosa y una vez que llegó a donde estaba Viggo, le abrió la silla a su lado, donde antes estaba Scheherezade, y le tendió la mano como ofreciéndole asiento.
-Siéntate- dijo Viggo
Tsubaki miró a Kain y Mikoto, ambos la miraban de diferente manera. Mikoto era seria y enarcaba sus cejas en un gesto de confusión mientras Kain sonreía sosteniendo a María sentada sobre su pierna. Kain tomo su copa de vino con su otra mano y la alzo como ofreciendo un brindis mientras le guiñaba un ojo. Tsubaki sonrió y se sentó al lado de Viggo.
Al mismo tiempo, Jason en la otra mesa puso una expresión de asombro y de agrado ante la actitud de Viggo. Él miró a Aquiles y Odiseo y asintió, ellos asintieron con una sonrisa mientras soltaban risitas y bebían. Por otro lado, Flora y Tatsumi se quedaron de piedra, ambos totalmente sorprendidos por la situación.
Sin embargo, Mikoto era diferente. Ella miró a Kain y él asintió. Entonces ella miró a Viggo y le dijo en un tono estricto -Viggo, espero que seas un hombre serio como tu padre y hagas las cosas como corresponde-
Viggo tomo la mano de Tsubaki y la beso por el dorso -sí, tía- dijo -seré serio y haré las cosas como corresponden, no te defraudaré-
Mikoto asintió mientras las lágrimas se asomaban a la comisura de sus ojos y se apegó a Kain mientras él la abrazaba.
De esa manera, la comida continuó, pero Tsubaki apenas si comió algo.
Viggo la miró de soslayo y le pregunto -¿Qué sucede?-
-Solo estoy un poco nerviosa- dijo Tsubaki
Viggo le tomo la mano y le dijo -no pasa nada, tu madre está conforme-
Tsubaki dio un suspiro de alivio y asintió, entonces apoyo su rostro sobre el hombro de Viggo -me preparé durante todos estos meses para hablar con mi vieja- dijo con un tono de voz cansado -pero tú lo arreglaste todo en un solo movimiento. Gracias-
-De nada, si te preocupa, a mí también me preocupa- respondió Viggo
Tsubaki asintió y sonrió, para después sentarse con la espalda apegada al respaldo y empezar a comer y conversar con el resto de las chicas.
Cuando llego el momento de abrir los regalos, todo fue aplausos, silbidos y risas. Los regalos ya no eran como antes, eran los regalos de muchachos que se estaban convirtiendo en adultos. Tatsumi recibió un juego de dos katanas hechas por Kain con una hoja de color azulado. Flora recibió muchos regalos femeninos como perfumes y joyas, pero lo que más le gusto fue la nueva armadura que le hizo Hephaestus. La coraza brillaba como si estuviera hecha de plata y en el pecho llevaba el emblema de Kain.
Por su parte, Viggo recibió un arco hecho por su madre. Estaba hecho de un metal oscuro con los bordes internos de color rojo. Por fuera, en la parte central tenía cuatro puntas que daban la impresión de ser dos tenazas filosas. Al mismo tiempo, Kain se excusó de que ya le había regalado un escudo a Viggo. Este último lo miró algo enojado, porque el escudo era algo que le había encargado Kiara, pero como el escudo era similar al de su maestro, hizo la vista gorda. Kain sonrió y le guiño un ojo, Viggo sintió un alivio y alegría en su corazón y supo que su padre solo estaba bromeando. Sin embargo, el regalo de Kain fue algo lejos de lo que esperaba Viggo.
-¿Libros?- pregunto Viggo sosteniendo uno de los diez libros que había sobre su lado de la mesa. Flora se partía a carcajadas en la otra mesa al ver su expresión de incredulidad. Tatsumi también se reía, pero de forma más disimulada.