(Cambio de Nombre, Line a Lunaria)
"La,la,la,la" Amaya tarareaba con felicidad mientras preparaba el desayuno, su pelo negro estaba atado en una cola de caballo, y su delantal blanco adornaba su belleza.
Luego de tener una noche tan apasionada y de perder su virginidad, su belleza aumento, ahora tenía un encanto más maduro que todas las demás notaron, algunas la felicitaron, y otras como las gemelas la miraban con envidia, ellas no podían creer que a pesar de conocer a León primero, todavía no son profanadas.
-"Te ves muy feliz."
Amaya casi suelta él salten donde preparaba los panqueques, pero logro recuperase con facilidad y agarrarlo con firmeza, ella se sorprendió cuando alguien le hablo de la nada, estaba tan concentrada en lo suyo, que no se dio cuenta de que alguien entro a la cocina.
-"¡UFFF, casi!" Una gota de sudor apareció en su rostro, solo de pensar que su comida se desperdiciaría si cayera al suelo, y que León quedaría sin comer, le dolía el corazón. Además como cocinera, sería un sacrilegio desperdiciar comida, a lo menos que sea para investigaciones y prácticas.
-"¿Te asuste?" Dijo la recién llegada, era Kayle, que se sentía un poco culpable por casi arruinar su comida.
-"No, Kayle Okaa-sama, solo estaba demasiada concentrada, que no me di cuenta de tu llegada, no es tu culpa"
-"Gracias." Dijo Kayle con alivio, Kayle tenía cierta debilidad por sus hijas adoptivas, y no les gustaba verlas tristes.
-"umm, ¿quieres algo para comer okaa-sama?" Pregunto Amaya, con su respectivo honorífico, ya que nació y se crio en Japón, adquirió sus costumbres.
-"No, no, nada de eso, solo quería felicitarte por volverte toda una mujer, incluso ahora te ves más madura y hermosa."
Kayle estaba feliz por Amaya, no olvidemos que Kayle las adopto por pedido de León, pero eso no significa que ella no las viera como hijas. Kayle puso mucho esfuerzo en criar a sus hijas adoptivas, busco varios libros sobre maternidad y adolescencia para guiarse, ya que ella no tenía una figura materna con la cual hacer una referencia, no olvidemos la madre de Kayle no estuvo muy presente durante su infancia, luego de adquirir el aspecto de la justicia, su madre se volvió más fría y lejana.
-"Gracias okaa-sama. Dijo Amaya, alejo el salten del fogón, y abrazo a su madre.
Kayle abrió los brazos y rodeo la espalda de Amaya, ambas podían sentir el cariño que sentían por la otra en este cálido abrazo, claro que nada lujuriosos, sino el amor que se tiene por un amor familiar.
Esta chica, como hizo para tener unas tetas tan grandes..., no es que tenga envidia. Pensó Kayle, que podía sentir como dos tetas más grandes que las suyas, la presionaban.
-"Ahora que tal..., si le cuentas a tu madre como fue tu primera vez." Dijo Kayle, dándole unos golpes con su hombro, y guiñándole el ojo.
-"¿¡eh?!"
Amaya quedó paralizada con esa pregunta, más cuando ella veía a Kayle como su madre, y decirle a ella, como tuvo sexo con un hombre, más cuando era el mismo hombre, era muy complicado y vergonzoso.
-"¿Qué?, tienes vergüenza"
Kayle no tenía vergüenza de hablar de sexo, solo de que la vieran teniendo, ya que perdería la cara si la vieran, ella tenía que admitir que era muy pervertida en la cama.
-"Yo, ¿eh?, fue..., ¿bueno?" Amaya no sabía que decir, se ponía cada vez más roja de la vergüenza, como podría decirle a su figura materna como movía sus caderas del placer, de como movía su cabeza y saboreaba ese líquido blanco, de como gemía y de las caras que ponía. No hay hijo que quisiera contarle a su madre como tuvo sexo.
-"Esta ven, si te da vergüenza, no digas nada." Dijo Kayle, poniendo su mano, en el hombro de Amaya.
Esta chica, es tan tierna cuando se pone roja he intenta esconder su cara con sus manos, ya veo porque León a veces la molesta. Pensaba Kayle.
-"Ahora, a esperar unas 3 semanas, y a revisarte."
-"¿Revisarme?" Pregunto Amaya, inclinado un poco la cabeza.
-"Digo, si quedas embarazadas, no olvides que León no usa protección, solo la mete y ya"
Aunque no me quejo de eso, siento que sería aburrido usar condón, no ahí nada mejor que sentir la piel con la piel. Pensaba Kayle.
-"¡¿eh?!, yo pensé que León tenía esas habilidades de control de fertilidad"
-"¡Ja¡, aunque lo tuviera, dudo que lo ocuparía, León dijo, es más interesante cuando no lo planeas, y si viene un hijo, que así sea." Dijo Kayle, recordando las palabras de su esposo.
No es que León sea irresponsable, él no se cuidaba porque no era necesario, todas sus mujeres deseaban tener un hijo, y él no les quitaría ese sueño, pero tampoco lo forzaría, como aumentar su fertilidad y esas cosas, él podría hacer eso con facilidad y dejar a una mujer embarazada al primer intento.
-"y-y-y-y-yo embarazada" Amaya ya estaba en una nube soñando con todo lo que haría con su pequeño, que nombre le pondría, que color de pelo tendría, si era hombre o mujer, que ropa le pondría, pero pronto fue bajada de ella.
-"Cálmate un poco, que hasta ahora las posibilidades son pocos, solo piensa en cuantas mujeres hemos tenido sexo, y nada todavía"
Amaya cayo al suelo derrotado, perdiendo todas sus fantasías, pero rápido se levantó y se recuperó, todavía nada es preciso.
-"Suspiro, yo ya estaba haciendo planes, solo queda esperar" Dijo Amaya un poco desilusionada.
-"Sí..., esperar."
Aunque ya llevo años esperando, suspiro, solo queda esperar a que llegue, ¿hm?, esa son las gemelas, seguro van por León, pensando en ellas, me pregunto como esta mi hermana, suspiro, espero volver a verla, y arreglar nuestros problemas, y volver a ser las hermanas que éramos cuando pequeñas. Pensaba Kayle cuando vio a las gemelas, y se acordó de Morgana, que también era su gemela.
Dejando de lado a Kayle y Amaya que siguieron su conversación a solas, con varias sonrisas y momentos vergonzosos de Amaya. Volvamos con nuestro protagonista, que estaba sentado en el sofá, y se suponía que descansaría tranquilamente hasta la hora del desayuno, lástima para, Lina y Lunaria dijeron lo contrario.
Lina estaba sentado sobre su regazo, y tenía su cara enterrada en el pecho de él, llorando desconsoladamente, se podían ver como varias lágrimas caían sobre la camisa de León, mojandola.
-"Sniff, sniff, ¡wahhhhh, no me quieres!"
Gritaba Lina, enojada y triste porque León había tomado la virginidad de Amaya, antes que la de ella y su hermana gemela.
-"Bien, que tal si hablamos como personas civilizadas, y dejas esas lágrimas falsas." Dio León, tenía una sonrisa irónica, no podía creer lo buena actora que podía ser Lina.
-"¡hmph!, bien, pero eso no quita que estoy molesta."
Y así de fácil, dejo de llorar, limpio sus ojos lagrimosos, y se cruzó de brazos con el ceño fruncido, después de todo, solo era un acto para molestar a León, pero viendo que no funciono, no dudo en dejarlo de lado, y tomar otro enfoque.
León tomó a Lina de su cintura, y la puso en unas de sus piernas, y miro a la otra gemela, que miraba el show de su hermana desde un lado.
-"Lunaria, ¿no quieres decir algo?" León palmeo su pierna libre, esperando que Lunaria se sentara.
Ella asintió y se acercó a él, acomodando su perfecto trasero. León, quien era el receptor de tan buen trasero, no de uno, sino de dos, estaba bastante contento.
Y pensó en el pasado cuando conoció a las gemelas, y decidió cuidar de ellas como inversión a futuro, si viera a su yo pasado, lo aplaudiría y le daría un pulgar hacia arriba por tomar tan buena decisión.
-"¿Algo que decir Lunaria, no tienes quejas como tu hermana?" Volvió a preguntar León.
Lunaria al ver la sinceridad en los ojos de su querido rubio, decidió ser sincera, y decir como se sentía, generalmente no le gustaba molestar a León con cosas pequeñas, pero lo de ahora era todo menos un asunto pequeño, después de todo se trataba de su proceso de ser una niña a una mujer madura.
-"En realidad, me siento muy molesta porque Amaya perdió su virginidad antes que nosotras." Dijo Lunaria.
Lina bajaba y subía su cabeza ante el comentario de su hermana, y le hizo un puchero a León, muy malhumorada.
-"Entonces, ¿no le gusto que estuviera con Amaya?"
-"¡si!" Dijo Lunaria.
-"¡no!" Negó Lina.
-"¿si o no?" Pregunto León, a las gemelas que no estaban de acuerdo.
-"un poco de ambas, feliz porque ella obtuvo lo que se merecía, pero molesta porque fue antes que nosotras, que te conocimos antes." Respondió Lunaria, su hermana asentía con la cabeza.
Las gemelas estaban felices por Amaya, incluso la felicitaron y estaban contentas por ella, pero aun así, las mujeres son criaturas complicadas, que pueden estar felices y enojadas al mismo tiempo, y son peores cuando se trata de asuntos amorosos.
Y León entendía esto, por eso planeaba tenerlas hoy mismo, tomar 3 virginidades en dos días, era un lujo, y quería probarlo.
A León le encantaba el sexo, y más tomar la primera vez de una chica, eso le daba un sentimiento de dominio y conquista único, incluso el sentimiento que da conquistar un planeta, era inferior a tomar la primera vez de una mujer.
-"Entiendo, sé que se sienten mal por eso, pero yo tengo mis motivos, y yo decido lo quiero hacer." Dijo León con seriedad.
Las gemelas agacharon la cabeza ante el tono de León, creyendo que lo habían molestado, algo que no deseaban, después de todo, para ellas, León era lo más importante en la vida, es quien las cuido y las saco de su hoyo de soledad e inferioridad.
Aún recordaban cuando eran niñas pequeñas y los otros niños se burlaban de sus caras iguales, y le lanzaban cosas. No solo eso, luego las aislaban y no las invitaban a jugar, y si lo hacían, era par burlase.
Todo ese acoso infantil era debido a que, para los niños era extraño y raro ver dos personas idénticas.
Claro que León noto esto, y decidió hacerse cargo de las gemelas, después de todo, él pensaba que era mejor quedarse a su lado, y enamorarlas, a que alguien peor las tomara.
Sonara manipulador por parte de León, pero si no lo fuera por él, lo más probable es que vivieran una vida miserable, y cuando crecieran, serian tan débiles mentalmente, que quien sabe que les pasaría, suicidio era parte de ese futuro, en Japón suicidio de niños y adolescente era muy elevado.
Otro posible futuro, era que terminaran siendo drogadictas y prostitutas, las personas con mentalidad débil se vuelven dependientes a todo con facilidad, más cuando estas le traen felicidad, como la droga, eso las llevaría a un mundo de felicidad temporal, y ese sería un ciclo continuo de droga y felicidad, y claro que prostitución, o si no, ¿Cómo pagarían las drogas?
Eso son partes de los posibles futuros que tendría, claro que ahí más, pero no es necesario profundizar tanto.
Volviendo con los pensamientos de León, él no creía que era malo manipular a alguien para que lo quiera, después de todo, eso hacían todos los héroes, y nadie los criticaba.
Lo que hacía León y los héroes con sus heroínas, en la manera de ganar waifus, no era tan diferentes, después de todo, los héroes llegaban en el momento más frágil de la heroína, cuando estaban a punto de morir, o cuando su reino estaba en peligro en caso de las princesas, o también está la típica amiga de la infancia que interrumpe un matrimonio arreglado, y las salva del cruel tirano que solo codiciaba su cuerpo.
Y una mujer frágil es la más fácil de enamorar, ya que se vuelve dependiente muy rápido del afecto de alguien más, y así, los héroes se convierten en el caballero de blanca armadura, y caballo blanco que las salva y las enamora.
La única diferencia entre el héroe y León, es que León llegaría en un dragón rojo sangre, escupiendo su fuego y destruyendo todo a su paso.
Y claro esta, que León no seria como estos héroes o protagonistas de harem densos, que se toman un año en decidir, y lastiman en el paso a las otras que no son escogidas. León no, él tomaría a la chica, y la haría suya en cuerpo y alma, y al resto de las chicas igual.
Como ahora, sus manos comenzaron a moverse por la cintura de las gemelas, ambas levantaron la cabeza cuando sintieron un cosquilleo, un tinte rojo apareció en ambas, a eso se le suma su hermosa sonrisa, que volvería loco a cualquier hombre.
-"¿A sí que quieren ser devoradas?, no me culpen por ser una bestia esta noche."
León bajo sus manos lentamente, las gemelas podían sentir una corriente eléctrica que pasaba por su columna con cada toque que les daba su amado, no era una mala sensación pensaron ambas. Su mano sigue bajando hasta que llego a ese trasero redondo y bien formado, tanteo suavemente, dando unas ligeras palmadas.
Las gemelas se ponían rojas color tomate, pensando en lo que dijo León, y lo que pasaría en las noches, incluso se preguntaban si era buena idea provocarlo, y haber liberado a una bestia lujuriosa.
-"¡aahhh!"
Un grito seductor salió de ambas, León había agarro ambos tarseros y los apretó con firmeza.
Ella se quedaron quieta disfrutando su toque.
-"Espero que esta noche, no sea como ahora, y solo se queden quietas mientras yo les doy placer." Dijo León, que mordió la oreja de Lunaria.
-"No, no, no, no lo haremos." Dijo Lunaria, que despertó de su deseo lujurioso, ella entendió que no eran rival para León si eran tan pasivas, y que a pesar de que tenían idea de lo que debían hacer, a la hora que León demostró su lado dominante, ella y su hermana quedaron en blanco sin saber qué hacer.
Lunaria le dio una mirada a su hermana, transmitiéndolo sus pensamientos, Lina asintió, ella no podía negar el pensamiento su hermana, y si no sacaban su lado más seductor esta noche, perderían.
-"¡Hmpn!, no te creas León, esta noche te haré mío, no te dejaré dormir por días"
-"Por primera vez, concuerdo con mi hermana, no deberías subestimarnos León, a diferencia de Amaya, somos dos, no creas que nos ganaras esta noche." Dijo Lunaria levantado sus pechos.
Lunaria estaba demostrando ser bastante valerosa, pero por dentro, se estaba tapando la cara y girando en el suelo. ¡No puedo creer que dije e hice esas cosas tan vergonzosas, ¡uuuhhh!, es culpa de la idiota de mi hermana, creo que me junto demasiado con ella, suspiro.
León sonrió con picardía, y les apretó más fuerte el trasero, pero esta vez, uso un poco de magia de placer, aumentado al máximo el placer.
-"¡aaaaahhh!"
Un gemido lleno de placer y lujurioso salió de la boca de las gemelas, era primera vez en su vida que sentían tal cantidad de placer, era incomparable a cuando León solo las besaba, esto estaba a otro nivel.
Un minuto después, ambas gemelas jadeaban con dificultad en el pecho de León, sus ojos eran brumosos, como perdidas en un mundo imaginario, y sus bragas estaban empapadas de sus jugos de amor, incluso llegando a mojar los pantalones de León, pero este no se quejó, ya que era su culpa, se había pasado con el efecto afrodisiaco que provocaba su magia.
León liberó un poco su aura sagrada, para que ambas chicas volvieran en sí, más rápido, no quería dejarlas mucho tiempo así, ¿y si, se perdieran en el placer?, él sabía que todo tiene que ser equilibrado, porque mucho de algo, siempre es malo.
-"¿Se encuentran bien?" Pregunto Leon.
-"si, eso, fue, increíble" Respondió Lina.
Lunaria solo asintió, todavía se estaba recuperando del orgasmo.
León sonrió, y saco sus manos el trasero de las gemelas, y luego las puso en sus cabezas, y con ternura las acerco a sus hombros, y les susurro al oído.
-"Conocerlas fue mi mayor descubrimiento, y lo mejor que me ha sucedido en la infancia, aun recuerdo cuando me despertaban por las mañanas para desayunar, como me guardaban un puesto para comer, y me esperaban para que no comer solo, aun recuerdo todas sus payasadas que alegraban mi día a día, por todo eso, gracias, y las amo."
Cada palabra de León, tocaba el corazón de Lina y Lunaria, ellas sabían que León no era de esas personas que te decía te amo a cada rato, por eso, cuando él lo decía, era muy importante y valioso.
No era que León fuera mezquino con las palabras, pero él sabía el poder de estas, y que pasaba cuando las repetías mucho, estas perdían su significado y valor.
Y de un segundo a otro, se pusieron llorar, esas palabras la habían tocado su corazón, y no pudieron aguantar sus emociones.
León acarició suavemente sus espaldas para calmarlas, y se quedó tranquilo esperando que terminaran de llorar, él sabe que en momentos como estos, solo puedes esperar a que liberen todos sus sentimientos.
Los minutos pasaron, y los llantos habían cesado, las gemelas respiraban con tranquilidad, cada una sobre uno de los hombros de su amado.
-"¿ya están mejor?"
Ambas asintieron, querían quedarse todo el día así, hasta que llegara la noche, pero lamentablemente, no sería posible, León tenía más mujeres que atender, y no podían monopolizarlo.
-"Bueno, ahora que están mejor, qué tal si van y se preparan para esta noche"
"Beso, beso", ambas chicas recibieron un beso apasionado, que incluía una lengua que invadía sus bocas, dándoles un placer único.
Luego del beso, ambas gemelas se levantaron y se fueron a su habitación, Lina movía sus caderas sensualmente mientras se iba, y León la miraba hasta que desaparición detrás de la puerta, tenía que admitir, que a pesar de su físico no es muy voluptuoso, tenían un trasero muy seductor.
León que volvía a descansar, fue interrumpido por Hina y June, que habían estado desde el inicio esperando que León terminara su diálogo con sus amantes, ellas no eran tan idiotas para interrumpirlos, no querían ser castigadas, pero a veces, la idiotez sale igual.
-"¿Qué desean ustedes dos?"
Hina que vio todo el diálogo de León, estaba un poco envidiosa, después de todo, ella no ha tenido la suerte de ver el lado más tierno del rubio, solo su lado sádico y lujurioso.
-"Es que, hoy era nuestra noche" Dijo Hina un poco molesta, de que su noche de lujuria se atrasara.
León levanto una ceja, y le indico a Hina que se acercara.
-"¿Estás preocupada por eso?, ya saben que no pierden su turno, solo lo atrase." Dijo León, un poco molesto de que interrumpieran su descanso, por algo tan estúpido.
Hina y León se refería a la noche de sirvientas, donde León, las devoraba a todas en una noche, ellas no tenían nada más que eso, por eso Hina estaba frustrada e irritada, después de todo, cuando León estaba en su mundo, él la follaba todos los días, y le hacía llegar al orgasmo por lo menos 15 veces al día, incluso cuando estaba dando clases, esos días la enviaba con un vibrador el ano y el coño.
-"Es que...." Hina fue detenida por June, para que no siguiera hablado, la pelinegra miro la cara molesta de Loen, y pensó que no seria nada bueno seguir.
-"Basta June, déjala que termine de hablar, ahora Hina, ¿Qué querías decirme?" Dijo León, que cruzaba sus piernas, y estiraba sus brazos en la repasadera del sofá.
Hina viendo que León insistía, no dudo en hablar.
-"Yo personalmente merezco ser recompensada, le enseña matemática desde cero Shui-sama, y, entre otras cosas."
León cerro los ojos unos momentos, y se mantuvo así, pensado que ella tenía razón, Hina se encargó de enseñarle educación básica a Shui, ya que antes era profesora, en cuanto a porque tuvo que enseñarle, era porque la educación de la pequeña solo consistía en modales de dama, y como servir a su esposo, desde pequeña la criaron para ser una esposa obediente, y para que se mantuviera lejos de los deberes de una empresa. Solo serviría como llavero de compañía para mostrar a los demás su belleza, olvidando que detrás de toda hermosa mujer, ahí un talento increíble, y a León le encanta sacar ese talento de sus mujeres.
-"Entonces, dices que debería pagarte por hacer tus deberes." Dijo León, que abrió sus ojos, que eran fríos.
Nuestro rubio protagonista estaba feliz de que fuera buena maestra, y no solo una pervertida, pero estaba molesto de que Hina le exigiera una recompensa o un pago, ya que él no era mezquino, y siempre las trataba bien, a pesar de ser sirvientas.
León pensaba que ellas deberían estar contentas con todo lo que tienen, después de todo, esta época la vida era muy dura, y las mujeres no eran tratadas muy bien, muchas eran menospreciadas en sus trabajos, y varias de ellas eran violadas, u obligadas a follar para subir de puesto, puede sonar cruel, pero era la realidad, y eso seguirá pasando a lo largo de los años.
-"Si lo dices así, suena un poco mal, yo solo quiero un..., ¿bono?." Dijo Hina, un poco indecisa.
-"¿Un extra?, no, lo que tú quieres, es un pago."
León se levantó, y acaricio la mejilla de Hina, pero esta no estaba contenta, incluso sudaba un poco, después de todo, la mirada de León era muy fría.
-"Es-espera, yo ya no quiero nada.."
SLAP, la cabeza de Hina giro cuando recibió una fuerte bófetada en su mejilla, fue lo suficientemente fuerte, para mandarla a sentar al sofá, y dejarle una gran marca roja, una gota de sangre salía de la comisura de su boca.
Hoy Hina y June, recodaron que León no solo era un esposo cariñoso, también era una bestia sádica, ¿Quién dice que no pueden vivir estas dos personalidades en una persona?
-"Maldita mal agradecida, deberías estar feliz con todo lo que te doy."
En realidad, a León no le enoja que le pidan cosas, no tenía problemas para darlas, el problema era Hina, que últimamente ha olvidado su posición, todo porque León le encargo a una tarea importante, como es cuidar y enseñar a su hermana pequeña.
Gracias a eso, Hina se ha sublevado un poco, y a él no le agradaba eso, además él planeaba dársela a Shizuka, ya ambas son maestras, no sería malo tener a alguien que tiene la misma vocación para hablar pensaba él, pero antes, era necesario castigarla y entrenarla. Y a eso se le suma, que leo odiaba a Hina desde que leyó el manga, y le gustaba tortúrala física y mentalmente.
-"¡yo, yo, perdón, no lo volveré hacer!" Dijo Hina que intentaba alejarse, pero fue agarrada de su pelo, León saco un collar de perro y se lo puso, y la obligo a levantarse tirando de la correa.
-"¡aarrgg!, ¡perdón León no lo volveré hacer.!"
June miraba desde el costado, no quería interferir, y aunque en el sexo le gustaba que fueran dura con ella, esto estaba a otro nivel.
-"No olvides tu posición Hina, solo eres un perro, y nada más." Dijo León, que apretaba la correa.
-"¡Perdón, aarrgggg.!"
-"¡Eres un perro, y los perros no hablan!"
León tenía una sonrisa sádica, estaba bastante contento con torturar un poco a Hina. Aunque solo era como un pasatiempo, no siempre lo hacía, ya que era más divertido montarla y apretar sus tetas.
-"tos, wooff, wooff." Dijo Hina con los ojos llorosos, y asustada.
-"Buen perro, pero todavía falta."
León pateo las rodillas de Hina, y la obligo a arrodillarse, luego pisoteo su cabeza hasta que tocara el suelo, Hina quedo a cuatro patas, como un perro que se está estirando.
-"June, toma la correa y llévala con Nyla, dormirá con ella durante una semana, tal vez a si no olvide su posición."
June asintió con rapidez, y tomo la correa. Hina intentaba levantarse, le dolían las rodillas, pero nuevamente su cabeza fue aplastada contra el suelo, ella soltó un gemido de dolor debido a esto.
-"Los perros no caminan" Leon dijo muy molesto.
-"Woof,woof" Dijo Hina que movía su trasero como un perro, en un intento de seducir a Leon, y reducir su castigo.
Ambas chicas se fueron con rapidez y sin mirar atrás. Hina estaba bastante triste y algunas lágrimas salían de sus ojos, a eso agrégale que le dolía la cara y las rodillas. June miraba desde atrás la miseria de su compañera y dijo:
-"No debiste haber exigido nada Hina, no es como si nos faltara algo en esta casa, tenemos buen sexo, buena comida, buena ropa, y mucho tiempo libre para nosotras, y podemos hacer lo que queramos en esos momentos.
-"ugg, lo sé, ya no lo volveré hacer." Dijo Hina mientras se acariciaba el cuello, intentando calmar el dolor.
-"Es bueno saberlo, y en cuanto a Nyla, no te preocupes por ella, es muy cariñosa y no muerde, aunque es muy problemática, se come las verduras de Riven, y eso me causa graves problemas, brrrr."
A June le dio un escalofrío por todo el cuerpo, recordando los días que era perseguida por Riven para ser castigada, por su mascota Nyla.
-"Espero no me coma" Dijo Hina, recordando lo grande que era la mascota de June, nunca en su vida había visto un perro tan grande
-"Jajaja, no, ella no lo hará, además, no te preocupes, hablaré con ágata, ella es la única que puede entrar en razón con León."
Su conversación seguía mientras llegaban al hogar de Nyla. En cuanto a Hina, ella aceptó su destino, esperando que Ágata la saque luego de su castigo, y June, estaba mirando el trasero de Hina, después de todo las faldas que usan dentro de la casa son bastante cortas, y si se agachan un poco, es posible ver sus bragas, imagínate si están en cuatro patas, todo su trasero visible.
June no para de imaginarse a Hina teniendo sexo con León, a ella le agradaba ver como los demás lo hacían, mientras ella se masturbaba, eso la ponía cachonda, incluso ya se mojó de solo pensarlo.
Hina miro dio un vistazo hacia atrás, a ver a su compañera que respiraba fuertemente, se sorprendió, estaba jadeando, su cara roja, y una gota de líquido corría por sus piernas, Hina no podía creer lo pervertida que era su compañera, que se excitaba viéndola con correa, olvidando que ella, es igual pervertida.
Volviendo con León, este volvió a sentarse a esperar el desayuno, pero al parecer, sus mujeres no querían que él descansara todavía.