León subió sus pies sobre la mesa, y bebió del jugo que tenía en las manos, era un hombre que sabía cuando debes descansar y pasar el rato. Disfrutando de los pequeños placeres de la vida, no como otros protagonistas que solo saben cultivar.
Nuestro mc no creía en el trabajo duro, era mejor trabajar inteligente, o trabajar poco y ganar mucho, las ganancias a corto plazo eran sus favoritas.
Claro que este ideal tenía excepciones, como las mujeres. León no dudaría en tomarse su tiempo para conseguir a una chica, y tampoco dudaría en conseguirla de inmediato, todo dependía de su estado de ánimo, o cuanto valor tenga la chica para él, además de otros muchos factores, que no es necesario mencionar.
Como siempre, nuestro rubio protagonista tenía una grata compañera a su lado, una seductora mujer de pelo rojo y grandes pechos, su traje de sirvienta ayuda a resaltar sus atributos, era Hilda, la madre de Eris.
Hablando de la mocosa, corría en dirección a su madre con una espada en mano. Acto bastante peligroso, no dicen las madres, no corras con objetos filosos, como las tijeras, en este caso, correr con una espada era todavía más peligroso.
A León no le importo este hecho, la chica tenía una buena armadura de trama, nunca le paso nada malo, la vio caerse varias veces y salir ilesa. Contrario a su madre, que siempre se caía o chocaba con algo, si no fuera por los encantos defensivos que León uso en ella, ya estaría muerta.
Era como si la historia la quisiera muerta, ya que ese era su destino, y León lo cambio. Que se joda el destino pensaba León.
Hilda vio a su hija correr, y le grito como toda madre preocupada.
-"¡Eris deja de correr y camina como una dama!, cuantas veces te lo he dicho, quieres que te castigue y te quite tus juguetes."
La pequeña pelirroja se detuvo en el acto, y empezó a caminar como una buna chica. Le tenía miedo y respeto a su madre, ya ha recibido su puño de acero varias veces. Lo que sorprendía a Eris, es que los golpes de su madre, eran más dolorosos que lo de su maestra Atofe, que era una reina demonio que causaba terror en el corazón de la gente.
Era un hecho irreal y fuera de la lógica de la física, un misterio de la vida, nunca sabremos por qué los puños de una madre, son más duros que los de Mike Tyson.
En cuanto a León, lo más duro que consiguió de su madre, es una erección, no podemos negar que su madre tiene un cuerpo depravado, que pondría duro a cualquier hombre. Más a nuestro protagonista incestuoso y pervertido.
Volviendo con Eris, guardo su espada en la vaina, y camino como una señorita, espalda recta y pasos firmes y llenos de gracia. Eris odiaba todo eso, pero no pudo contra su madre, y estuvo obligada a aprenderlo, no quería que le arrebataran sus juguetes.
Cuando hablamos de juguetes, nos referimos a sus espadas, y todo lo que León le regalo, para ella es un tesoro que no quiere perder, se acostumbró a ellas. Además, tenía un valor sentimental, ya que se los regalo el hombre que admira.
Eris tiene una relación de miedo y admiración con León, miedo porque la castigo con severidad, y respeto, por lo fuerte que es, y su gran manejo de la espada, lástima que León no le siguió enseñándole, ya que no le gustaba ser maestro. Aunque a veces si se da el tiempo y le enseña algunos trucos.
Trucos sucios, no sexuales, si es lo primero que pensaron, no los culpo, León es pervertido y lo primero que se viene a la mente con trucos sucios, es algo sexual.
Pero no era así, trucos sucios se refiere a patadas en las bolas, y tierra en los ojos, para León, el honor en batalla es una mierda, solo importa ganar y salir vivo, de que servía el honor si estabas muerto.
Por ejemplo, si tu rival y tú tenían una batalla a solas, y él ganaba con trucos sucios, nadie lo sabría, y él simplemente tiene que contar una historia diferente, ¿a quién le creerían?, ¡claro que a él!, ya que tú estarás muerto, por eso mismo, León creía que tenías que usar todo lo que fuera necesario para ganar.
Eris camino hasta su madre y le dio un abrazo corto, luego se acercó a León y le beso la mejilla, agarro una silla y se sentó, subiendo los pies sobre la mesa, León no le presto mayor atención, estaba en su modo relajado, disfrutando de la vida y el hermoso paisaje frente a él.
Hilda sonrió al principio, su hija se parecía cada vez más a León, era como su mini versión. Eris últimamente ha estado imitando las costumbres de León, y a Hilda le pareció tierno, claro que eso duro poco, subir los pies arriba de la mesa, no era lo que hacía una señorita, menos una persona que es, y debería ser una sirvienta.
-"¡Eris!, no hagas eso, es de mala educación." Reprendió Hilda.
-"¡¿eh?!, pero León también los puso arriba, ¿que tiene de malo?" Respondió Eris, un poco molesta porque no le dijo nada a León, ignorando que es su amo.
Hilda se llevó la mano a la frente, bastante cansada, su hija siempre sacaba a León cada vez que hacia cosas así. Eso la ponía en una encrucijada, si decía que era malo, estaría diciendo que León era una mala persona, y ella no quería ponerse en el lado malo de su amo.
No obstante, si no decía nada, estaría malcriando a su hija, y no sería una buena mujer en el futuro, Hilda quería que Eris fuera una dama respetable, y que se ganara el corazón de León. Era su inversión a futuro, si su hija fuera esposa de León, Hilda tendría una buena vida, y su puesto estaría asegurado, todavía tenía algo de miedo, de que León se aburriera de ella y la abandonara.
Aunque, no solo lo hacía por eso, también era por el hecho de que no conocía a ningún hombre mejor, León era el mejor candidato a esposo. Podríamos decir que ese era su principal deseo, no quería que su hija se casara con algún idiota, anhelaba que su hija tuviera una buena vida, y que escogiera correctamente, en especial cuando se trata de hombres.
Al final, la verdad era que toda esta preocupación es innecesaria, León no abandona nada que le pertenezca, es demasiado posesivo para eso, Hilda y Eris ya eran suyas para toda la eternidad, incluso si se llegara a aburrirse de ambas, no las dejaría.
Hilda se levantó y bajo los pies de su hija de la mesa, y le dio un golpe en la cabeza.
-"¡Es León-sama!, ya te dije que es tu amo, deja de ser tan irrespetuosa."
Eris se frotaba la cabeza por el dolor, y miro a su madre con ojos llorosos.
-"Lo siento"
Hilda suspiró, no compraría los ojos de cachorro de su hija, y menos los pucheros, conocía bien a su hija, y no se dejaría controlar por actos tan infantiles, tenía que ser mano dura para criarla, era su deber como madre, todo sea porque tenga un gran futuro.
Hilda era de las madres que haría lo que fuera necesario para criar a su hijo, incluso si tiene que hacer cosas que hacen que sus hijos las odien. Lo bueno, es que Eris no era tan idiota, y conocía los pensamientos de su madre, y ella sabía que deseaba lo mejor para ella.
-"Eris, ¿dónde está Atofe?"
-"Ella está dentro de un cubo de hielo." Respondió despreocupadamente.
León cerro los ojos, y asintió. No era necesario más información, conociendo a Atofe, seguro buscaba pelear, y enfrento a Ágata, mala idea, su regeneración no sirve de nada, si no tiene nada que regenerar. El hielo era su peor enemigo.
Pasarían horas antes de que volviera a descongelarse o que pudiera romper el hielo. A León no le preocupaba su salud, era Atofe, una reina demonio inmortal, no moriría por un poco de hielo, menos resfriarse. Además, era una gran "M", seguro estaría disfrutando dentro del hielo.
No sería una sorpresa que cuando saliera, estuviera toda mojada, y no hablamos del hielo derretido.
-"Eris, ¿querias algo?" Pregunto Hilda.
-"¡Si!, madre entrena conmigo, es bueno para tu salud."
Hilda frunció el ceño, odiaba la idea de entrenar, no era una mujer que le gustara pelear.
-"Tu madre es muy saludable, no tiene que preocuparte."
-"¡Madre!, la última vez te quejaste de que te dolía la espalda, y apenas caminabas bien, cojeaste todo el día, ¡incluso no podías sentarte"
-"E-eso f-fue, por...."
Hilda entró en pánico y quedo en blanco, como le explicaba a su hija, que su cojera era debido al sexo rudo, y que no podía sentarse gracias al sexo anal que tuvo por primera vez. Hilda miró a León a ver que decía, pero este solo reía disimuladamente.
Le pareció gracioso el malentendido.
-"¿Okaa-sama?" Dijo Eris, inclinado la cabeza.
-"Tos, tuve una mala noches, no te preocupes por eso." Respondió Hilda al sentir la preocupación de su hija.
-"¿Estás seguro de que fue mala?, yo recuerdo haberte escuchado gritar de felicidad" Dijo León con malicia.
Hilda hizo un puchero, y suplió a León.
-"¡L-león!, no me la pongas difícil."
-"Está bien, Eris, tu madre se ejercita por las noches, yo la entreno personalmente, por eso a veces cojea o no puede sentarse, soy muy duro con mis entrenamientos, ya deberías saberlo."
Eris golpeo su palma con el puño, había conectado los puntos.
-"Claro, ahora lo entiendo todo, por eso mama grita tanto por las noches."
-"E-Eris, como sabes eso"
-"Una vez me levanté para ir por agua, te escuché gritar ¡León más suave!, así que era por eso, quería entrar, pero Ágata me detuvo."
Hilda se desplomó en la mesa, con las manos cubriendo sus orejas, no quería escuchar más, su cara estaba roja de la vergüenza, el solo pensar en la posibilidad que su hija entrara y la atrapara haciendo cosas tan lascivas, eso le daba demasiada vergüenza, como madre, no sería digno que su hija viera su cara sucia y depravada, menos que la vieran con una polla en el culo.
Claro que León opinaba lo contrario, la sola idea de poner a Hilda a cuatro patas frente a su hija, era excitante, follarla y dejar que Eris la observara era una idea maravillosa.
León se puso duro de pensar en la idea, Hilda se llenaría de vergüenza y quien sabe, quizás la ponga más cachonda. Después de todo, cuando una persona es invadida por el deseo, muestra otra cara, una que no supondrías que existe, hasta que la muestra.
El placer libera las cadenas de la moralidad y el sentido común, y es un hecho real. Solo piénsalo, la mayoría de los hombres no dudaría en comerle el coño a una mujer, pasar su lengua y entrar en profundidad, sin importar nada.
No digamos que todas son muy limpias, quien sabe que cosas pasaron por ese lugar, pero en ese momento, no te importa una mierda, lo mismo con el sexo anal o los besos negros, nunca suponen lo que pasa en esos lugares, estás tan caliente y lleno de lujuria, que únicamente disfrutas el momento.
Es un hecho y realidad no debatible, o será que las personas se comen la parte negra del plátano, no, la mayoría dirá que es asqueroso, el fin de la hipocresía.
Bueno, este hecho no es exclusivo de hombres, va igual para las mujeres, no es que todos los hombres sean muy higiénico, aun así, varias no dudaran en dar sexo oral, sin importarle varios hechos, como que esa polla estuvo dentro de ella, hablando en general, no todas aman el sexo oral, aunque algunas les gustan los besos negros.
Tos, dejando el tema de lado, y volvamos con León y compañía.
-"Okaa-sama, estás bien."
-"Si..."
-"ja ja ja, déjala descansar, su cuerpo todavía no puede seguir mi ritmo." León se detuvo un momento y acaricio la cabeza de Eris. -"Pero no te preocupes, me aseguraré de que tu madre se ejercite todas las noches, no es así, Hilda."
-"Gracias León." Dijo Eris, toda inocente y sonriente.
Hilda suspiró con impotencia, levanto la cara de la mesa, tenía las mejillas infladas y los labios fruncidos.
-"Vamos Hilda, sabes que era una broma" Dijo León, mientras se levanta y se acercaba Hilda, luego le apretó las mejillas de Hilda, y la beso en la frente. Y como último, le agarro los pechos desde un punto ciego.
La pelirroja se puso de buen humor de inmediato, le gustaba que la mimaran, y la trataran bien. Lástima que tuviera que hacer, o se quedaría más tiempo. Ella se tomó un tiempo libre para acompañar a León, pero en realidad tenía trabajo que hacer, y no podía posponerlo mucho tiempo, o Ágata se molestaría.
-"Esta bien, creo que mejor terminaré de lavar la ropa y Eris, ven conmigo"
Eris refunfuño, no quería trabajar, pero tampoco se podía negar, no le quedo de otra, agarro la mano de su madre y la acompaño. Eris no era una chica floja, si lo fuera, no entrenaría tan duro, y menos se levantaría tan temprano, lo que odiaba, era hacer tareas del hogar.
León se quedó solo, un verdadero milagro, casi nunca esta solo en casa, o en cualquier casa en la que viva, siempre se encuentra rodeado de sus mujeres.
"-Supongo..., que me acostumbre a no estar solo, pasaron algunos segundos y ya quiero tener a una chica mi lado."
León miró hacia la casa, tenía una mirada suave, y llena de afecto.
Quien lo diría, un hombre sádico y genocida, tenía su lado blando. León se acostumbró a estar con alguien, aunque estuvieran en silencio, era agradable la compañía, estar solo, le recordaban esos días en el abismo, donde estuvo quien sabe cuanto tiempo.
León no negaría que ese lugar era aburrido y solitario. Luego de un minuto, sacudió la cabeza y borro los pensamientos molestos, ahora más tranquilo, se dirigió hacia su casa, con pasos relajados, sintiendo el aire en sus mejillas.
-"Tengo una buena vida, muchas mujeres, buena comida, y lo mejor de todo, soy libre, puedo hacer lo que quiera."
Libertad, la humanidad siempre ha soñado con eso, pero nunca se preguntó: "¿Qué es la libertad?"
Un concepto con varias definiciones, y con varios puntos de vista, no es lo mismo tu libertad, a la libertad de otros. Y sobre todo, no todos queremos la misma clase de libertad, algunos quieren tener libertad económica, otros, libertad espiritual.
Algunos quieren ser libres de pensar en lo que quieren, otros quieren ser libres de elegir lo quieren. Y así, podemos nombrar varios tipos de ideas.
¿Cuál es la tuya?, quien sabe, quizás quieres ser libre de decir lo que quieres, o ser libre de tus ataduras mortales y lograr la inmortalidad.
Ahora la pregunta es, como logramos ser libre, quien sabe, todos tenemos alguna idea, pero..., no todos somos capaces de implementarla, ya sea por miedo a lograrlo, o por miedo a no lograrlo.
Muchos tiene miedo de salir de su zona, y muchos quieren seguir viviendo donde están, tienen miedo al cambio, y es algo normal. Esto tiene que ver con la idea de que pasaría si todo cambia, ¿como enfrentar ese hecho?, ¿qué hago si no me gusta?, de esta manera las preguntas suman ideas en tu cabeza, y no avanzas.
Es una idea simple aunque complicada, como ser libre sin el proceso te encadenas. Pero a la vez, las personas aman la idea de ser encadenadas y de no ser libres, de no tener que tomar decisiones, y de no ser culpable de lo que pasa, es más seguro, y te hace sentir bien contigo mismo.
Es simple, cuando alguien toma la decisión, puedes culparlo a él sí algo sale mal, y si tú la tomas y algo sale mal, eso te hará sentir mal, y desprotegido, te dará miedo, te sientes inferior y no queras ser dueño de tu vida, todo por el temor a volver a equivocarte.
Ahora, cuál sería la respuesta de León, de como ser libre, es simple, tener todo bajo control, si tiene todo en tus manos, nada saldrá mal, y todo sale como tú quieres, así serás libre.
Aunque la verdad, eso es muy aburrido, por eso León a veces deja las cosas al azar, es más divertido cuando la suerte esta echada, y tienes que improvisar.
En resumen, las personas no saben lo que quieren.
Dejando eso de lado, León entro en la casa, y vio a sus mujeres viendo una serie en la televisión.
En el sofá estaba Akara, Ágata, Riven y Charsi, era día domingo, y siempre se reunían, y hacían actividades en conjunto. Era como un ritual que tenían las mujeres de León, era para conocerse mejor, y para limar los posibles conflictos.
Cada vez que tenían conflictos, lo arreglaban entre ellas, como mujeres, pero si no podían, iban con León y buscaban alguna solución.
Este domingo, las mujeres de León pensaron en ver alguna serie, algo fuera de su rutina, o lo que no acostumbran. Charsi y Akara venían del mundo de diablo, un lugar donde no tenían esta clase de entretenimiento, era algo nuevo para ellos.
Akara disfrutaba de las telenovelas, Charsi de los documentales y cosas históricas, Ágata no veía demasiada televisión, y no le agradaba nada en particular. Y Riven, no parecía interesada, pero como era día de reunión, debía quedarse y expresar sus ideas.
Todo esto era para conocerse mejor, después de todo viven juntas, y no pueden solo pasar al lado y no saludar, no necesariamente tenían que ser mejores amigas o hermanas, bastaba con un simple amiga, o conocida.
El harem de León era vasto, y con diferentes ideales y gustos, por eso, a veces chocaban. Era algo normal, los grupos grandes siempre tienden a dividirse en grupos más pequeños, donde las personas que tienen algo en común se acercan.
Estos grupos siempre generan un líder, no necesariamente lo nombran, es algo que sale natural y nadie dice nada.
Por supuesto, como todo grupo, siempre está el que queda excluido, y León sabe cuál seria ese excluido en su harem, seria Azula, que todavía no conoce al resto de sus hermanas.
León conoce la personalidad de Azula, y sabe que chocara con todas, Azula es de las mujeres que siempre quiere estar por encima de todos, no solo eso, azula odia la idea de compartir a su hombre, la sola idea de saber que otras se acuestan con él, la vuelve loca.
El día que las presente, León no piensa hacer nada, dejara que las cosas fluyan, él sabe como terminara todo.
Ninguna de sus mujeres se dejara pisotear, y mostraran los dientes si es necesario, una cosa es evitar pelear, otra cosa muy diferente es defenderse. Por lo general, las chicas de León evitan conflictos innecesarios, todo por respeto a su esposo, no quieren que toda sea guerra y un ambiente hostil, no sería divertido vivir así.
León sabe que Azula enfrentara la realidad cuando conozca a las demás, y la verdad es simple.
Azula se ve a su misma como perfecta, la más hermosa, la más fuerte, la esposa perfecta, lejos de la realidad, ¿fuerza?, kayle puede borrarla con un dedo, ¿hermosa?, todas las mujeres de León son encantadoras y llenas de belleza, con un cuerpo bendecido y esculpido a mano.
¿Esposa perfecta?, todas son perfectas, con sus imperfecciones y todo, ¿por qué?, porque son sus esposas.
León no planea defender a Azula, o detenerla, él quiere que busque pelea. León sabe que la mimo demasiado, y es necesario que reciba ciertos golpes, para que aprenda y pueda mejorar.
Pero todo esto esta por verse, quien sabe si la vida da sorpresas, y Azula llega toda diplomática y dando la mano a todas, y todo termina en sonrisas, claro que la posibilidad es inexistente, pero no esta de más soñar.
Volviendo con León, tenía el ceño fruncido, no le agrada la serie que estaban observando.
La serie era Flash. Que mierda de personaje pensó León, era muy beta y estúpido según él.
Y no se puede negar, Barry allen era un perro lamedor, como dicen los chinos. Perro lamedor no referimos a las personas que siempre están pendiente a otra, dándole todo, a pesar de que esta no los toma en cuenta.
Flash era uno, León odiaba a ese personaje con todo su ser, solo vio dos temporadas antes de mandar todo a la mierda.
El muy idiota siempre estuvo esperando a que, la chica que le gustaba estuviera disponible, nunca intento nada. Siempre mirando desde el costado, dejando que otro idiota se follara a la chica que le gustaba, claro que al final se queda con ella, pero al final.
En el camino ignoro a mujeres increíbles, todo porque, por una mujer que nada más lo lastimaba, y trataba como amigo, y peor, cada vez que la chica se encontraba en problemas, el idiota que corría a salvarla, y de nada servía, ella seguía pensado que era su amigo, y luego se iba con su novio y se lo cogía.
No puedes ser tan lamentable. Si León estuviera en su posición, jamás la ayudaría, la abandonaría y se buscaría otra chica, porque perder el tiempo con alguien que no te quiere, y solo te llama cuando está en peligro o en problemas, ¿quién es tan idiota para quedarse?
León no dudaría en abandonarla y cogerse a todas las bellezas que tenía frente a él, y eran muchas, parece que flash era eunuco o asexual con lo ciego que era.
Claro, algunos opinarán que era por amor, ¿en verdad es así?, algo que te lastima y solo te usa, ¿es amor?, si fuera cierto, todos los hombres que aman de verdad deberían morirse. Y León sería el primer en morir, no podemos negar que León si ama a sus mujeres.
Lo que flash sentía por la protagonista femenina, era una simple capricho de infancia, nada más, la amaba porque fue la única que lo miraban al inicio, nada más, era más que nada admiración.
Si León tuviera la oportunidad de conocer a flash, lo mataría, pero antes, se follaría a la cica que le gusta hasta que se quedara tonta del placer. Se lo merecía por ser un perro lamedor.
POV León.
¡Thc!, maldito Barry Allen, tan beta no puedes ser, que clase hombre se queda esperando a que, la chica que le gusta se quede soltera, que estupidez, si ella no te quiere, y no te mira, vas con otra y te quitas ese desamor tóxico, quedarse es de masoquista.
Malditos héroes, todos son similares, teniendo un amor tan raro y tóxico. Si fuera yo, te aseguro que me jodo a Iris West en varias formas.
La manera conquistar chicas como Iris west, y era simple, fóllate a otras chicas, demuéstrale que no la necesitas y que no estarás a su lado para siempre. Y eso es todo.
Esta clase de mujeres piensan que siempre estaras su lado como segunda opción, por eso no te dan mayor importancia, ellas saben que no las abandonara, y siempre serás su perro, por eso, no invierten su tiempo en ti.
Saben que al final, seguirás ahí, y ellas podrán hacer lo que quieran, y podrán divertirse con cuantos hombres quieran, y al final, cuando busquen estabilidad, irán por ti, porque saben que no las dejaras por ningún motivo, y es por lo único que flash se quedó con Iris, porque ella se aburrió de los otros hombres.
Todo esto me hace reflexionar sobre jóvenes maestros y las heroínas comprometidas.
En realidad son tan culpables, creo que debemos analizarlo mejor. Los jóvenes maestros nacieron en una familia llena de dinero, y por lo general, todos son adorados por sus padres, y mimados hasta no poder más.
Ahora, que pasa con estas parejas de matrimonio arreglado, por lo general, joven maestro y al protagonista femenina tienen un compromiso sin saberlo, y luego, cuando sus padres los presentan, comienza todo.
La protagonista tiene disgusto porque la fuerzan, y el joven maestro se enamora con locura.
Y ahí el problema, el joven maestro hará lo que sea por quedar bien con la chica, y empezara darle varios regalos y a seguirla por todas partes.
¿Está mal?, puede que si, puede que no, el joven maestro no sabe que está mal, para él es una buena idea, es la forma en la que se le crio, es la forma en la que le demostraron amor, por eso piensa que es la forma correcta de hacerlo.
Si lo vemos de ese punto de vista, el joven maestro es solo un niño que no sabe de amor, y que imita lo que sus padres le enseñaron. Bueno, también es su culpa por ser tan idiota, y por no investigar.
Ahora, desde el punto de vista de la heroína, ella detesta ser controlada, y quiere ser libre y tener su propio derecho de escoger el hombre que quiere. No está mal, todos tenemos derecho a escoger lo que deseamos.
Y por eso desprecia al joven maestro, y ni siquiera recuerda que él también está en un matrimonio arreglado, no existe empatía, ni la más mínima. Ella lo desprecia desde el principio, sin motivo alguno.
Ella lo juzga sin conocerlo, bueno, tampoco son santos, por lo general son idiotas lujuriosos, pero no todos, algunos jóvenes maestros si están enamorados, y quieren hacerla felices regalándole cosas, ya que esa es su forma de expresar amor.
Para mí, ambos tiene culpa, el joven maestro por ser idiota, y la heroína, por el simple hecho de no decir, "oye joven maestro, no me gusta tu manera de hacer las cosas, ¿no puedes hacerlo de otro modo?" simple, solo basta con eso, y quien sabe si el joven maestro se da cuenta de que los regalos y ser pegajoso no sirve.
Y quizás, reflexione y se dé cuenta de sus errores.
Suspiro, tan idiotas, basta con conversar y todo se solucionaría, pero no, mejor seamos idiotas, y sigamos haciendo las cosas mal, hasta que llega el protagonista y la heroína le habrá las piernas.
Thc, todo esto me puso de mal humor, no queda de otra, se viene el trío.
Me acerqué a Riven para comenzar todo, lástima que antes, mi sombra enviara un mensaje, mire lo que pasaba a través de su vista, era Roxi, nada que hacer, el deber me llama, es hora de ser el caballero en blanca armadura.