Ágata agarró un pañuelo, y lo paso por su boca, sacando una pequeña mancha blanca. Sus medias estaban rotas, no tuvo más remedio que sacar un nuevo par, sus finas manos las tomaron, y se las puso, con suavidad las levanto hasta las rodillas, dejando al descubierto sus gruesos muslos blancos.
Luego se levanta mientras corregía la posición de sus tacones. Camino lentamente, mientras balanceaba sus caderas, y se apoyó al lado de León. Lo miro unos segundos, recordando las locuras que hicieron en esos 30 minutos, incluso ella, que ha probado muchas cosas con él, tuvo que sonrojarse un poco.
Sacudiendo los pensamientos pervertidos de su mente, cambio su mirada al gran escenario, y al gran premio de la noche. Ella tuvo que admitir que la mujer era muy hermosa, y León tenía buen gusto. Además sus pechos eran más grandes que los suyos. Eso no la molesto, Ágata tenía la autoestima en alto, y no dejaría que alguien más, definiera su nivel de belleza.
Hilda y Eris aparecieron en el escenario principal, Eris parecía un poco adormecida, y Hilda, sus cejas eran afiladas, le daban un toque serio a su rostro, a eso agrégale que no sonreía, parecía una dama refinada y elegante.
León revisó a Hilda de pies a cabeza, y asintió satisfecho. No dejaría escapar a esas tetas, nadie podía impedírselo.
Pechos grandes, cintura delgada y su trasero, uff, ni que decir, es una mujer balanceada, como un reloj de arena, parecida a la figura de Akara, mi mujer del mundo de diablo. La diferencia, es que Hilda tiene algunos centímetros más arriba, y Akara tiene más centímetros abajo, en resumen, una tiene más tetas, y la otra más culo. Pensó León.
-"Es muy hermosa, y nuestro pelo combina, sus ojos rojos son parecidos a los tuyos"
-"Tienes razon, aunque ella tiene un aura madura que no puedes imitar, quizás porque tiene un hijo. Porque si fuera por edad, tú serías mayor."
Ágata se apoyó contra el balcón, y levanto su trasero, ¿edad?, por ella no pasaba el tiempo, eso quiso mostrar con esa posición. Aunque en realidad, a Ágata no le importaba temas tan burdos como la edad, eso no la acomplejaba. Pero quería mostrar su belleza, era necesario si deseaba conquistar a León.
-"Podemos tener un hijo, si quieres que me vea más madura, eso resuelve el problema." Dijo coquetamente.
León la miro unos segundos, y luego volvió a mira ala escenario, él solo sonrió, no pensaba responder, si venía otro hijo, que venga, pero tampoco lo forzaría, no era su estilo. Ágata resopló, ya que su plan había fallado, pero no se rindió.
-"Ahora que lo pienso, si tuviéramos un hijo, se parecería a Eris, ojos rojos por ti, y pelo rojo por mí, no crees."
De la nada, Ágata abrió los ojos de golpe, y una idea loca le llego a su mente. Ojos rojos como León, y pelo rojo como Hilda, no sería posible que en realidad sea su hija, y León lo ocultaba. Ágata movía sus labios mientras pensaba, era una idea extraña, pero acertada, y siendo León de quien hablamos, no era tan loca.
Ágata le dio una mirada complicada a León, ella quería preguntar, pero no sabía como reaccionaria, y si era un secreto que no quería revelar, y luego la castigaba, no estaba muy dispuesta a esto.
-"Si quieres decir algo, dilo" Dijo León, un poco curiosos por la mirada que le daba Ágata. Sin pensar, que la pelirroja tendría una idea tan extraña, en la cabeza.
Ágata estaba dudosa, y no quería preguntar, pero ya que León le insistió, no le quedo de otra.
-"Eris..., ¿es hija tuya?" Dijo suavemente, aun así, León escucho muy claro.
Eso de que las mujeres tiene una gran imaginación, cuando se trata de relaciones y amoríos, era verdad al parecer. Pensó León, que unió todos los hilos, y comprendió la historia en segundos.
-"¡Tú, como adivinaste eso!" Dijo León, con los ojos abiertos y muy sorprendido. Pero por dentro, León se estaba riendo, solo quería burlarse de Ágata. Eris no era su hija, ¿cómo podría serlo?, León solo lleva dos meses en este mundo, y Eris ya tiene como de 8 a 10 años.
-"¡Es tu hija!" Grito Ágata, impactada por el anuncio.
¡Como es posible!, nunca pensé que mi idea sería acertada, ¡espera...!, ¿León está enojado?, ¿era algo que no debía descubrir?, espero no haber metido la pata. Pensó Ágata en pánico.
-"Si, y ahora que lo sabes, que debería hacer contigo"
-"¡León!, ¡yo nunca diría nada!, sabes que soy fiel y leal, moriría por ti y tu familia, ¡nunca iría en tu contra!"
Ágata se defendió, y hablo muy rápido. No quería que la castigaran, y menos perder la confianza que tanto costo ganar.
-"Para tu propio bienestar, eres demasiado inteligente. Nunca antes te dijeron, que la curiosidad mato al gato, ¿ahora..., que debería hacer contigo?"
León usó un tono amenazante, mientras entrecerraba sus ojos, a Ágata se le erizó el pelo, y no dudo en ponerse de rodillas, y suplicar.
-"Créeme León, no pienso traicionarte, mi boca esta cerrada, ¡te aseguro que puedes confiar en mí!"
-"¿Por qué debería?"
Ágata sacó un cuchillo de un inventario, era muy afilado y puntiagudo, parecía un pequeño estoque, ella lo agarro firme y lo apunto a su cuello, pensaba matarse, era la manera de mostrar su lealtad, después de todo los muertos no hablan. Ágata era una chica demasiado leal y enamorada, prefería perder la vida, a perder la confianza, y el cariño del hombre que ama.
León se sorprendió, solo era una broma, una de muy mal gusto al parecer. Con un suspiro cansado, arrebato el arma de las manos de Ágata, y le acaricio la cabeza con ternura.
-"Era broma, no ese necesario ir tan lejos, Eris no es mi hija"
-"No fue divertido, sniff" Dijo Ágata, con un sollozo.
Ágata tenía los ojos llorosos, estaba a punto de llorar, y se sentía muy mal, no era agradable que sospecharan de ella, y que no confiaran, menos después de todo lo que ha hecho. Cualquiera que viera su cara, se sentirá culpable y un poco mal, incluso León, que supo que la broma fue demasiado mala.
León la tomo de la mano, y la levanto.
-"Ya, tranquila, que solo era una broma, una mujer hermosa como tu, no deberias llorar" Dijo León, que agarro la cara de Ágata, y limpio sus mejillas con los dedos.
-"No estoy llorando, y que tan hermosa soy"
-"No hay nada en tu cara que yo cambiaria, tus labios rojos, que son tan seductores y sabrosos, tus finas cejas que te dan una mirada seductora, tus ojos verdes que penetran el alma, y tú hermosos cabello rojo, tan suave al tacto, ves, eres hermosa"
León sabía que la broma fue muy pesada, así que no dudo en arreglar el problema, no necesitaba a una mujer triste y resentida, era mejor tener una mujer contenta y cachonda, además, las palabras son gratis.
-"Entonces, confías en mi León" Pregunto Ágata, mientras agarraba las manos de León, y las apretaba. Para ella saber que confiaba, era lo más importante para ella.
-"Claro, si no lo hiciera, como podría quitar eso de tu cuerpo, ¿o no te acuerda del objeto que puse dentro de ti?"
Ágata frunció el ceño mientras recordaba, no le agradaban esos días, pero eran parte de su pasado, y el inicio del todo, así que no podía olvidarlos, y aunque crueles, todavía los apreciaba.
-"Promesa del caballero"
-"Si, ese objeto prohibía que me traicionaras, pero luego lo quite, y lo hice porque confió en ti, eso debería decirlo todo, ¿no?"
Tener un harem no era trabajo fácil, y quien dijo lo contrario, es un imbécil que nunca ha tenido mujer. Primero que nada, las mujeres no son todas sumisas, no siempre aceptan todo, y te consienten, eso solo pasa en las novelas. Las mujeres son seres que piden atención, y afecto, son seres egoístas que desean ser la numero uno.
Si una sola mujer puede volverte loco a veces, imagínate más de 10. Después de todo, Incluso la mujer más sumisa, pide atención de vez en cuando.
-"Estoy calmada, además ya empezó la oferta, no creo que quieras perdértela." Dijo Ágata, con una ligera sonrisa, ahora estaba más calmada, además le gustó la suave mirada que le dio León.
León asintió con una sonrisa, y volvió a mirar al escenario, donde ya estaba el presentador, un tipo gordo con traje, era sorprendente que el traje no explotara de lo gordo que estaba.
En serio, ponen a un tipo así como presentador, suspiro, si fuera una novela china, el presentador sería una hermosa chica de 30 años, soltera, virgen, y que tuvo un pasado trágico. Uno pasado lleno de sangre, y luchas, donde ella llegó a triunfar, y sus secuaces la llaman hermana mayor y la respetan, sería genial si eso pasara. Pensó León, un poco molesto por la mala decisión de la gerencia de la subasta.
-"A todos los presentes, como toda gran subasta del año, hoy traemos el mejor producto del día, para el final, y como todo gran producto, no puede ser menos que los anteriores, y hoy hemos de tener un hermoso par de esclavas"
El presentado se dio vuelta, y llamo a las dos esclavas, para qué se acercan más.
-"¡Madre e hija serán suyos!, lo único que debe hacer es ganar la puja, cabe recordar que estas dos finas damas, son mujeres nobles, que saben leer y escribir, además de tener conocimiento en el arte de complacer hombres."
En este mundo, se le enseña a las mujeres nobles a como complacer a los hombres, después de todo, si no sirven en la cama, no son buenas esposas. Además se les enseña varias poses y técnicas para asegurar un embarazo rápido, siempre es necesario tener herederos, y más cuando son nobles.
Este tipo educación, es dada por las madres o algunas sirvientas con experiencia.
Claro que Hilda no fue la excepción, y su madre fue la encargada de enseñarle, pero con el tiempo, a Hilda se le olvidó todo, ya que nunca tuvo alguien con quien practicar. Y ni hablar de Eris, era muy joven para recibir esas clases, además Hilda no recordaba nada, como para poder enseñarle.
Eris también era una princesa mimada, que le gustaba la espada, más que los libros y los estudios.
León que miraba a Hilda, se reía, noto que Hilda estaba muy incómoda, y que su frente fuerte solo era una fachada. Eso lo hizo sospechar, y le hizo pensar que Hilda, no recordaba nada sobre esas supuestas artes, y técnicas.
No solo virgen, además inepta en el sexo, me agrada eso, así podre enseñarle desde cero. En cuanto Eris, ella sigue siendo una niña, y todavía tiene miedo de lo desconocido. Pensó León.
-"Bien, con todo eso dicho, ¡que comiencen las ofertas!"
Muchos hombres gritaban con euforia y el salón de subasta exploto, muchos ojos lujuriosos y deseosos miraban a Hilda. Y como culparlos, la hermosa pelirroja tenía un trasero grande, y pechos que casi salen de su ostentoso vestido. Y bueno, Eris también recibía esas miradas, a que esperaban, son nobles y de Azura, son todos unos puercos.
Bueno, no solo por su cuerpo era codiciada, Hilda era un ex-Noble, y como tal, ella tuvo muchos altercados con otros nobles, y muchos de estos nobles querían vengarse, eran nobles menores que no podían ir en contra de los boreas. Pero ahora, tenían la oportunidad de vengarse y cobrar las deudas pendientes.
Mientras todos gritaban como locos, y la suma aumentaba, una mano gorda y de dedos cortos levanto la mano, y pidió que cancelaran la barrera de la sala vip. Sus guardias querían negarse, pero no podían ir contra el rey.
-"¡Silencio!" Una voz fuerte y autoritaria llamo la atención de todos, todos se quedaron en silencio, y paralizados de la sorpresa. Como la mayoría eran nobles, reconocieron la voz de inmediato, todos miraron hacia la dirección de donde provenía la voz, varios estaban suplicando a los cielos, de que no fuera quien ellos pensaban.
Ahora con la barrera caída, todos pudieron ver quien estaba en la sala super Vip, cuando lo hicieron, muchos abrieron los ojos e hicieron una pequeña reverencia, no esperaban que el rey apareciera. Ese simple acto puso a muchos nobles molestos, después de todo, ya sabían por qué el rey revelo su cara.
Era para que no compitieran por Hilda, y ellos como vasallos, no podían negarse, no querían quedar mal con el rey.
El anfitrión que era testigo de esto, estaba de muy mal humor, si el rey ofertaba por Hilda, nadie más lo haría, eso complicaría sus finanzas, ya que Hilda era el producto estrella, y con el que pensaban ganar una gran cantidad, lástima que todos sus planes se fueran a la basura.
-"Creo que deberías comenzar otra vez, no estaba pendiente, no creo que sea un problema, ¿o si?" Aunque parecían palabras amables, su significado era otro.
León se sorprendió cuando escucho al rey, ya que a pesar de estar gordo y fuera de forma, el rey todavía tenía su voz de mando, él se preguntó como lo lograba, luego miro a su grueso cuello, y lo vislumbro, un collar esmeralda, con un patrón mágico.
Era un artefacto mágico que amplificaba el tono de voz, y que generaba en los más débiles, cierto deseo de sumisión.
El pobre anfitrión solo pudo llorar en silencio y comenzar con la subasta, otra vez, aunque ya había ganador, necesitaban ser formales, y en el fondo, deseaba que alguien fuera en contra del rey, y le diera alguna ganancia, aunque sabía que esa posibilidad era baja.
-"Las ofertas van desde las..., digo, desde una moneda de oro. Dijo el anfitrión, con gran pesar mientras miraba hacia el rey. Esperando que fuera misericordioso, y que pagara bien.
Lastima para el, el rey era un desgraciado.
-"Ofrezco una moneda de cobre" Dijo el Rey, mientras sacaba una moneda de cobre, y la lanzaba a escenario. Un acto muy miserable, y de mal gusto. El presentador tenía una mirada amarga, aun así, se agachó y recogió la moneda, no hacerlo seria despreciar la "amabilidad" del rey.
-"Yo..., nadie más." Dijo con amargura.
Fue una pregunta más que nada por formalidad, sabía que nadie se atrevería a ir contra el rey. Solo podía maldecir su mala suerte, y al estúpido rey. Como alguien que gobierna un país, puede ser tan tacaño y miserable, era un milagro que la gente no se revelara y comenzar una revolución o guerra civil.
León suspiro aburrido, y noto que nadie haría nada divertido, así que pensó que era hora de terminar con todo, y llevarse lo que le pertenece.
-"Ágata, ve por Hilda y Eris, y muéstrale mi oferta."
-"¿Y si la rechazan?"
-"No lo harán, soy su única opción, o mejor dicho, no tiene opción."
Leon estaba confiado, y el rechazo no paso por su mente, Hilda tenía dos opciones, ser un baño público de semen, o ser un baño privado de semen, pero con muchas más regalías, y mejor trato. No había donde perderse.
El anfitrión parecía resignados, aun así pregunto por última vez, con una voz alegre y fuerte, era todo un profesional, se debe admirar eso, aunque parezca un Ugly bastard.
-"Entonces, vendido al rey, por una moneda de cobre..."
León se puso sobre el balcón, mirando a todos desde arriba, su postura era arrogante y confiada, su mirada era de desprecio, después de todo, para León, todos los presentes eran seres repugnantes y de baja categoría, y no merecían su tiempo, excepto por las bellezas, ellas si merecen su tiempo.
-"¡Espera!, tengo una oferta que no pueden rechazar, y creo que será del agrado de todos"
Todos se sorprendieron, alguien se atrevía a ir en contra del rey, todos pensaron que era un loco y sintieron pena por el idiota. Paul y su grupo, también eran testigo de lo que ocurría, y se sorprenderían al ver a sus dos matones.
Elinalise sonrió, sabía que nada bueno saldria de enemistarse con el rey, y que la chica de pelo rojo ahora tenía un destino cruel, aunque para ella seguro seria un paraíso. Eso si, ella sintió pena por León, era un desperdicio que un hombre tan bueno muriera.
Tch, thc, que bien chico guapo, es bueno que seas tan temerario, ahora tendrás un destino cruel, pero solo puedes culparte tu mismo, ahora solo queda esperar, y ver el espectáculo, jejeje, ¡esos golpes qué recibí tendrán retribución!, jejejej, parece que el destino me quiere, y tengo buena suerte. Pensó Paul, muy optimista y feliz, ignorando que su destino cada vez era más oscuro, y que morir como en la historia original, sería mucho mejor.
Y Talhand, estaba feliz de que León y Ágata sufrieran, y pagaran la humillación que le hicieron pasar a su equipo.
León ignoraba los pensamientos de los tres idiotas, no eran relevantes por ahora.
-"Ofrezco, la oportunidad de salir vivos, que mejor." Dijo León, que ignoro todas las miradas de lástimas, y los gritos de burlas de los nobles.
Cuando esas palabras salieron de su boca, muchos se quedaron mudos. Después de todo, era una amenaza directa contra el rey, nunca antes habían visto a alguien tan tonto.
El rostro del Rey se puso rojo del coraje, nunca antes le habían hablado así, y menos lo amenazaron de muerte.
-"Guardias, ¡capturen a ese insolente plebeyo, y tráigame a mi premio!, oh, y no olviden a la chica, es muy hermosa, así que tengan cuidado, jua, jua, jua, jua."
León frunció el ceño, la risa del Rey era espeluznante y asquerosa.
-"Silencio maldito puerco, como te atreves a hablar tan alto y poderoso en mi presencia"
La panza del rey subía y bajaba, su respiración era inestable, y parecía que sufriría un infarto de lo furioso que estaba. Era la primera vez que lo trataban tan mal.
-"Guardias, tráiganlo vivo, lo torturaré personalmente."
Todos los guardias desaparecieron y volvieron a aparecer al lado de León, era muy rápidos. No por nada eran guardias del Rey, todos eran seres poderes, y habilidosos.
-"Bien, si quieren jugar, jugaremos."
Mientras León estaba en lo suyo, Ágata apareció al lado de Hilda, la chica en cuestión, salto del susto y la sorpresa.
-"¿¡Eh?!, no estabas en ese balcón, ¿cómo llegaste aquí?"
-"No creo que sea la pregunta correcta"
-"Tienes razón, entonces, ¿qué quieres de mí?"
Hilda agarró la mano de Eris, en caso de que tuviera que correr, ya que todavía no sabía si la mujer frente a ella, era enemigo o un posible aliado.
-"Tengo una propuesta para ti, por parte de mi amo, es quien está arriba en el palco, insultando al rey."
Hilda miró al palco, y miro a León, ella tenía que admitir que era muy guapo, pero un poco imprudente.
-"Tu señor es un poco..."
-"¿imprudente?, puede ser cierto, pero no creo que importe, mejor volvamos al tema principal"
"Mi señor propone que seas su sirvienta personal, al igual que tu hija, si aceptas tendrás su protección y te dará los bienes necesarios, para una vida tranquila y provechosa."
-"¿Sirvienta?" Pregunto Hilda, un poco indecisa.
Soy muy hermosas, acaso no puedo tener un mejor trato, ser una sirvienta es un poco..., suspiro, pero no tengo muchas opciones al parecer. Pensó Hilda.
-"Pasar de ser una mujer noble, y de una gran casta a sirvienta, suena mal, pero..., en tu posición es servir a mi amo como su sirvienta, o servir a ese puerco que tienes como rey. Sé que no eres idiota, y sé que sabes, lo que para sí el rey te compra"
"Ahora, ¿cuál sería tu respuesta?" Pregunto Ágata con paciencia.
Hilda todavía parecía dudosa, así que preguntó lo más importante para ella.
-"Si me voy contigo, y acepto a la propuesta de tu señor, ¿solo serviré a él?"
Un suspiro de alivio salió de nuestra pelirroja de grandes pechos, ella no tenía problemas con darle su cuerpo a León, ya que según ella, era muy guapo, era mejor montar a un hombre guapo, que a un cerdo asqueroso.
-"Si, solo a él, nunca otro hombre te podrá tocar, ni ponerte un dedo encima"
-"Creo que como mujeres, tenemos cierto sentido de camaradería, así que no deberías mentirme, no"
-"No tengo necesidad de mentir, ahora, tu respuesta"
-"Acepto, pero..." Hilda miró a su hija, un poco preocupada por su futuro.
-"Habla." Dijo Ágata, que comprendía más o menos la indecisión de Hilda. Ya que más que preocuparse por si misma, estaba más preocupada por su hija.
Madres, cuando aman a sus hijos, sacrificarían su propio bien, por el de ellos. Me agrada esta mujer. Pensó Ágata.
-"Mi hija, es un poco..., como decirlo, insolente, y..."
-"No te preocupes por eso, mi señor tiene paciencia, y creo que ya tiene planes para tu hija, y no creo que sean malos."
-"Yo..., suspiro, no tengo muchas opciones" Hilda estiro su mano, y se la ofreció "Desde ahora estaré a tu cuidado, eh..., ¿tu nombre?"
-"Ágata" dijo mientras le estrechaba la mano.
-"Cuídame desde ahora, Ágata-sama."
-"No son necesarios los honoríficos."
Hilda abrazó a su hija, ahora más contenta y tranquila, ya que su futuro se veía prometedor.
-"No quiero ser irrespetuosa, además eres mi benefactora." Dijo Hilda con seriedad, no quería problemas, no cuando recién comenzaban a conocerse.
-"Solo soy una mensajera, tu benefactor se llama León."
-"¿León-sama?" Hilda pensó que era un buen nombre, sonaba justo y heroico, como héroe de una leyenda, ella esperaba que la persona fuera igual.
Así su sueño de la infancia, de ser rescatada en su peor momento, por un héroe. Se haría realidad.
-"umh, ahora vámonos, León nos seguirá en breve."
Ágata agarró de la mano a Hilda y a Eris, y se teletransportó.
POV León
Estaba rodeado de 7 guardias, que no era muy fuertes, ni siquiera se dieron cuenta de que Ágata desapareció, y mucho menos de que está con Hilda, y pronto se la llevara. En realidad, no tengo ganas de luchar, no soy un maniático de la batalla.
No es que me escape de las batallas, o sea un cobarde, es solo que..., estoy un poco cansado.
Tienen que pensar, que paso mucho tiempo en el mundo de diablo, y lo único que puedo hacer en ese lugar, es luchar, morir, e intentar subir de nivel, al principio me demoraba semanas, luego meses, ahora varios años en solo pasar un acto, los mapas cada vez son más grande.
Y peor, existen laberintos que me pueden tomar varios meses en resolverlos, y a eso se le suma el hecho, que los demonios vuelven a la vida, transcurrido cierto periodo de tiempo.
Suspiro, que difícil es mi sistema, porque no me dieron un sistema Hentai, o algo así. No es por nada, pero soy un degenerado, y lo admito, no como otros, que se ocultan.
Mejor dejemos de quejarnos, es mucho mejor que cultivar, eso tomaría mucho más tiempo.
Volviendo a esos soldados que me rodean, no valen la pena, y matarlos..., tampoco, es mejor usarlos como títeres. Controlar la mente de las personas es relativamente fácil, más cuando uno de mis personajes de diablo, se especializa ene eso.
La asesina tiene una habilidad, ráfaga de mente, es como una hipnosis, que solo tiene una posibilidad de ocurrir, en el máximo nivel es de 33%, claro, hablamos de como funciona en el mundo de diablo, en el mundo real, es muy distinto, ya que la eficacia, y la duración depende de que tan débil sea la otra persona.
En mi caso, todos son débiles.
-"Ráfaga de mente."
Los guardias se volvieron rígidos un segundo, luego se dieron vuelta, sacaron sus cascos y se arrodillaron frente a mí. Hablando de su vestimenta, es la típica medieval, una armadura brillante y reluciente, casco, y espada.
Creo que es muy ineficaz su vestuario, pero deben usarlo, es como una especie de formalidad, o algo así, después de todo sirven al Rey, un Rey muy imbécil, que busca más las apariencias que la eficacia.
-"Mi señor, estamos a sus órdenes."
-"Je, no son muy útiles, pero algo es algo, todos ustedes, ¡asesinen a todo lo que vean!, no quiero ser vivos a mi vista, maten, quemen, asesinen hasta que su propia vida se extinga"
-"Si mi señor."
Con órdenes dadas, mis guardias se movieron, "splash", el primer noble fue cortado por la mitad, el resto estaba incrédulo e impactados, los guardias del Rey, los estaban atacados. Eso no duro mucho, los más inteligentes no dudaron en correr, y olvídate del grupo de Paul, huyeron apenas murió el primer noble.
Los gritos y llantos eran audibles por todo el lugar, en solo un minuto, más de 30 nobles murieron, ya sea cortados por la mitad, se quedaron si cabeza, o fueron quemados por magia, al parecer había magos entre los guardias.
Bueno, no pienso detenerlos, creo que tarde o temprano se cansaran, o alguien los matara, talvez uno de las 7 potencias mundiales, o un simple rey espada, quien sabe, tampoco me interesa mucho.
En cuanto a la gente que muere, tampoco es mi problema, la gente muere todos los días, yo solo estoy acelerando el proceso de la naturaleza.
Seguro la naturaleza me ama, no por nada soy un druida.
Mientras la gente moría, y la sangre salpicaba, el rey había escapado, mientras ponía todo su esfuerzo en correr, no me sorprendería que se rompiera un tobillo en su intento de escape.
Use teletransportación y aparecí frente al Rey, y mi pronóstico fue cierto, el puerco chillaba de dolor, al parecer se quebró el tobillo, no deberías correr si estás tan gordo.
Mirándolo bien, es tan lamentable, su rostro era rojo como una manzana, sudaba como si estuviera lloviendo, y su respiración era inestable. Que patético, y asqueroso.
Ahora la pregunta es, como un cerdo como este rey, tuvo una hija tan hermosa, seguro todos los genes los provienen de la Reina, que suerte tuvo la chica con nombre de detergente.
(Continuara)
So Pure, So Flirtatious, My Wife is a Beautiful CEO, I am a Gao Fushuai Villain, uno de esos títulos, será la última novela que agregaré al fanfic.
Y porque digo esto ahora, es porque me estoy quedando sin ideas.
Eso es todo, nos volveremos a ver, en el capitulo 100.