Este fin de semana cuando fui a traer las tortillas donde doña Luisa, escuché de un muchacho que tuvo un accidente volando una piscucha, decían que no podían creer como el viento le jugó una mala pasada, porque parecía que era un tiempo hermoso para volar piscuchas, porque hacía mucho aire, el problema fue que cuando él estaba volando su piscucha, el aire sopló en dirección opuesta y la piscucha quedó trabada en los cables de electricidad y aunque este muchacho quería soltar la piscucha, no pudo porque la mano le quedó atrapada en el choque eléctrico entre los cables y la piscucha, hasta que la misma corriente de electricidad lo soltó, también escuche de los vecinos, que le tuvieron que amputar la mano derecha porque se le quemo totalmente y que los doctores no pudieron hacer nada para salvarle su mano, dijeron que había sido un accidente terrible y que no se merecía que eso le sucediera, me quedé pensando en todas las ganas que tenía de volar una piscucha cada vez que veía que mis vecinitos lo hacían en la cancha que está en frente de mi casa, pero creo que perdí todos los deseos que tenía de hacerlo porque yo no quiero perder mis manos.
Luego en la semana le conté a mis amigos lo que había escuchado y entonces vi que Nestor y Jaime bajaron sus cabecitas y se pusieron tristes, luego de un momento Nestor me dijo "Mi pequeña tontita recuerdas un rótulo con tu nombre que te regalamos Jaime y yo".
Si me recuerdo, me dijiste que los ayudo tu amigo que arregla bicicletas, que fue un favor especial que ustedes dos le pidieron y que por el cariño que les tiene se los concedió.
Si así es, pero lo que quiero que sepas es que él es el muchacho que tuvo el accidente con la piscucha y los cables de electricidad, no te imaginas cuanto me impactó, porque a mi en lo particular no me lo estas preguntando pero me dolió mucho porque es mi gran amigo el que siempre me ayuda y me da consejos y me gusta ver como él mira el mundo de una manera distinta y siempre piensa positivo, es él que no le niega un favor a nadie y que trata de mantenerse lejos de los problemas, ha sido algo muy fuerte para el y su familia y por lo que sé todavía se está recuperando, no lo he podido ver, pero quiero decirle que si me necesita aquí estoy.
Yo también quiero que sepa que lo aprecio mucho, y que también lo puedo ayudar cuando me necesite media vez pueda hacerlo, porquelastimosamentetodavíasoy un niñoy hay muchas que puedo hacer.
Después que los escuché a ambos, pensé que el rótulo con mi nombre que me dieron Nestor y Jaime es un tesoro con un valor incomparable y que hoy más que nunca debo cuidarlo porque es un recuerdo de este muchacho que acaba de perder su mano, fue una de las últimas cosas que hizo con sus dos manos.
Mi papito dice que los recuerdos que tienen un valor sentimental valen más que todo el oro del mundo porque son únicos y no se pueden reemplazar con nada, porque los sentimientos son únicos y no tienen un valor monetario.
Todo lo que los demás hacen por nosotros con un gran cariño o amor, o esos pequeños detalles o regalos que nos dan con un gran cariño sin importar que sea un dulce el más barato posiblemente lo compraron con lo único que tenían a la mano, no debemos olvidar que esos son los mejores recuerdos llenos de sentimientos reales y puros que podemos recibir.